martes, 21 de enero de 2020

Un recuerdo del dirigente saharaui Mhamed Jadad al desaparecido diplomático Suleiman Uld Tieb Uld Hanan


He recibido con gran tristeza y dolor la sorprendente marcha definitiva de nuestro hermano y compañero de lucha, que sea alabado por la misericordia, el perdón y la recompensa del Todopoderoso, Suleiman Tieb, embajador de la República Saharaui en Nicaragua. Con su triste partida se cierra una de las páginas de entrega más brillante en la lucha de nuestra diplomacia. Un diplomático que supo encarar a  los enemigos en varias capitales y en ámbitos bilaterales y multilaterales en los que nunca se doblegó. 
Suleiman ingresó a la lucha diplomática saharaui en 1978, como voluntario en una misión exploratoria como representante del Frente Polisario en Viena, Austria. Yo entonces desempeñaba el encargado de responsable del Departamento de Europa.
Esta fue la primera vez que trabajamos juntos en Austria.  Suleiman no hablaba el alemán, que es idioma del país, y no disponía de medios materiales. Pero en menos de un año, de su mano el Frente Polisario se convirtió en un destacado invitado de las conferencias y actividades del partido gobernante, y los líderes del Frente Polisario fueron recibidos por el canciller austriaco Bruno Kreisky. Después de un corto período, Suleiman Tieb pudo llevar proyectos de apoyo a los campamentos de refugiados saharauis; el más destacado de estos proyectos fue la construcción de escuelas primarias en todas las wilayas y construcción de guarderías; además de conseguir programas de suministro de tiendas de campaña. Sin dejar de contar con el apoyo político.
En América Latina fue el diplomático más prominente del pueblo saharaui presente en todos los foros y batallas en ese continente, que es geográficamente remoto y a la vez cercano a través de su apoyo político. Como diplomático estuvo a la altura en las sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas durante las cuales demostró un gran talento e inteligencia en hacer y entablar relaciones públicas.
Su marcha es una pérdida real, a nivel público y a nivel personal. Hemos tenido una relación especial y muy estrecha. Pero su consuelo y el nuestro es que permaneceremos fieles a su aporte y a los sacrificios de los mártires de la causa que siguen iluminando el camino ante nosotros y las generaciones futuras.
Mi pésame a su familia, la familia diplomática saharaui y el pueblo saharaui en general.
Mhamed Jadad

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