*Fuente: Periodistas en español. Por Jesús
Cabaleiro Larrán -13/01/2019
La última denuncia de Marruecos ante
Naciones Unidas por supuestas violaciones del alto el fuego en el Sahara
controlado por la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) ha sido negada
por la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental
(Minurso), que estuvo presente en los supuestos incidentes y “no observó nada que
supusiese una violación bajo los términos de los acuerdos aplicables”, informó
el portavoz Stéphane Dujarric.
Dujarric recordó que la Minurso tiene unos
procedimientos establecidos para observar este tipo de situaciones y que, cuando
identifica violaciones, las comparte inmediatamente con las partes para que
respondan y las notifica al Consejo de Seguridad de la ONU.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas
tiene previsto abordar la cuestión del Sáhara Occidental en una reunión a
puerta cerrada el 29 de enero de 2019.
Conviene recordar la lista de violaciones
del Acuerdo Militar Número 1 (firmado entre los beligerantes, Marruecos y
Polisario, en 1991 como parte del alto el fuego), firmado y registrado durante
los últimos diez años por Minurso y que ahora ha denunciado Marruecos.
Baste repasar los datos para conocer quién
es realmente la parte que viola más dicho acuerdo.
Según las estadísticas de Minurso hasta
julio de 2018 compiladas a partir de los informes anuales que la misión envía
al secretario general de la ONU, Marruecos acumula más violaciones con 254
“nuevas violaciones” (es decir, movimientos de tropas no notificados
anteriormente) y 76 “violaciones persistentes” (esta última relacionada con
hechos y acciones duraderos, como la construcción de casamatas, o
infraestructura de terraplenes, etc.), haciendo un total de 330.
Mientras tanto, el Frente Polisario, ha
contravenido 76 “nuevas violaciones” y 25 “violaciones persistentes”, un total
de 101.
A estos datos habría que añadir la
expulsión, en marzo de 2016, de 73 empleados civiles de la Minurso que
protagonizó Marruecos, tras la visita del entonces secretario general de la
ONU, Ban Ki Moon a los campamentos de Tinduf y a la zona del Sahara controlada
por el Polisario donde utilizó el término “ocupación”.
Minas terrestres
Por otra parte, el Frente Polisario anunció
la destrucción del último arsenal de minas terrestres a la representación de
Naciones Unidas, destacando la voluntad de limpiar la zona en la parte que
controla la RASD.
El muro del Sahara es una de las zonas del
mundo con mayor número de minas, se calcula que unos siete millones, sus
efectos han producido daños a más de 300 personas, que han muerto o resultado
heridas, la gran mayoría nómadas saharauis, además de miles de animales, en
especial camellos, desde la firma del alto al fuego en 1991.
Cada año se producen entre veinte y treinta
nuevas víctimas, los últimos incidentes fueron en diciembre de 2018 con el
resultado de un muerto y varios heridos graves.
Mientras Argelia, el país vecino de
Marruecos, anunció ya en 2017 que su país se encuentra libre de minas,
cumpliendo así la Convención de Ottawa sobre la prohibición del uso y
almacenamiento de minas antipersona y bombas de racimo. Es el segundo país
norteafricano libre de minas antipersonas.
Estudiante saharaui asesinado
Finalmente, respecto a la situación de los
estudiantes saharauis en Marruecos se ha hecho pública la muerte de Issam Lusfi
de veintisiete años en Tánger tras un ataque a estudiantes saharauis el pasado
diciembre en la zona cercana al distrito de Boukhalef.
Tras ser golpeado en la cabeza, en los
siguientes días se encontraba mal, fue al hospital Mohamed V de Tánger donde
después de un largo período de demora y falta de atención del personal médico
fue ingresado en cuidados intensivos con un diagnóstico médico de hemorragia
interna en el cerebro, falleciendo en los días posteriores.
Los estudiantes saharauis en Marruecos tras
calificarlo de “asesinato político” informaron que Lusfi, nacido en la ciudad
marroquí de Assa, cercana al Sahara, defendía los postulados del Frente
Polisario y la autodeterminación del territorio saharaui. Estudió Derecho en
Marraquech y era master en Derecho Constitucional y Ciencias Políticas por la
Universidad de Agadir.
El movimiento de estudiantes saharauis
cifra en cinco los estudiantes saharauis asesinados en campus marroquíes desde
2008, solicitando solidaridad internacional. “No es importante que una persona
muera antes de lograr su noble idea. Pero es importante encontrarse a sí mismo
como una idea noble antes de morir” señalan.
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