Moulud Uld Mohamed Uld Elmaki, conocido entre sus
amigos y la generación que le hemos conocidos en los años de estudio y después
en la guerra como Molud Elmaki; me he enterado el viernes 22 de noviembre el
mismo día en que nos dejaba para descansar en paz, después de larga lucha contra una tirana
enfermedad.
Nos vimos por primera vez en el verano de 1973,
siendo niños, en la ciudad de Castellón de la Plana. Yo procedía de Auserd con
un grupo de condiscípulos de colegio, él venía de la ciudad peninsular de
Dajla, entonces Villa Cisneros, junto a varios chavales de su colegio. Después,
en el marco de la contienda nacional en 1979, coincidimos ya chavales en Cuba. Él
terminaba el preuniversitario en la ciudad de Güines, al sur de La Habana, y yo
acababa de llegar para iniciar mis estudios de Telecomunicaciones. Alto, de
físico corpulento y amante al deporte, como me comentó el ingeniero Limam Uld
Breika, quien me facilitó varios datos de su vida al ser su gran amigo de
infancia.
Nació en la península de La Güera, en 1961. Hijo de una
familia de siete hermanos, cuatro chicas y tres varones, el mayor de ellos se
llamaba Boinani, conocido por el apodo que adquirió entre sus amigos de generación
como “El Congo”, quien se incorporó al Frente Polisario en 1975 junto a los
otros hermanos y cayó en la batalla de Guelta en 1981. Molud Elmaki, según
cuenta su amigo Limam Breika, en el año 1964 llegó con su familia a la ciudad
de Dajla donde cursó sus estudios de secundaria y a finales de 1975 aprobó 1º
de BUP, para posteriormente, en 1976 tras la ocupación marroquí al territorio,
incorporarse junto a su madre y hermanos a los primeros asentamientos de
refugiados saharauis en el sur de Argelia, en el campamento de Aueinet Belagra,
actual wilaya de Dajla.
En 1976 cursó en el internado del Labiad Sidi Chej,
Argelia, 2º de BUP y el siguiente año viajó con los primeros grupos de
estudiantes de nivel superior para cursar sus estudios de Telecomunicaciones en
Cuba. El año 1984 parte de Cuba hacia el Sahara en plena guerra contra
Marruecos, y al llegar al territorio no había otra opción para él y sus
compañeros de estudios que no fuera la de incorporarse a la guerra. Formó parte
de las unidades del Segundo Regimiento de fuerzas blindadas del Ejercito
Saharaui, desempeñando el cargo de oficial dentro del Ejército, hasta el cese
el fuego, acordado por Naciones Unidas entre el gobierno saharaui y Marruecos,
en 1991.
Para recabar recuerdos sobre su vida, aparte de los
momentos que compartí con él en los años de la guerra, en Gdeim Ech-ham, Hauza,
Farsia, Erbeiyeb, Benzaka, Bendeka, Gleib Ednadin, Hafret Ishiyaf y finalmente
en Amgala en 1989, acudí a otros amigos comunes de la misma generación como Chebih Salama, Chebeha; Baba Uld Hameyada; Mohamed Mulay; Limam Breika entre otros. Todos al hablarme
de él coincidían en destacar las mismas cualidades humanas por las que fue
conocido durante los años de estudio, la guerra, el éxodo, el exilio y sus
recientes años formando parte de la diáspora saharaui en España. El joven que
sentía entregada y consagrada toda su vida por ver el Sahara despojado de los
intrusos marroquíes. Sentía volver con sus sueños a la mar de La Güera, las
playas de Dajla y ver sus calles libres de los gorritos rojos del guermez
marroquí, y los habitantes extraños con sus chilabas que pululan en las calles
de El Aaiun, Dajla, Smara, Bojador y Villa Cisneros. Así se fue y con él se
marcharon estos sueños de un hombre que lo dio todo por lo que sabía suyo y de
su gente.
Moulud Elmaki deja dos niñas de tres y cinco años, y
una viuda, que residen en los campamentos de refugiados saharauis. Su madre
falleció hace dos años en los campamentos de refugiados, y su padre hace varios
años en la ciudad ocupada de Dajla. Limam Breika me reveló que según ha podido
saber de su familia, dejó clara su última voluntad antes de marcharse para
siempre, quiso que le sepultaran junto a su madre que en paz descansa en la
wilaya de Dajla.
Como amigos siempre le recordaremos con el corazón;
que en paz descanse juntos a muchos que dieron su vida por un Sahara soberano.
La Oficina de la Comunidad Saharaui para Europa, ofrece este número de cuenta
para ayudar en la repatriación de su féretro a su familia y ayudar a su viuda e
hijas. El mejor gesto hacia los que nos dejan es acordarnos de ellos cuando se
nos van en esos tristes momentos.
Número de cuenta: Banco Banesto cuenta en nombre de
Elmami Brahim, sobrino del fallecido: 00304044130002317272. و اجركم عند الله
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