Por Giulia Maltesse. Santiago de Compostela, 17 de junio de 2016
Los días 15-17 de junio, en los locales del
Centro Ramón Piñeiro para la Investigación en Humanidades, se ha celebrado el
Congreso Internacional “Guerra y conflictos sociales de ayer y de hoy
(literatura y arte)”, convocado por el mismo centro, la Universidad de Santiago
de Compostela y el Instituto de Ciencias y Educación (ICE).
Objetivo primordial perseguido por todos
los participantes ha sido destacar el papel desempeñado por la Literatura
Infantil y Juvenil (LIJ) en la preservación, representación, difusión y
sensibilización acerca de guerras armadas y situaciones de conflicto a nivel
mundial, mirando hacia el pasado y hacia el presente y posibles repercusiones
futuras de guerras civiles (y mundiales), dictaduras, ocupaciones y
(neo)colonización.
En el marco del panel sobre “Literatura y
movimientos migratorios (diáspora, exilio...)”, se ha desarrollado la intervención
de Giulia Maltese (Universidad de Bolonia), “La LIJ como lugar de encuentro con
el otro: la contemporaneidad del exilio saharaui en la obra de Gonzalo Moure”.
La doctoranda ha presentado sus reflexiones
que arrancan de la relación entre LIJ e interculturalidad, enmarcándolas en el
contexto del exilio saharaui en los campamentos argelinos de Tinduf. Tras
insistir en el papel irremplazable de la LIJ en el diálogo con el otro -pues se
presentaría como “lugar de encuentro” con el non yo-, Giulia Maltese ha
destacado el compromiso humano y profesional asumido por el escritor Gonzalo
Moure con el pueblo saharaui. A la vez, ha matizado la labor cultural de la ONG
–y editorial- Bubisher en los campamentos de Tinduf, concretamente en las
wilayas de Smara, Auserd y Bojador. Del análisis de El beso del Sáhara (1998) y
de Palabras de Caramelo (2002) se ha desprendido la voluntad del autor de
comprometerse con el futuro de las nuevas generaciones para que lleguen a ser
“hombres sólidos y solidarios, de alma flexible”, para que vivan el acto de
leer como “la emoción de ser otro” y vencer el dualismo impuesto por la
sociedad. Moure se comprometería pues con el texto, proporcionando a su lector
una literatura que queda lejos del lenguaje “bonsaizado” y de la función desempeñada
por las “nanas” a las que sobran a menudo “kilos de blandura y de buenas
intenciones”. Moure, mediante múltiples herramientas culturales, responsabiliza
e informa al niño/adolescente sobre la realidad de un pueblo digno, que “sin
violencia y con paciencia, lleva 40 años esperando a poder ejercer su derecho a
la autdeterminación”, pueblo del que desde 1997 se declara “enamorado”.
Asimismo, además de ahondar en la realidad del exilio saharaui, el análisis de
la obra ha dado pie a una amplia reflexión sobre la idiosincrasia saharaui, sus
usos y costumbres. Finalmente, Giulia Maltese, ha hecho hincapié en la lucha
pacífica, en el discurso cultural promocionado por los escritores saharauis
contemporáneos en español de la Generación de la Amistad.
A la exposición ha seguido un debate
animado y participado, que ha permitido insistir en los intereses geopolíticos
y económicos de los actores internacionales que hacen del Sáhara un problema
enquistado. Se ha denunciado también la ocupación marroquí y las vejaciones y
violencias de las que son víctimas los saharauis en los TTOO y la actitud
indiferente y vergonzosa de España, su potencia administradora. En cuanto a la
doble vertiente del “discurso cultural saharaui” –hasanía y española- se ha
vuelto a condenar la postura del Instituto Cervantes al respecto.
La
ponencia, junto con las demás comunicaciones presentadas en el Congreso, se
publicará en un volumen exhaustivo editado por el grupo de investigación de
LIJMI (Red Temática de Investigación "Las Literaturas Infantiles y
Juveniles del Marco Ibérico e Iberoamericano”).
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