Francisco viaja
este sábado al país norteafricano, donde se encontrará con los dos obispos
católicos en el territorio, ambos españoles.
Organizaciones humanitarias lograron el
compromiso del Pontífice de recordar a Mohammed VI "el sinsentido de
mantener la ocupación del territorio saharaui"
La fuente indica que el viaje guarda mucho
significado para el diálogo con el islam moderado, pero también para la minoría
cristiana en el país que su cifra alcanza unos 30.000 católicos, según las
estadísticas). Además, este periplo tiene alto contenido político, especialmente
para los activistas del Sáhara Occidental, que en las últimas semanas lograron
arrancar el compromiso a Bergoglio de que hablaría con el rey de Marruecos para
solicitar una solución al conflicto de la antigua colonia española.
Francisco ya ha tenido contacto con la
situación de los saharauis. Hace unos meses se fotografió con un grupo de niños
procedentes de los territorios liberados y campamentos de refugiado saharaui.
También el pontífice había recibido algunas organizaciones humanitarias que le
hicieron entrega de un escrito en el que piden que, durante el viaje de este
fin de semana "indique al Rey de Marruecos el sinsentido de mantener la
ocupación del territorio saharaui, y que interceda por los presos y por el
respeto a la población saharaui y a sus recursos naturales".
Las organizaciones subrayaron en su carta al
papa que "No es una misión fácil, pero sabemos a quién se lo pedimos: a
alguien que sabe que no se puede mirar para otro lado cuando se produce la
injusticia".
Los firmantes de la carta hacen recordar al
papa, "Ante la inminente visita de Su Santidad al Reino de Marruecos,
consideramos nuestra obligación recordarle que ese país ocupa ilegalmente una
parte del Sáhara Occidental, antigua colonia española que no fue descolonizada
por España y que sigue pendiente de que se realice un referéndum de
autodeterminación".
El periódico Diario quien ha publicado la
carta señala al respecto que lo que está pendiente es si Francisco hablará del
Sáhara en público o en audiencia privada. Y el efecto que pueda tener en el
Gobierno marroquí.
En los últimos meses, el Consejo de Seguridad
ha ejercido presiones sobre Marruecos para sentarse a negociar con los
saharauis representado por el Frente Polisario. La administración republicana
se ha posicionado de manera muy clara respecto a la solución basada en el
respeto al derecho de la autodeterminación del pueblo del Sahara Occidental y
ha realizado guiños muy claros a Marruecos principalmente aprobando prórrogas
más cortas de la misión de paz desplegada en la zona (Minurso) que Marruecos y
Francia han ido delatando su trabajo manteniendo el conflicto a sus intereses
con el Statu Quo.
Los firmantes de la carta que recibió esta
semana Francisco también denuncian el "muro de la vergüenza" que
"divide y separa a los territorios ocupados de los liberados del Sáhara Occidental"
y divide familias. Un "muro militarizado de 2.270 km", cuyos márgenes
"están plagados de minas".
El siglo que ha estado España en el Sahara
Occidental los saharauis en cultura heredaron varias iglesias en Dajla, Villa
Cisneros, El Aaiun y en La Güera, Cabo Blanco. Marruecos tras su ocupación militar
al territorio destruyó dos de las tres iglesias que habían en la ciudad de El
Aaiun y la iglesia Nuestra Sra del Carmen en Dajla estuvo ocupada como cuartel
por un batallón del ejército marroquí y luego en los años ochenta intento
derruirla pero un activista saharaui en silla de rueda se encadenó dentro del
recinto sagrado junto a otros saharauis y pudieron salvar la iglesia.
“Un día un vecino vino corriendo a verme, “¡Bouh,
Bouh, los militares están destruyendo la Iglesia!”. Llegué y una excavadora
había derribado ya la parte trasera, como habían hecho meses antes con el
fuerte, los militares me dijeron: Esto no sirve, está abandonado… Además es un
lugar cristiano, nosotros somos musulmanes”. Yo les dije: ““No, esto es
nuestro, es patrimonio del pueblo saharaui y nadie lo puede tocar””. Corrí a
llamar a vecinos saharauis y nos concentramos frente a la Iglesia. Ahí
estuvimos hasta que llamaron al Gobernador”
Marruecos intenta borrar todo rasgo histórico o
cultural que España dejó a los saharauis, como es el caso de la lengua
española, los históricos y emblemáticos edificios como es el fuerte de
Francisco Bens que fue destruido por completo a pesar de la condena de la UNESCO
y las organizaciones saharauis que lo denunciaron. La protección de esta iglesia
por los saharaui le cuesta mucho ante el régimen de ocupación marroquí, cosa
que Bouh Semlali advertía “Mucha gente aquí (colonos marroquíes) se creen que
soy cristiano, las autoridades marroquíes de la ciudad de vez en cuando
esparcen rumores sobre mí, y a mis hijos les han dicho en el colegio que soy un
infiel”.
La iglesia de Dajla está protegida por el vaticano
y por los padres blancos de España en colaboración con los activistas de protección
del patrimonio histórico-cultural saharaui.
Esta situación con la persecución de las
personas que quieren convertirse al cristianismo son un problema que persiste
en Marruecos y en los territorios ocupados del Sahara Occidental, como ha
destacado hoy el periódico La Republica, “Marruecos no admite conversiones de
sus ciudadanos a otras religiones y de hecho muchos marroquíes no pueden
expresar que son católicos por temor a represalias”.
Diario La Realidad Saharaui puesto en habla
hoy con el activista cultural saharaui Bouh Uld Semlali, nos comentó “La iglesia
Nuestra Sra del Carmen en Dajla es cobijo de todos los emigrantes africanos que
pasan por esta ciudad buscando refugio y ayuda en su paso de tránsito hacia
Marruecos y Europa. Les damos ayuda y le recibimos para hacer misa en la
iglesia durante su estancia en la ciudad y a los marroquíes les acogemos sus
hijos en la escuela que gestionamos a través de nuestra asociación para niños
con problemas”.
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