**Fotos: 4/08/2016. La policía y otras
autoridades marroquíes en el entierro ilegal del sindicalista saharaui Brahim
Saika, asesinado a manos de Marruecos.
Rabat, 05 Agosto, 2016 (EFE).- La familia y
allegados de Ibrahim Saika, un joven saharaui muerto el pasado 15 de abril
cuando se encontraba detenido por la policía marroquí, protestó anoche en
Goulimine (sur de Marruecos) con una sentada por la decisión del fiscal de
ordenar su enterramiento y rehusar una autopsia pedida por los familiares.
La hermana del difunto, Jadiya Saika, dijo
a Efe que la familia protestaba así, y lo volverá a hacer hoy, porque exigían
una tercera autopsia "internacional" ante sus sospechas de que
Ibrahim fue sometido a torturas, después de que las autopsias ordenadas por las
autoridades marroquíes descartaran los malos tratos.
Tras tres meses y medio de polémica, el
cadáver de Ibrahim fue enterrado ayer a las 07.30 de la mañana en el cementerio
de su ciudad, Goulimine, situada en el sur de Marruecos, muy cerca del Sáhara
Occidental.
Las autoridades emitieron ayer un
comunicado en el que dijeron que el enterramiento se efectuó "conforme a
los preceptos de la charia (ley islámica) y en vista de que la familia no ha
mostrado la menor disposición a enterrarlo, pese a haberse cumplido todas las
formalidades exigidas por la ley".
Ibrahim Saika, licenciado y con un máster
en Sociología, pertenecía a la Coordinadora de Desempleados Saharauis, y fue
detenido al salir de su domicilio en Goulimine el pasado 1 de abril, cuando se
dirigía a participar en una protesta.
La policía lo acusó de "insultos y
violencia contra funcionarios públicos en ejercicio", en referencia al
forcejeo con los agentes.
En la cárcel, Saika inició una huelga de
hambre pero su condición de hipertenso y diabético empeoró su estado de salud y
fue hospitalizado en varias ocasiones hasta que falleció el 15 de abril en el
Hospital Hasán II de Agadir.
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