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Rabat, 16/03/2016 (EFE).- El gobierno de
Marruecos ha abierto la crisis más grave con la ONU desde 1991, cuando aceptó
la llegada al Sáhara Occidental de la Minurso, la misión de paz encargada de
organizar un referéndum en la excolonia española.
Que el Secretario General de la ONU, Ban
Ki-moon, utilizara en su última visita a la región a principios de marzo el
término "ocupación" para referirse al control marroquí sobre la mayor
parte del Sáhara ha destapado la caja de los truenos y ha encolerizado a Marruecos.
En solo una semana, el gobierno de Rabat ha
emitido dos comunicados inusualmente duros contra Ban Ki-moon, el primero
acusándole de "insultar al gobierno y al pueblo marroquí", y el
segundo, la pasada noche, reprochándole "añadir un nuevo ultraje".
El ultraje hacía referencia a la
"indignación" que Ban Ki-moon dijo sentir al saber que decenas de
miles de marroquíes habían salido a manifestarse el domingo en Rabat contra su
persona, con presencia de siete ministros en esa marcha donde abundaron los insultos
contra el surcoreano.
Pero las cosas han ido esta vez más lejos
que las palabras: el gobierno marroquí ha anunciado que va a "reducir
significativamente "una gran parte del componente civil, y más en concreto
del segmento político de la Minurso", además de cortar su financiación
"voluntaria" a la misión.
Como todas las misiones de paz de la ONU,
la Minurso tiene un contingente militar y uno civil; las cifras actuales
señalan que hay 210 miembros en el militar y 146 en el civil, según cifras de
la misión.
Mientras que el contingente militar vigila
el respeto del alto el fuego, vigente desde 1991 entre Marruecos y el Frente
Polisario saharaui, el político tenía teóricamente como objetivos realizar un
referéndum de autodeterminación en el territorio, además de construir
"medidas de confianza" entre las partes enfrentadas.
Sin embargo, Marruecos ha descartado desde
hace años la celebración de ese referéndum, y ayer volvió a recordar a Ban
Ki-moon que la posibilidad de esa consulta "ha sido barrida por la historia
y descartada por el Consejo de Seguridad".
Por ello, los observadores en Rabat
interpretan así la reducción unilateral de la componente civil de la Minurso:
si no va a haber referéndum, no tiene sentido el trabajo del contingente civil.
En cuanto a las "medidas de
confianza", es la confianza lo que parece haberse roto definitivamente
entre Marruecos y Ban Ki-moon, y también con su Enviado Personal, Christopher
Ross, al que Marruecos tiene prohibido viajar al territorio saharaui que
administra.
Según esos mismos observadores, Marruecos
va a presentar en los próximos días una "retirada definitiva" de
confianza a Ross, después de que intentara hacerlo en 2012 y Ban Ki-moon
"pusiera en su sitio" a Rabat confirmando su confianza en el
diplomático estadounidense.
No se sabe cómo se va a llevar a cabo la
retirada del personal de la Minurso, ya que los portavoces de la misión en El
Aaiún se han negado a contestar a Efe sobre la cuestión.
Las medidas de represalia contra la ONU
(como las califican hoy todos los medios marroquíes) incluyen una amenaza de
retirar a los soldados marroquíes que participan en distintas misiones de paz
en el mundo, y que según la ONU suman 2.308 efectivos.
El próximo mes de abril, el Consejo de
Seguridad debe examinar la prórroga del mandato de la Minurso y es un enigma
cómo va a redefinirse esa misión ahora que Rabat ha decidido de forma
unilateral reducir su tamaño y sus competencias.
Ayer, una manifestación masiva organizada
por Marruecos en El Aaiún, también contra la persona de Ban, terminó ante los
cuarteles de la Minurso. Varias pancartas en distintos idiomas decían:
"Minurso fuera de aquí". EFE
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