Redacción: DLRS. Noticia de Le1.ma
publicada el 22 de febrero de 2018
El periódico marroquí Le1.ma, próximo al
Ministerio de Exteriores marroquí, se pregunta con desconcierto en un reciente artículo
cómo ha podido entrar a formar parte de la Fundación Euromediterránea para el
Diálogo entre Culturas (Anna Lindh) la organización prosaharaui Western Sahara
Resource Watch. Al mismo tiempo el portal acusa a dirigentes marroquíes, como
el todopoderoso André Azoulay, y miembros del lobby promarroquí como la ex
ministra francesa Elisabeth Guigou, de no proteger los intereses marroquíes
sobre el Sahara Occidental en la mencionada organización. Todo esto sucede en
un momento en que Marruecos se ve sacudido por la sentencia del Tribunal de
Justicia Europeo sobre la exclusión del Sahara Occidental de los acuerdos
económicos con Marruecos, al constatar que se trata de un territorio distinto de
Marruecos.
El periódico marroquí publicó el pasado 22
de febrero un artículo titulado “Cuando la Fundación Anna Lindh protege a los enemigos de Marruecos” en el que denuncia que la Fundación
Euromediterránea para el Diálogo entre Culturas, conocida como Anna Lindh,
tiene entre sus miembros a Western Sahara Resource Watch, “una red internacional
de organizaciones y activistas cuyo objetivo es disuadir a las empresas para
trabajar en el Sahara marroquí, que ellos llaman ocupado”, afirman. La
Fundación fue creada por la Unión Europea y los países mediterráneos, y como
subraya el periódico, uno de sus fundadores es André Azoulay, político marroquí
de origen judío sefardí, que fue consejero de Hassan II y de su hijo Mohamed VI.
El artículo de Le1.ma se pregunta quién ha
autorizado a Western Sahara Resource Watch para formar parte de esta red, y por
qué André Azoulay lo ha aceptado, sabiendo que es un hecho “que daña seriamente
los intereses de Marruecos”. El periódico recuerda que WSRW busca “afirmar la
soberanía del pueblo saharaui sobre los recursos naturales del Sahara como un
corolario del derecho a la autodeterminación y para romper el vínculo entre la
explotación de los recursos naturales y los fundamentos de la ocupación
marroquí del territorio”, además de “fomentar y apoyar acciones legales contra
empresas, gobiernos u organizaciones que explotan los recursos del Sahara
marroquí”. El artículo recalca que WSRW “tiene una agenda que va en contra de
los intereses de Marruecos y su seguridad nacional, y viola los propios
cimientos de la Fundación Anna Lindh de la que es miembro y cuya filosofía es
la radiación de la paz”.
La amarga queja del periódico va más allá,
recordando que el Patronato de la Fundación Anna Lindh está formado por 42
estados, miembros de la Unión por el Mediterráneo, la Unión Europea y parte de
la Liga Árabe. Países que califican como “amigos de Marruecos y que tradicionalmente
apoyan su integridad territorial”, en referencia a la ilegal anexión marroquí
del Sahara Occidental.
Para finalizar, el periódico también señala
a la eurodiputada socialista, ex Ministra de Justicia en Francia y ex miembro
del grupo de amistad Francia-Marruecos en la Asamblea Nacional francesa, Elisabeth
Guigou, que actualmente tiene el cargo de Presidenta de la Fundación Anna Lindh.
A pesar de calificarla como “amiga” de Marruecos y “uno de sus cabilderos
insignia en Europa”, el periódico le acusa de no haber puesto fin “a las
actividades de este alborotador” en referencia a WSRW, organización a la que
califica de “dañina para el ámbito de la Fundación”, como concluye la noticia
de Le1.ma.
Parafraseando el proverbio saharaui “si el
peligro viene de lo alto de la montaña, ¿hacia dónde huir?”. Marruecos continua
perdiendo confianza y protección de los que un día les prestaron todo el apoyo
para su anexión ilegal del Sahara Occidental hace ya más de cuarenta años. El viento
está cambiando de dirección y parece estar más cerca el triunfo de la razón y
la implementación de la legalidad internacional que da la razón al pueblo
saharaui.
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