El viernes 27 de octubre en la Facultad de
Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid se celebró el “I
Seminario Internacional de Historia e Imagen de las mujeres”, dedicado a las
mujeres saharauis. La mesa redonda se desarrolló en torno al proyecto “La mujer
saharaui toma la palabra. Historia de un pueblo a través del archivo de la
memoria”, de la fotógrafa Ana Valiño Fernández. Con la presencia de numerosos
alumnos, se presentó el proyecto que la fotógrafa está realizando sobre la
historia de las mujeres saharauis. La mesa contó con la participación de Zahra Hasnaui,
filóloga, escritora y miembro de la Generación de la Amistad Saharaui; Nadhira Louchaa,
actriz y activista, Nuena Djil, activista y una de las mujeres que levantaron
los campamentos de refugiados al inicio del éxodo, y Jadaya Creita, quienes abordaron
cuestiones como el papel desempeñado por las mujeres que vivieron en primera
línea la guerra y sus consecuencias, la necesidad e importancia de recuperar y
conservar su memoria histórica tanto oral como gráfica y la lucha por los
derechos sociales del conjunto de las mujeres saharauis, aún no finalizada.
La fotógrafa Ana Valiño explicó que su
proyecto consiste en una recopilación de fotos de las protagonistas de la
revolución saharaui los años 70, que se han ido consiguiendo gracias al boca a boca,
“las mujeres en las jaimas, nos iban mostrando dónde se encontraban cada una de
las protagonistas de las fotografías tantos años después”.
La escritora Zahra Hasnaui explicó como el
pueblo saharaui se despertó “de repente un día con una invasión militar. Estas
mujeres llegaron a la nada y, mientras los hombres estaban en el frente, las
mujeres crearon un hogar para nosotros, ellas nos protegieron”. Recordó la
estrofa de su poema de homenaje a aquellas mujeres, “Saharauia”, Con la capa
de estrellas, arropaste la noche gélida, acercaste la luna y la brisa marina,
en aquellos durísimos primeros días del refugio la melhfa de las mujeres hizo
incluso de jaima para los niños. “A las mujeres de la generación de Nueina
nunca podremos agradecerles lo suficiente la magia con que convirtieron la
inhóspita hamada en hogar para el pueblo saharaui.”.
Nueina Djil, una de aquellas mujeres que
levantaron los campamentos y protagonista de la mítica foto de Christine
Spengler, realizó una intervención “en nombre de todos los refugiados”. Nueina
afirmó que “el origen de nuestra tragedia no fue el hombre ni tampoco
diferencias políticas ni enfrentamientos ni enfermedades, fue la negra
tradición de unos vecinos; a esa tradición le siguió la española”. Se refirió a
los ilegales Acuerdos Tripartitos del 14 de noviembre de 1975. “Nos trataron
como ganado pero no contaban con que el pueblo saharaui iba a luchar contra la
injusticia”. Tuvo palabras de recuerdo para “los ancianos, mujeres y niños que murieron
en el camino al éxodo” desde el territorio saharaui hasta los campamentos. “Tuvieron
que hacer alrededor de 700 km andando, sin medios. El viaje fue muy duro”.
Zahra Hasnaui matizó que a la dureza del
éxodo se unió el componente psicológico de la guerra y la invasión. “El Frente
Polisario llevó a la unidad a un pueblo dividido en tribus, sin discriminar y
sin marginar a nadie, todos tenían cabida en la jaima de la revolución saharaui”.
Recordaron el papel primordial de las mujeres saharauis en el éxodo y en la
construcción de los campamentos. Las mujeres debieron de encargarse de salvaguardar
a la población civil, cavaron zanjas para protegerlos, hacían bloques de adobe
para levantar las instituciones, alimentaban a los refugiados, se encargaron de
la educación, de la sanidad. Las mujeres no lucharon directamente en la guerra,
aunque sí hubo alguna mujer combatiente y conductoras en el frente. Recibían
formación militar, ya que estaban encargadas de defender los campamentos.
