Fuente: Porunsaharalibre, 25 de septiembre
de 2017
En un detallado informe [1], la activista
portuguesa de derechos humanos, Isabel Lourenço, denuncia las ilegalidades
cometidas durante el juicio de los presos políticos saharauis conocidos como
Grupo Gdeim Izik.
Este grupo fue secuestrado, detenido
arbitrariamente y torturado en 2010 tras el desmantelamiento por las fuerzas de
ocupación marroquíes en el Sáhara Occidental del pacífico campamento de
protesta conocido como Gdeim Izik y que Noam Chomsky caracterizó como el inicio
de la primavera árabe.
Los acusados fueron condenados en un juicio
militar en 2013, pero el Tribunal de Casación, el más alto tribunal de
Marruecos, ordenó un nuevo proceso civil, debido a la falta de pruebas en
relación con los crímenes de los que fueron acusados y el hecho de que todo el
juicio militar se basaba únicamente en autos de la policía.
En el juicio anterior, el tribunal militar
en Rabat condenó a todos los acusados exclusivamente sobre la base de
confesiones obtenidas bajo tortura.
En respuesta a una denuncia presentada por
Asfari, representado por la Acción de los Cristianos para la Abolición de la
Tortura (ACAT-Francia), el Comité de la ONU contra la Tortura concluyó el 15 de
noviembre de 2016 que Marruecos violó la Convención de las Naciones Unidas
contra la Tortura en lo que se refiere a Naama Asfari.
La Sra. Lourenço, que es miembro de la
Fundación Sahara Occidental y colaboradora de porunsaharalibre.org, participó
en el juicio que comenzó el 26 de diciembre de 2016 y terminó en julio de 2017
en el tribunal de apelación de Salé, Rabat, y fue también observadora
internacional en el tribunal militar, habiendo, por tanto, participó de todos
los días de los dos procesos.
19 de los detenidos recibieron sentencias
que van de 20, 25 o 30 años a cadena perpetua.
En las conclusiones del informe, la señora
Lourenço destaca la violación de las normas internacionales relativas al
derecho a un juicio justo, establecido en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos y en la 4ª Convención de Ginebra, así como en la Ley y la
Constitución de Marruecos.
El informe hace un profundo análisis de los
acontecimientos que llevaron al juicio y las responsabilidades no sólo del
poder de ocupación, el Reino de Marruecos, sino también de la comunidad
internacional y de las Naciones Unidas.
Como se puede leer en el resumen de los
procedimientos y conclusiones, este juicio debe ser considerado de carácter
político y el grupo de Gdeim Izik como prisioneros políticos injustos y
arbitrariamente detenidos.
El 16 de septiembre de 2017, los 19
activistas de derechos humanos y prisioneros políticos fueron separados y
trasladados a 6 prisiones diferentes en Marruecos permaneciendo en paradero
desconocido durante más de 24 horas. 6 de ellos están actualmente en huelga de
hambre.
Estas transferencias ocurrieron sólo unas
semanas antes de la primera visita del subcomité de la ONU contra la tortura a
Marruecos.
En 2014, el grupo de trabajo de la ONU
sobre detención arbitraria visitó el Grupo Gdeim Izik, excepto al Sr.
Larroussi, que las autoridades marroquíes separaron del grupo. Larroussi fue
víctima de tortura extrema y sistemática, su condición de salud es crítica y,
durante el tribunal militar, sus ropas estuvieron varias veces manchadas de
sangre.
[1] Ver aquí: Informe
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