Pues mirad, con una pregunta
escrita de 200 palabras a la Comisión Europea, estoy a punto de volver a poner
el derecho internacional, los derechos humanos y los derechos del pueblo
saharaui en el centro de las políticas de la UE. Lo que está a punto de
provocar una crisis comercial y diplomática entre la Unión Europea y Marruecos
(que no existiera hoy si se hubiera solucionado en base a la legalidad
internacional el conflicto saharaui).
¿Qué pasó?
En margen de COP22 en Marrakech,
varios Estados miembros y Marruecos firmaron una declaración conjunta para la
futura cooperación en el ámbito de las energías renovables.
A la vuelta de COP22, como
eurodiputado y junto con dos otros compañeros (Terricabras y Evans) pregunté a
la Comisión Europea cómo piensa garantizar que el comercio de energía renovable
de los Estados miembros con Marruecos no implique al Sáhara Occidental, y así
cumplir con la obligación de la UE de respetar el Derecho internacional y los principios
de Naciones Unidas.
La semana pasada, recibo la
respuesta del Comisario Arias Cañete. Sorpresa mayúscula: por primera vez en
cuarenta años y habiendo tenido constancia de la sentencia histórica de la
Corte de Justicia Europea, la Comisión Europea –a través de Cañete- reconoce
con claridad que "condición jurídica distinta y separada del territorio
del Sáhara Occidental con arreglo al Derecho internacional".
Desde que salió esta inesperada
–pero fundamentada y lógica- respuesta, el régimen marroquí ha salido en tromba
no solo atacando a Cañete sino también amenazando a la UE de romper cualquier
relación comercial y, si no fuera suficiente, de reabrir el grifo de las
migraciones hacia Europa, es decir a través de España.
Próximo episodio: este jueves en
el Parlamento Europeo donde recibiremos en la delegación Magreb al embajador
del Reino de Marruecos en la UE. Allí estaré. Porque esto no ha acabado y la
batalla va a ser muy dura, hay mucho en juego a nivel económico, diplomático,
migratorio y ético.
Pero, a vuestra pregunta, sí: un
eurodiputado puede hacer algo, incluso a veces mucho. En el momento correcto y
con los argumentos correctos, podemos ser granos de arena que molestamos la
máquina o a veces hasta la cambiamos de rumbo. No lo dudéis, tenemos más poder
en nuestras manos de lo que pensamos y tenemos que utilizarlo. Y eso pienso
seguir haciendo.
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