El reportero ha lamentado la expulsión del
país magrebí del abogado que le iba a acompañar por un recorrido en el que
pretendía documentarse y entrevistar a víctimas de violaciones de derechos
humanos
Sánchez
ha considerado como “muy grave” que a los ciudadanos españoles se les
impida trabajar, tanto de forma directa como indirecta, ya que ha aclarado que
las autoridades marroquíes no le expulsaron a él sino a su acompañante, el
abogado Luis Mangrané, que es quien le iba a facilitar todos los contactos y
conocía a las personas que iba a entrevistar, ya que es miembro del
Observatorio Aragonés para el Sáhara Occidental y ha sido testigo de numerosos
juicios, en los últimos siete años.
Sánchez y Mangrané realizaron el vuelo
Madrid-Casablanca, donde hizo escala, pero cuando iban a partir a El Aaiún, la
Policía hizo bajar del avión al abogado argumentando que tenían contra él una
orden de expulsión del país. El
periodista decidió bajar también porque, a su juicio, una vez que se quedaba
sin la compañía de la persona que tenía los contactos en la zona, su estancia iba
a resultar inútil.
Para Gervasio Sánchez, es más sencillo
expulsar a un abogado que a un periodista pero, en todo caso, insiste en que
“el Gobierno marroquí no quiere que periodistas y abogados independientes
puedan monitorizar la situación que viven los saharauis en las zonas ocupadas, mientras el Ejecutivo español
actual, también los anteriores del PSOE, no protestan ante Marruecos e,
incluso, condecoren a su ministro del Interior, Mohamed Hassad, como ocurrió la semana pasada”.
Sánchez ha denunciado que los “periodistas
independientes no pueden trabajar de manera abierta en el Sahara ocupado y hay
ejemplos, como la expulsión de Luis de Vega, en 2010; otros son seguidos o amenazados, es una
obstrucción permanente y flagrante al derecho información“.
Ha añadido que “sabemos que en el Sahara
ocupado hay muchos incidentes, ha habido
juicios sin garantías, informes de
organizaciones que hablan de violaciones de los derechos humanos (…), mi
intención era entrevistarme con personas víctimas de estas violaciones y verlo
con mis ojos, durante 10 días, ya que el día 18 de septiembre regresábamos a
Casablanca, documentar todo lo que está
ocurriendo, con la idea de publicarlo”.
La presencia de Gervasio Sánchez coincide
con el cuarenta aniversario del acuerdo por el que España abandonó el Sahara
Occidental, después de la llamada
“Marcha verde”, de 1975.
Una vez que el abogado fue conminado a
abandonar el avión, acompañado voluntariamente por Gervasio Sánchez, la policía lo escoltó hasta un hotel donde pasó
la noche para regresar en el primer vuelo a Madrid, ayer, martes. El abogado ha mostrado su extrañeza porque,
si bien no esconde sus simpatías en favor del independentismo saharaui, sí ha
podido viajar en los últimos siete años “sin mayores problemas” tanto al
territorio del Sahara como a ciudades de Marruecos para asistir a saharauis
enjuiciados en tribunales marroquíes.
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