La tan anunciada apertura del centro del
Instituto Cervantes en la capital saharaui, El Aaiún, ha derivado en una
polémica política. La delegada del Frente Polisario en España, Jira Bulahi, se
ha quejado de manera oficial al Gobierno español por la apertura del centro del
Instituto Cervantes en El Aaiún, al considerar que servirá para “legitimar la
ocupación”.
Jira Bulahi ha calificado de “extremadamente
grave” que una entidad como el Instituto Cervantes “se preste a una maniobra
política por la que Marruecos pretende buscar una fórmula para legitimar su
ocupación ilegal”.
La también representante de la República Árabe
Saharaui Democrática (RASD) recuerda que el Gobierno a través de su Ministerio
del Interior citó a Dajla –la histórica Villa Cisneros- como ciudad marroquí.
Asimismo mencionó que el español, tras el árabe, es la segunda lengua en la
RASD, y eso a pesar del nulo apoyo del Cervantes que, paradójicamente, ubica
como argelinos a los refugiados saharauis ya que es en Argelia donde figuran
175 000 nativos –cuarto país donde no es lengua oficial y hay más nativos de
lengua española- y 48 000 personas con competencia limitada.
El alto número de ‘argelinos’ que hablan
español es porque el Cervantes soslaya que son refugiados saharauis. Un dato
significativo y que lo aclara todo: en el anuario del año 2014 del Cervantes
referido a Argelia había tan solo 300 nativos españoles y 48 000 con
competencia limitada. Mientras el segundo dato permanece, el primero pasa en
2015 nada menos que de 300 a 175 000 en un solo año.
El anuncio de la apertura del centro de El
Aaiún viene siendo recurrente desde hace años pero ahora parece que tendrá
lugar durante este año 2017 y que dependería del centro de Rabat, lo que es
aprovechado por la propaganda marroquí para apuntar que España hace así un
reconocimiento de la soberanía marroquí del territorio cuando, como se sabe,
ningún país del mundo lo reconoce.
Según se anunció, se ubicaría en el colegio
español La Paz de El Aaiún, fundado en 1955 en la etapa del Sahara español, y
que actualmente tiene dos únicos profesores de español y sólo 29 alumnos.
El Cervantes, en su último informe ‘El español
en el mundo 2015’, (este mes debe hacerse público el de 2016) separa claramente
el territorio de Marruecos del Sáhara, donde aparecen 22 000 personas con
competencia limitada del español en el Sáhara Occidental y sin embargo la cifra
de nativos en dicho territorio está en blanco.
Hay que recordar que existía también el
compromiso del Instituto Cervantes de abrir una extensión en los campamentos de
refugiados de Tinduf, desde que un grupo de escritores españoles solicitó en
junio de 2004 que se abriera un aula en dichos campamentos, petición reiterada
en 2010 por la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara
(CEAS). La excusa oficial para no haberlo hecho es buscar una “fórmula” para
que sea legal.
Conviene también recordar que todas las
ciudades del Sahara, salvo Smara, fueron fundadas por los españoles y su nombre
fue cambiado oficialmente por Marruecos al francés y ahora, hasta medios
españoles promarroquíes y otros, los escriben en la lengua de Molière,
queriendo así justificar la ocupación y renegando hasta de su propio idioma.
La numerosa colonia de marroquíes que llegó
tras 1976 provienen de la zona del antiguo Protectorado francés y apenas hablan
español. Tan solo lo mantienen los saharauis que se mantienen en la zona
controlada por Marruecos, tanto los promarroquíes como los que están a favor de
la autodeterminación, aunque ambos son minoría en su propio territorio.
Para completar el panorama de la polémica, el
ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastís, viaja el martes día 10 a
Marruecos en visita oficial.
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