Hmad Hammad, expreso político y defensor de DDHH
saharaui
El Aaiun/territorios ocupados Sahara
Occidental, 05/02/2019. ¿Hasta cuándo seguiremos viviendo con el miedo a ser
asesinados en nuestra propia tierra y hasta cuando los corazones de nuestras
madres sufrirán el llanto y el miedo a que sus hij@s sean asesinados cada vez
que salgan de sus casas? ¿Hasta cuándo el mundo callará todas las injusticias y
violaciones de los derechos humanos que sufre el pueblo saharaui diariamente? ¿Hasta
cuándo el silencio de la comunidad internacional ante los abusos cometido sobre
l@s saharauis? Nos han quitado todo, nos quieren eliminar y quedarse con lo
nuestro, o sea robarnos, y matarnos y apoderarse de nuestra identidad y de
nuestra tierra y de nuestra cultura y anularnos sistemáticamente. ¿Hasta cuándo tenemos que soportar
injustamente las humillaciones que sufrimos diariamente, que no parecen tener
fin y que el ocupante y sus colonos intentan ocultar ante el mundo?
Continuas violaciones que impactan en la
población saharaui y en su dignidad y su seguridad desprotegida ante la mirada
de las Naciones Unidas y ante el conocimiento de los eurodiputados europeos que
son cómplices de este genocidio debido a sus intereses económicos y personales
en la zona. De alguna forma son conscientes de lo que acontece en el Sahara
ocupado, lo seguiremos denunciando, y seguiremos expresándolo en las calles y allí
donde se nos dé voz. Seguiremos luchando por defender lo que es nuestro, hasta
el final sin rendirnos jamás ni cansarnos ni achantarnos ante las barbaridades
que comete el ocupante marroquí contra nuestro pueblo. Porque defendemos y creemos
en la verdad y la justicia y lo seguiremos haciendo hasta el final, hasta la última
gota de nuestra sangre.
No hay justicia que nos proteja en los territorios
ocupados. Una muestra de ello es lo que ocurrió en Dajla ocupado la semana
pasada cuando un colono marroquí asesinó a un ciudadano saharaui, el activista Sidahmed
Uld Omar Ubula, que fue asesinado a traición por un inquilino que no le pagaba el
alquiler desde hacía meses. Cuando el ciudadano saharaui le reclamó la paga del
alquiler de su casa el colono le empezó a insultar y a amenazar. Tras una discusión
con él Sidahmed entró en una cafetería para tranquilizarse, y el colono
marroquí le asestó a traición una puñalada por la espalda, asesinándole en el
acto. La familia del difunto y las asociaciones de derechos humanos de Dajla
condenan lo ocurrido y lo denuncian como otro caso que se suma al genocidio practicado
contra los saharauis. Una vez más el acusado marroquí saldrá impune o con una
condena mínima.
Este suceso ha coincidido con la triste
noticia sucedida en la frontera ocupada entre Mauritania y Sahara, en el Guergarat.
Allí el joven saharaui Ahmed Salem Uld Lemghaimad se prendió fuego a lo bonzo, harto
del abuso que se cometía contra él cada vez que intentaba transitar por la
frontera, al requisarle su mercancía injustamente. Su pequeña carga de té
traído de Mauritania para luego venderlo en los territorios ocupados era su
medio de vida. El joven llevaba varios días protestando sin que nadie le hiciera
caso y le dejara pasar, recibiendo insultos y amenazas por las fuerzas del
ocupante. El joven Ahmed Salem se encuentra en el hospital en estado crítico.
A estos hechos se une el asesinato hace un mes
en Tánger del joven estudiante saharaui a manos de marroquíes por su activismo
y su fiel lucha pacífica por la auto determinación del pueblo saharaui. O el
asesinato del joven Said Dambar, de Fadili Hnan y una interminable lista de
saharauis asesinados a manos de colonos.
Esta situación forma parte de la ocupación y su
política de terror ejercida sobre la población saharaui, y se le añade el
bloqueo informativo impuesto en el territorio, con el fin de silenciar lo que
allí sucede y acallar la voz del pueblo saharaui. Un ejemplo de lucha contra
esta censura es la madre coraje del joven saharaui Haidala, Takbar Haddi. Esta
madre saharaui sigue denunciando el caso del asesinato de su hijo a manos de
colonos marroquíes en la cuidad ocupada de El Aaiún, por participar en
manifestaciones y por defender el derecho a la libertad de su pueblo.
Basta de asesinatos contra el Pueblo Saharaui en
este sangriento escenario de los territorios ocupados del Sáhara Occidental. Basta
de la brutal e indiscriminada represión contra la población civil indefensa y
hacia los saharauis que solo reivindican en manifestaciones pacíficas el
respeto de sus derechos y la libertad de expresión contra la ocupación militar
marroquí. Basta de violaciones de los derechos humanos y del robo de las
riquezas naturales del Sahara Occidental. Y basta de silenciar los hechos y los
asesinatos que suceden a diario en el Sahara, con la complicidad de España y
Francia que velan solo por sus intereses económicos sin tener en cuenta los
derechos de sus legítimos dueños y habitantes, el pueblo saharaui.
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