*Fuente: ARAINFO REDACCIÓN el 4 abril, 2015
Diario de viaje de la Brigada
Aragón-Sahara. Smara, 3 de abril de 2015.- Se acerca el final de nuestra
brigada e intentamos exprimir el tiempo. Llevamos la mochila llena. Historias
de resistencia, de dolor, de muerte, de vida y dignidad. Muchas voces y un solo
grito para ser escuchado, para ser contado, para ser sentido.
Elghalia Djimi es defensora de los derechos
humanos en el Sahara Occidental, miembro de la ASVDH, hija de una desaparecida
desde 1984 y ex desaparecida entre 1987 y 1991, año en el que Marruecos libera a 324 personas (87 mujeres). Desde ese
momento asume el deber de luchar por saber la verdad: “o muertos y devolver los
cadáveres, o vivos y liberarles”.
Marruecos bloquea a la ASVDH desde su
inicio impidiendo a sus integrantes que salgan del territorio saharaui. Inician
su lucha de manera clandestina viajando a Marruecos para ponerse en contacto
tanto con ONG’s marroquís defensoras de los derechos humanos, que no sabían que
había pasado en el Sáhara, como con
embajadas y partidos políticos. En 1991 Marruecos inicia una aparente apertura
democrática pero ya en 1992 se repiten las desapariciones.
Durante la década siguiente, las
manifestaciones para pedir derechos socioeconómicos, sindicales, de mujeres o
estudiantes son duramente reprimidas.
A partir de 2005 da comienzo la primera
intifada en el Sahara Occidental. Es en ese momento cuando crean la ASVDH e
inician campañas de denuncia ante los tribunales marroquís y ante el relator
especial de la ONU. A día de hoy, está en proceso que Marruecos reconozca la
legalidad de la asociación aunque este reconocimiento por el momento es
únicamente verbal.
Nos desplazamos hacia Smara a 70 kilómetros
de la tierra libre, allí viven saharauis rodeados de militares marroquís que trabajan
en el Muro de la Vergüenza, de 2720 kilómetros de largo.
Hmatu Lakuairi: Activista de 20 años herido
en la intifada, la policía tiraba piedras y le hicieron una herida en la cabeza
en la última manifestación del barrio de Sukna. Empezó a participar en las
manifestaciones a la edad de 10 años, creció con la rabia de la ocupación. A
pesar de las repercusiones físicas sigue con ganas de lucha. ”La militancia no
se mide con la edad”.
Fatimetou: el 14 de febrero de 2015
participó en una manifestación reivindicando la autodeterminación y la
liberación de todos los presos saharauis, especialmente Gdeim Izik. Las fuerzas
auxiliares intervinieron atropellándola. Negándosele la asistencia sanitaria en
Smara, no le quedó otra que pagarse una ambulancia a El Aaiun, donde tras
varias negativas fue atendida por un médico que le operó. Le aconsejó
recuperación pero tiene que huir del Hospital con la ayuda de su hermana porque
los servicios secretos la buscan.
Ban Mahmoud: Ex-Preso político, miembro de
la plataforma de parados altamente cualificados. Nos cuenta que la población
saharaui se ve obligada a irse a estudiar a las universidades marroquíes
regresando al Sáhara al finalizar sus estudios, encontrándose con la
marginación y la humillación de no poder ejercer su profesión.
Baddad Salek: Es un ejemplo más de la
violencia y permisividad con la que actúa la policía marroquí. En su primer
encuentro con la brutalidad policial le rompieron los dientes, en el segundo el
10 de diciembre de 2006 le partieron la rodilla, de la que tuvo que ser operado
y como consecuencia quedó discapacitado. A pesar de ser uno de los casos más
documentados y contrastados de violencia policial marroquí, un caso avalado
incluso por organismos internacionales como Amnistía Internacional, no ha
recibido ninguna subsanación.
Aminatou: Hija de Omar Buzeid Ahmed Baiba, del que solo conoce una
foto vieja en blanco y negro. A día de hoy trabaja por la recuperación de la
memoria de las desaparecidas de la represión marroquí, denunciando la situación
de vulnerabilidad e indefensión en la que se encuentran sus familias. En 2010
hicieron una protesta delante del consejo consultivo de Derechos Humanos de
Rabat, se reunieron varias familias con el apoyo de asociaciones pro DDHH,
mujeres mayores y niños. Hay más de 600 desaparecidos. Sus familias exigen algo
más que un simple chantaje por parte de la autoridad marroquí, quieren verdad y
justicia.
Fecu Lubihi: Presidente de la comisión de
derechos humanos de Smara, recuerda muy bien la primera intifada contra el
estado español, y continua a día de hoy enfrentándose por sus medios contra el
invasor, en una ciudad donde la represión que sufren es tan grande como su
deseo de independencia y autodeterminación. Es sin duda un luchador de la
resistencia saharaui.
Varios jóvenes marginados saharauis nos
recuerdan que la juventud tiene un papel fundamental en la lucha del pueblo
saharaui, pero siempre tendrá que ser una lucha intergeneracional. “Un anciano
tumbado, ve más que un niño de pie”.
Un pueblo lo forma su gente. De cada una
aprendemos algo y de todas lo aprendemos todo. Muchas voces pero un solo grito
desde el Sáhara Occidental.
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