Fuente: Contramutis, por Alfonso Lafarga; 20
de septiembre de 2017
Embajadora saharaui retenida en el
aeropuerto de Lima desde el 9 de septiembre
Congresistas de la Liga parlamentaria de
Amistad con Marruecos quieren impedir que entre en Perú
Alfonso Lafarga.- Jadiyetu El Mohtar, embajadora en misión
especial de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) a la que no se
permite entrar en Perú y que se encuentra retenida en el aeropuerto de Lima
desde el 9 de septiembre, está dispuesta a agotar todas las vías legales en su
lucha por la causa del pueblo saharaui.
La diplomática saharaui, que fue a Perú
para entrevistarse con el presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski,
por encargo del presidente saharaui, Brahim Gali, según habían concertado
previamente ambos mandatarios, se
muestra contundente: “Estoy dispuesta a llegar hasta donde la ley me permite
para restablecer mis derechos fundamentales como persona y resarcir el agravio
a mi pueblo y a mi causa”.
La embajadora saharaui explica a
Contramutis el proceso que ha llevado a una diplomática a estar retenida en una
dependencia del aeropuerto internacional Jorge Chávez:
“Esto es una resolución de migraciones sin
autorización judicial, en la que se emite una orden de prohibición de entrada a
través de una alerta roja con fecha y nulidad el 18 de agosto, basada en la
petición de dos congresistas de la bancada fujimorista, presidente y miembro de
la Liga parlamentaria de Amistad con Marruecos, que alegan usurpación de cargo
-para ellos no soy embajadora en misión- y que pongo en grave peligro las
privilegiadas relaciones con el Reino de Marruecos”.
“Exijo resolución judicial por escrito,
reclamó el respeto de mis derechos fundamentales y eso les complica su
intención de deportación. Se interpone un habeas corpus por mis abogados,
migraciones me ofrece firmar una autorización de ingreso al país con la
condición de retirar el habeas corpus y no declarar nada contra terceros
países; renuncio porque exijo que se me especifique quien es ese `tercer país`
puesto que no me consta denuncia de ningún país”.
Jadiyetu El Mohtar, que anteriormente fue
la representante de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis (UNMS) en España,
afirma que la resolución del habeas corpus se ha retrasado “porque con el afán
de migraciones de buscar una salida que respalde su atropello pidieron retirar
el expediente del juzgado número 19 de Lima, donde se derivó el primer día, y
se pasó, de manera inexplicable, al juzgado 33. Se espera que el miércoles el
juez -a fin a sus intereses, pero que tiene difícil emitir un pronunciamiento
sin fundamentos legales- emita su sentencia”.
Dimensión internacional del caso
Dice que si el fallo judicial es favorable
podrá entrar en Perú mientras
migraciones recurre, pero si es adverso recurrirá y tendrá que permanecer otros
4 o 5 días más en la oficina del aeropuerto hasta que se resuelva el recurso,
resolución que cree no se demorará más
de 3 o 4 días.
Mientras, la estancia de Jadiyetu El Mohtar
en una oficina del aeropuerto ha pasado del “chantaje” que dice sufrió al
principio a una mejor atención cuando el caso alcanzó dimensión internacional.
Organizaciones de América y Europa han criticado la medida contra la
diplomática saharaui, a la que han mostrado su apoyo.
Este es su relato: “El trato recibido por
los directivos de migraciones durante los primeros siete días, del 9 al
15, fue de chantaje: me exigían subir a
una segunda planta donde está la sala de embarque de Iberia para poder recibir
comida o agua, a lo que me negué porque ellos mismos me habían llevado a su
oficina, que es territorio peruano y de la que no quise moverme, para notificarme la expulsión ; su intención
era conducirme a la zona internacional y así perpetrar su abuso y
arbitrariedad. Desde entonces se han metido en un laberinto legal del que no
saben cómo salir”.
“Ahora me están tratando mejor: comida,
bebida, visitas médicas, porque mi salud se ha trastocado por la
deshidratación, trastornos alimenticios debido a la falta de comidas reguladas y
calientes. Tengo contractura cervical por dormitar en un sillón durante tantos
días. La tensión es alta por la falta de sueño, la luz permanente y el trasiego
de los grupos de trabajo en la oficina”.
Perú reconoció a la República Saharaui en
agosto de 1984, relaciones que quedaron congeladas en septiembre de 1996
durante el gobierno de Alberto Fujimori. La diplomática saharaui dijo a
Lamula.pe que su designación como
embajadora en misión en Perú era “una medida de buena fe y buenas formas para
facilitar el proceso de restablecimiento de las relaciones que nunca debieron
suspenderse”.
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