miércoles, 12 de octubre de 2016

Todo listo para el #FiSahara2016 dedicado a los "Pueblos Ocupados: Memoria y Resistencia".

Foto: @cazurro
MADRID (Sputnik) 10.10.2016— El Festival Internacional de Cine del Sáhara, más conocido como FiSahara, vuelve a los campamentos de refugiados saharauis de Dajla "con el objetivo de visibilizar el conflicto que lleva cuatro décadas sin resolución".
"Este año volvemos al Sáhara para visibilizar la lucha y resistencia de los saharauis desde que Marruecos invadió el Sáhara Occidental en 1975; este festival lucha con ellos, por recuperar su tierra y su libertad y para que se haga justicia", aseguró a Sputnik José Taboada, presidente de la Coordinadora Estatal De Asociaciones Solidarias Con El Sáhara (CEAS) y director del FiSáhara.
Este año, el festival, el único que se celebra en un campamento de refugiados en el desierto, se dedicará a los "Pueblos Ocupados: Memoria y Resistencia".
Con este título, el FiSahara acogerá a representantes de distintos pueblos "que sufren las consecuencias de la ocupación en todo el planeta y que son un ejemplo de resistencia para el mundo: desde Papua Occidental, hasta la Amazonía ecuatoriana, Palestina, el Kurdistán y las tierras indígenas de Norte América", señala la organización.
Durante esta semana, cineastas, activistas y artistas celebrarán un encuentro con el pueblo saharaui para compartir sus historias y métodos de lucha.
Los organizadores destacan que este año es "una edición especial del festival", porque "es el año que ha muerto el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática y Secretario General del Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz, al que se le rendirá un homenaje.
"Abdelaziz apoyó desde el principio el FiSahara, creemos que con el nuevo presidente seguiremos ese camino", asegura Taboada.
Durante los cinco días que durará el festival, además de proyección de películas, habrá talleres, conciertos y, especialmente, mesas redondas en las que se debatirá sobre la situación política.
Entre los invitados de este año destaca el conocido grupo indie español Vetusta Morla y la actriz Clara Lago.
"El pueblo saharaui es un referente, para nosotros es un orgullo poder estar", aseguró uno de los componentes de Vetusta Morla durante la presentación en rueda de prensa del festival.
En las conferencias participarán varios dirigentes de la República Árabe Saharaui Democrática y del Frente Polisario, además de los activistas y cineastas invitados.
Entre los más destacados se encuentra Benny Wenda, un líder de la lucha por la independencia de West Papua; Jennifer Robinson, abogada internacional defensora de los Derechos Humanos, defensora del movimiento por la independencia de West Papua y abogada de Julian Assange; Riham Ghazali, cineasta y fotógrafa palestina de Gaza o Mohamed Dadach, considerado prisionero de conciencia por AmnistíaInternacional y preso político de los Territorios Ocupados del Sáhara Occidental, entre muchos otros.    
El delegado del Frente Polisario en Madrid, Abdulah Arabi, considera que este conflicto "va a tener un final feliz".
"Los saharauis nunca hemos perdido la esperanza, la solución es mediante la vía pacífica", señaló.
No obstante, Arabi destaca que la actual situación política es de "tensión".
"Marruecos está intentando provocar la paciencia del pueblo saharaui, romper el statu quo, mientras la ONU actúa con mucha pasividad, incluso complicidad con Marruecos", denuncia el delegado del Frente Polisario.
Sin embargo, la organización afronta el festival con mucho optimismo "son cinco días de cultura y resistencia junto al pueblo saharaui, compartiendo sus costumbres, conviviendo con la población refugiada, intercambiando experiencias y conocimientos", apuntan.
Esta es la XIII edición del FiSahara, "durante estos 13 años, más de 200 directores, actores y actrices pasaron por el festival y se hicieron eco de la ocupación y resistencia en el Sáhara Occidental. Seguiremos haciéndolo hasta conseguir justicia y libertad", insiste Taboada.
David Bollero, Posos de anarquía, Público. 11/10/2016
Hoy arranca la XIII edición del FiSahara (Festival Internacional de Cine del Sáhara). Se prolongará hasta el próximo domingo 16 y, durante esta semana, volverá a poner el foco en la lucha del pueblo saharaui, absolutamente olvidado por el Gobierno español. Bajo el lema “Pueblos Ocupados: Memoria y Resistencia”, la edición de este año pasa por ser una de las más importantes de los últimos tiempos, porque los tambores de guerra suenan con más fuerza que nunca. De hecho, y aunque las noticias no lleguen interesadamente a los medios de comunicación masiva, el presidente de la república árabe saharaui democrática (RASD), Brahim Ghali, ha autorizado a sus tropas atacar sin restricciones al ejército marroquí.
El motivo es la tensión provocada por Marruecos desde el pasado mes de agosto, cuando incumplió el Acuerdo Militar firmado en 1991 por Marruecos y el Frente Polisario en virtud del cual ninguno de los dos bandos puede sobrepasar el muro de división. La invasión tuvo lugar en La Güera (región de El Guerguerat), la localidad saharaui más sureña en la frontera con Mauritania. En agosto, Mohamed VI llegó, incluso, a cerrar la frontera, según sus argumentos, para impedir que entren por ella tropas saharauis.
Ahora, el Ejército de Liberación Popular Saharaui se ha hecho con el control total de El Guerguerat y tiene orden de disparar si el ejército marroquí vuelve a invadir. Especialmente acertado es el análisis que realiza de la situación el experto en la materia Carlos Ruiz Miguel, en el que se denuncia la ineptitud de la ONU y la MINURSO gestionando el incidente o, lo que es peor, su complicidad con Marruecos.
Y en España, nadie sabe nada, a pesar de que los saharauis fueron compatriotas, ahora que ese palabra está en boca de muchos… Por eso FiSahara y el puñado de locos y locas, que casi sin medios, de manera altruista y con mucho esfuerzo e ilusión lo organizan, son tan importantes. El Festival, reconvertido desde hace unos años en un auténtico referente en el circuito de los Derechos Humanos (DDHH), es un grito que rompe el silencio mediático sobre cuanto acontece a los que un día constituyeron la provincia 53 de España.
Y es necesario, creánme, no sólo porque Marruecos esté forzando romper el alto el fuego aprovechando la reciente muerte del presidente del RASD, Mohamad Abdelaziz, y la impaciencia -aunque son 40 años viviendo en campamentos de refugiados- de los saharauis más jóvenes, sino por el cúmulo de desgracias que vive este pueblo en el desierto: Hace cinco días que un niña saharaui de cuatro años murió víctima de una de las minas antipersona con que Marruecos tiene sembrado el territorio. No sólo eso, Argelia ya ha advertido sobre los temporales de lluvia que se avecinan y que, como sucedió el año pasado, destrozaron algunos de los campamentos de refugiados. Entonces, muchos saharauis tuvieron que escapar de las inundaciones hacia Mauritania, a través de fronteras como la que Marruecos había cerrado con sus soldados.
Así que más FiSahara, por favor, más activistas por la libertad y los DDHH como los que levantan este festival que vuelve a sacar los colores a España, Francia, EEUU y la ONU que, de estallar finalmente la guerra, serán en realidad los que hayan apretado el gatillo.

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