Fuente: Web de Tlaxcala. Luis Portillo.
Imagen: portada ABC/Nov.1975.
El 1 de marzo de 2017, el diario El País
publicó el siguiente editorial:
La escalada de tensión en el sur del territorio
muestra el precario equilibrio en el que se encuentra la paz
La reciente escalada en el sur del Sáhara
entre Marruecos y el Frente Polisario pone de manifiesto el precario equilibrio
en el que se encuentra la paz en una región clave para la estabilidad del
Magreb y la seguridad en Europa.
La actitud del rey de Marruecos, Mohamed
VI, que ante la escalada de incidentes en Guerguerat —en la frontera con
Mauritania— decidió comunicar al secretario general de la ONU, Antonio
Guterres, la peligrosa situación que se estaba viviendo en la zona, supone un
acierto que probablemente ha ayudado a que las aguas vuelvan, al menos
temporalmente, a su cauce. Las tropas del Ejército marroquí y los combatientes
del Frente Polisario se encontraban separados apenas por 120 metros de terreno,
lo que elevaba la posibilidad de un enfrentamiento armado que pusiera fin al
alto el fuego vigente desde 1991.
Es positivo que Marruecos, a instancia de
Naciones Unidas, haya retirado unilateralmente sus efectivos militares de la
zona objeto de tensión. Toca ahora instar al Frente Polisario a que también
aparte todos sus elementos armados de la franja de cinco kilómetros objeto de
tensión y permita el restablecimiento del tráfico comercial en la zona.
Esta crisis reitera que no se puede
prolongar indefinidamente la disputa en torno al futuro del Sáhara y que la
mediación de Naciones Unidas es tan necesaria como efectiva para lograr una
solución estable y duradera en el marco del derecho internacional. Tal y como
ha reiterado la ONU — y las partes aceptaron en los acuerdos de alto el fuego
de 1991— la solución del conflicto pasa por la organización de un referéndum
con plenas garantías y bajo la supervisión de la Misión de Naciones Unidas para
el Referéndum del Sáhara Occidental (Minurso). A la espera de ese momento, que
la comunidad internacional tiene que promover, las partes deben mostrar la
máxima contención.
He aquí la carta al Director enviada por
nuestro colaborador Luis Portillo Pasqual del Riquelme:
“Remitir y endosar a la ONU y a la
comunidad internacional la resolución del problema del Sáhara Occidental, como
hace el editorial de EL PAÍS del pasado 1 de marzo, es, por supuesto, muy
cómodo, pero también muy hipócrita y parcial. En primer lugar, hay crisis en el
Sáhara Occidental desde que Marruecos invadiera y ocupara el territorio
saharaui en 1975/76. Pero además, fue un Gobierno de la dictadura franquista
quien firmó los Acuerdos Tripartitos, ilegales, ilegítimos, no reconocidos por
Naciones Unidas, y aún no anulados por ningún Gobierno de la España
democrática. España, que jamás tuvo soberanía sobre ese territorio no autónomo,
tampoco podía transferirla a Marruecos y Mauritania; y, legalmente, sigue
siendo la potencia administradora del mismo. El Gobierno del Partido Popular ha
ostentado la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU y no ha movido un
solo dedo por el derecho inalienable del pueblo saharaui a la
autodeterminación”.
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