“En el éxodo sucedieron muchas tragedias,
muchas perdieron a sus hijos en el camino, sufrieron enfermedades y epidemias”. Nueina
tuvo unas palabras de agradecimiento a Argelia, “que nos prestó su tierra”.
Zahra recordó que los primeros asentamientos provisionales estaban en
territorio saharaui pero debido a los bombardeos marroquíes con napalm y
fósforo blanco, la población saharaui levantó los campamentos en territorio
argelino. Los saharauis proclamaron la república al día siguiente de que España
abandonara el territorio. Sucedió el 27 de febrero de 1976, y fue reconocida
inmediatamente por varios países africanos, como Madagascar. Las mujeres
saharauis construyeron una sociedad democrática. Ellas también fueron
orientadoras políticas y maestras, “a pesar de que la mayoría no tenían
estudios, se formaron unas a otras”, señaló la escritora saharaui. “Todos nuestros
logros fueron a base de voluntad, voluntad y voluntad”. Las mujeres se
organizaron en el éxodo en comités y se comenzaron a celebrar los primeros
congresos anuales de mujeres para discutir aspectos de organización, sanidad o
educación.
“Cuando España abandonó el territorio,
después de cien años de ocupación, no había ni una sola licenciada”, recordó
Zahra Hasnaui, recalcando el logro de la revolución de que todas las mujeres
estudien. Zahra afirmó que ha habido una evolución enorme en estos cuarenta
años. “Las mujeres saharauis tienen los mismos derechos que los hombres. Aunque
esto no es nuevo, nuestros abuelos eran nómadas, el hombre estaba fuera y la
mujer era la dueña de la jaima”. “La educación parte de la jaima, de cada
núcleo familiar”, afirmó Nadira Luchaa, “Nos enseñan desde niños el respeto a
los mayores, lo que se espera de cada uno en la sociedad y el respeto por la
causa”. Zahra agradeció a la revolución que por primera vez en la historia
saharaui las mujeres hayan podido ser cantantes, escritoras, ingenieras,
actrices, doctoras. “El nuestro es un sistema participativo, tenemos
parlamentarias, directoras, gobernadoras, ministras, en todos los estamentos
hay mujeres”.
También hubo un recuerdo a la situación de
las mujeres saharauis de los territorios ocupados que sufren todos los días la
represión y violaciones de derechos humanos por parte del ocupante marroquí. María Alonso,
una de las directoras del documental Skeikima, explicó también la situación de
la educación en los territorios ocupados, y cómo los estudiantes saharauis
tienen que trasladarse a Marruecos si quieren hacer estudios universitarios.
La fotógrafa Ana Valiño ha viajado a los
campamentos de refugiados saharauis en diferentes ocasiones. Su intención es
conocer de cerca las consecuencias del conflicto saharaui, aún sin resolver, y
el papel fundamental de la mujer saharaui en el mismo. En los campamentos ha
recogido el testimonio de muchas mujeres que vivieron en persona la invasión,
la guerra y el éxodo. La preocupación de Ana es que estas historias no se
pierdan y queden en el olvido al ser la cultura saharaui fundamentalmente oral
La fotógrafa habla así de su proyecto: “MUJAHIDAT
SAHARAUIAT es un proyecto documental y fotográfico sobre la guerra en el Sáhara
Occidental (1975-1991) desde una perspectiva de género: la experiencia de la
mujer en la guerra. A través de los relatos de diversas mujeres, quiero conocer
cómo fue su experiencia en la guerra, tanto de las que se quedaron en los
territorios ocupados por Marruecos, como las que combatieron en el frente (...)
Qué motivó a algunas de ellas a unirse a la lucha armada. Cómo fue su lucha por
sobrevivir y proteger a su familia, qué supuso para ellas asumir muchos de los
roles que estaban atribuidos a los hombres y cuáles fueron las consecuencias de
la asunción de esos roles”.
La dirección y coordinación del Seminario ha
corrido a cargo de la Dra. Mónica Carabias Álvaro, del Departamento de Historia
del Arte Contemporáneo (Arte III)
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