Por XAVIER
ALDEKOA | BANJUL (GAMBIA), ÁFRICA. CORRESPONSAL 12/02/2020.
Équipe Média, una agencia de prensa clandestina fundada en el 2009 por una
veintena de jóvenes saharauis, se han erigido en la punta de lanza de quienes
buscan romper el bloqueo informativo en el Sahara ocupado.
Marruecos usa nuevos métodos de represión para silenciar a periodistas del
Sáhara OccidentalLa policía trata de humillar a activistas detenidas colgando fotos
personales sacadas de su móvil.
La Vanguardia, en
su edición de hoy miércoles 12/02/2020, publica un extenso reportaje sobre cómo
Marruecos en la parte ocupada del Sahara Occidental intenta silenciar a los
saharauis y en su lucha, desde las ciudades ocupadas. “Usan videocámaras viejas
y teléfonos móviles para alzar la voz desde el desierto y gritar basta.
Jugándose el tipo, graban las manifestaciones desde lugares escondidos y
denuncian en las redes sociales los actos de represión policial marroquí.
Cuando son descubiertos, pagan un alto precio: torturas, detenciones, acoso,
calumnias, sabotajes tecnológicos y abultadas penas de cárcel. Los activistas
del Équipe Média, una agencia de prensa clandestina fundada en el 2009 por una
veintena de jóvenes saharauis, se han erigido en la punta de lanza de quienes
buscan romper el bloqueo informativo que Marruecos ejerce en el Sáhara
Occidental y que castiga a quien dispute su soberanía sobre el territorio.
En conversación
telefónica con este diario, Ahmed Ettanji, presidente de Équipe Média, denuncia
desde El Aaiún una atmósfera irrespirable. “Queremos explicar lo que nos están
haciendo. Cualquier voz que reivindica los derechos del Sáhara es castigada y
reprimida duramente. Hay una falta absoluta de libertad”.
La oenegé
estadounidense Freedom House califica de “no libre” la situación en el Sáhara
Occidental
Abandonado por
España en 1975 tras más de un siglo de colonización y ocupado desde entonces
por Marruecos, el Sáhara Occidental se ha convertido en un territorio sin
medios libres, como denuncian organizaciones como Reporteros Sin Fronteras
(RSF), que el año pasado publicó el primer estudio sobre el asunto, titulado
Sáhara Occidental: un desierto para el periodismo . Pero la notable repercusión
del trabajo de RSF no ha cambiado las cosas; al revés: periodistas y activistas
saharauis en zona ocupada denuncian un recrudecimiento de los castigos por
parte de Rabat. “Marruecos –explica Ettanji—, oficialmente ignoró el informe de
RSF, pero en el terreno ha aumentado la represión. Nunca han parado, pero ahora
hay incluso más presión, agresiones y detenciones”.
Edith R. Cachera,
autora del informe, que es además corresponsal y relatora de RSF en España,
señala un cambio de táctica de Marruecos para silenciar a quienes piden la
autodeterminación del Sáhara Occidental, un territorio dividido entre las zonas
ocupadas por Marruecos, las controladas por el Frente Polisario y los
campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia). Además de penas de cárcel, de
varios años o cortas pero constantes, Cachera observa que las autoridades
marroquíes han cambiado los métodos de represión hacia más ataques a nivel
personal. “Marruecos ha pasado de castigar con la cárcel, algo que aún ocurre,
a mancillar la vida privada, calumniar, sacar informaciones falsas en redes
sociales y otro tipo de hostigamiento como hacer perder el trabajo al entorno
de los periodistas saharauis, especialmente si son funcionarios, forzando su
despido o boicoteando sus negocios”. En el caso de las mujeres activistas,
denuncia que se han dado casos, también en zonas no saharauis, en que la
policía ha publicado fotos personales extraídas de los móviles de las detenidas
para calumniarlas en las redes sociales y ante su propia comunidad.
No es sólo RSF
quien ha alzado la voz. La oenegé estadounidense Freedom House califica de “no
libre” la situación en el Sáhara Occidental, con una puntuación de sólo 4 sobre
100 puntos, y denuncia que los medios y periodistas prosaharauis se enfrentan a
“un hostigamiento constante”, “a la suspensión de su actividad” o “a posibles
bloqueos”.
Las Naciones
Unidas también han mostrado su preocupación ante la deriva marroquí. El pasado
7 de enero, el grupo de trabajo sobre detenciones arbitrarias de la ONU
advirtió oficialmente a Marruecos por el encarcelamiento del periodista
saharaui Ualid Batal. El documento de la ONU pedía una investigación de
Marruecos ante la brutal detención hace menos de un año del activista, quien
sufrió, según el texto, “una agresiva violencia policial y tortura” y fue
“obligado a firmar confesiones posteriormente usadas contra él en el juicio”.
En un vídeo grabado por otro activista en el momento de su captura se ve cómo
varios hombres vestidos de civil sacan por la ventana de un coche al activista,
le tiran al suelo y le propinan una tremenda paliza con palos, patadas y puñetazos.
El noviembre pasado, Batal fue condenado a dos años de prisión acusado de
“agredir a oficiales públicos y posesión de armas”.“
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