Catalunya-Sahara. por Mah Iahdih, FrentePolisario, 28 de febrero de 2020
Hace unos días asistimos a un espectáculo
bochornoso, protagonizado por la ministra de exteriores y el vicepresidente
tercero del Gobierno de España, en el que sobreactuaban y se esforzaban en
lisonjear y complacer a una monarquía feudal, que la única lengua que entiende
es el chantaje y la presión. Los dos ministros ni se ruborizaron al presentar
mil y una disculpas, mil y una excusas, mil Y una explicaciones y mil una
justificaciones; porque un cargo de segundo orden del Gobierno, haya recibido a
una ministra saharaui. Que hace apenas un mes era vicepresidenta del Parlamento
Africano y presidía reuniones a las que asistían innumerables autoridades
marroquíes entre ellas, el mismo ministro del Sultán que les regañó y les tiró
de las orejas por recibirla. La paradoja adquiere tintes satíricos, cuando el jefe
del Gobierno del mismo ministro del Sultán, que abronco y riño a la Sra. Laya,
estaba sentados al lado del presidente saharaui en la cumbre de jefes de Estado
de África, que se celebró hace apenas diez días en la capital de Etiopia.
La Sra. Laya, está acostumbrada a los
mangoneos de los Lobbys en los pasillos de la Unión Europea, y es posible que
aún no haya aterrizado en el ministerio de Exteriores de un estado soberano
como lo es el Reino de España. Cuando está sentada en su butaca de ministra,
deberá saber que, aunque la realpolitik a veces te juega malas pasadas y te
hace tragar sapos. Las formas y la dignidad de un estado soberano, son
cuestiones inviolables y hay que mantenerlas y guardarlas en la forma y en el
fondo y no se pueden abandonar cuando un ministro de un estado caprichoso, muy
poco respetuoso con la legalidad, las formas diplomáticas y las relaciones de
buena vecindad. Se le ocurre hacer una insolente e irrespetuoso llamada a su homóloga,
de un honorable y distinguido estado democrático, como lo es España.
Es verdad que la Sra. Laya y el Sr.
Iglesias son novatos, pero deberán aprender con el tiempo que la ley y la
legalidad están siempre por encima de los intereses, chantajes y presiones
varias, vengan de quien vengan y más si es de un estado despótico, que antepone
las coacciones y las presiones ilícitas al cumplimiento de la legalidad y la
ley. Es igualmente necesario, que los dos asimilen que Marruecos es un estado
chantajista, que el entendimiento y el diálogo los interpreta a su gusto y son válidos
si van en consonancia con sus caprichos y sus antojos y los ejecuta como hechos
consumados.
También, la Sra. Laya, no tanto el Sr
Iglesias, debe ser consciente, que posiblemente lo ignore, de que el territorio del Sahara Occidental, está
registrado en Naciones Unidas como uno de los 16 territorios NO AUTONOMOS, por
si lo desconoce, son territorios ocupado o coloniales, que están sujetos a la
aplicación de la Resolución 1514, conocida como declaración sobre la concesión
de la independencia a los países y pueblos coloniales. Por lo tanto, Marruecos
es sencillamente un mero ocupante ilegal del territorio y no tiene ninguna
autoridad ni potestad legal sobre el mismo.
Estos argumentos que el Sr, Iglesias conoce
de sobra, habrá que añadirles las tres sentencias del TSJUE, la sentencia del
TRIBUNAL Internacional de la Haya y el dictamen del año 2002 del asesor
jurídico de las naciones Unidas el Sr, Hans Corell. En todas estas leyes se
reconoce que el Sahara Occidental y Marruecos son entes jurídicos diferentes, así
mismo se reconoce el derecho a la libre autodeterminación del pueblo Saharaui y
finalmente se reafirma que a efectos de la legalidad internacional el Estado
Español ostenta aún la administración del territorio.
Con todos estos ingredientes sobre la mesa,
como se puede explicar el derroche de servilismo, sumisión y obediencia que
ofrecieron la ministra de exteriores y el vicepresidente tercero del gobierno
por una entrevista a priori sin relevancia y según el vicepresidente era para
ayudar a unas personas invidentes en los Campos de Refugiados Saharauis. O esto
es ciencia ficción o algo se nos escapa a los mortales.
El interminable espectáculo de la infame
monarquía Marroquí, disfrazado por las
cobardes explicaciones de los dos
ministros españoles, redondea la semana
con la expulsión en frio, de El Aaiún,
Capital del Sahara Occidental, de 8
miembros del Intergrup Pau i Solidaritat amb el Poble Saharaui del Parlament de
Catalunya, entre ellos tres diputados del Parlament de Cataluña, tres representantes
de los Ayuntamientos, una representante de la Generalitat de Catalunya y un representante de una
organización Juvenil. Fueron rechazados sin contemplaciones, de forma grosera y
sin ningún tipo de respetos por sus derechos y por los derechos universales de
libertad de circulación de personas. Un estado que trata a las personas con
este desprecio, típico de otras épocas despóticas, ¿es un estado que merece
respeto?,¿es un estado que se puede calificar de socio estratégico?, ¿es un
estado que merece las infinitas excusas ofrecidas esta semana?, ¿es un estado
que merece ser el primer benefactor de las ayudas europeas? Seguramente la
respuesta a todas estas preguntas es un rotundo NO, pero la miopía política,
resultante del chantaje sistemático que practica la monarquía feudal marroquí,
hace que la lógica y la coherencia brillen por su ausencia en las relaciones
bilaterales con Marruecos.
Este comportamiento soez es habitual y
sistemático, con todos los observadores que intentan acceder a la zona para comprobar
la crítica situación de violaciones en la que vive la población saharaui en las
ciudades Ocupadas. Durante el 2009 fueron expulsados del Sahara Occidental, 49
observadores internacionales, y Marruecos sigue siendo el hijo malcriado y
predilecto de la Unión Europea, ninguno de los abusos y atropellos que comete
afectan esas relaciones privilegiadas.
Estas expulsiones en frío constituyen un
insulto y una falta de respeto de la autocracia marroquí hacia las
instituciones que representan estas personas. Este deleznable acto, es el que
merece que Laya e Iglesias se esfuercen, sobreactúen, utilicen las redes
sociales y la televisión pública para demandar explicaciones al régimen marroquí.
Así podrán demostrar su gallardía y la coherencia de la que presumen, de lo
contrario, si se esconden, por temor a las temidas represalias del incomodo y
chantajista vecino , entonces, le están dando la espalda a la sociedad civil
organizada del Estado Español, que día tras día les empuja a enarbolar la
bandera de la justicia y la legalidad y les anima a guardar la de los cobardes
y miopes intereses.
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