Uxía Castro junto a Hassana Aalia en Bilbao. | PHOTO | Resistencia Saharaui |
Estos son días muy intensos. Desde que al
compañero saharaui Hassanna Aalia, activista de Derechos Humanos condenado
ilegalmente por un tribunal marroquí, el gobierno español le denegaba la
solicitud de asilo político el pasado día 19, para muchas personas del
movimiento pro-saharaui esto ha sido un no parar.
Ha habido muchos actos reivindicativos
importantes: concentraciones en varias ciudades del Estado español; personas
del mundo de la cultura, el deporte y la política manifestando su apoyo; muchas
publicaciones en prensa; mociones de
apoyo aprobadas por ayuntamientos y parlamentos autonómicos…
Yo quiero destacar, sin desmerecer ninguno,
dos actos en mi opinión muy importantes: la manifestación de Bilbao y la huelga
de hambre de Madrid.
El primero ha sido la manifestación
nacional por el asilo para Hassanna celebrada el día 31 en Bilbao en la que
tuve el honor de participar. Me volví a mi tierra gallega francamente
impresionada por la cantidad de gente que había, por el ambiente de lucha y
compromiso que se respiraba, por la cantidad de personas de partidos políticos,
sindicatos, y diversas organizaciones de la sociedad vasca que estaban allí
para alentar a Hassanna, al que llevan arropando con todo cariño desde que se
conoció su orden de busca y captura allá por el 2011.
El segundo acto que quiero remarcar es la
huelga de hambre llevada a cabo por once compañer@s canari@s y saharuis en el
aeropuerto de Madrid durante 5 días y que finalizó con una rueda de prensa en
la que también estuvo Hassanna Aalia frente al Ministerio del Interior, el
pasado 4 de febrero, día en que finalizaba el plazo de quince días que ese
ministerio ha concedido a Hassanna para abandonar el territorio, como si fuesen
dueños del presente y el futuro de las personas; algo que él no ha hecho y no
hará mientras la Audiencia Nacional no revise el recurso presentado.
Muchas personas se sorprenden y nos
preguntan cómo alguien puede estar dispuest@ a remover cielo y tierra, a
jugarse incluso la salud por otra persona haciendo una huelga de hambre. La
respuesta para mí es sencilla: no te la juegas por una persona, sino por un
sentimiento, por una firme convicción de que ya no estás dispuesta a seguir
tragando con la brutal injusticia que se comete en tu país o en el de tu hermano.
¿Qué nos da las fuerzas para seguir
adelante? Las fuerzas a tod@s l@s que participamos de esto nos vienen de los 22
presos políticos encarcelados como consecuencia de haber organizado el
campamento de Gdeim Izik junto a
Hassanna, que llevan 5 años sufriendo atroces torturas y vejaciones en una
inmunda prisión marroquí en Rabat; la fuerza nos la dan tod@s l@s pres@s políticos
saharauis encadenad@s por el único delito de defender pacíficamente la dignidad
de su pueblo, de l@s cuales llevamos la voz que este mundo desgarrador y sus
instituciones al servicio de intereses económicos tratan de ensordecer.
Esa es nuestra fuerza. Esa es la fuerza de
Hassanna Aalia y su razón para seguir adelante sin perder la sonrisa. Y guiad@s
por esa fuerza iremos con él, con ellos, hasta donde haga falta.
#AsiloParaHassanna
#LiberdadPresosSaharauis
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