En el 50 Aniversario del Frente Polisario y el 44 de la proclamación de la República Saharaui, RASD: destaca el autor que son "Dos fechas que en muchos
lugares y para muchas personas, tal vez no signifiquen nada, o sí".
Para el pueblo saharaui y el movimiento solidario con su lucha tienen
un especial significado.
Cincuenta años de revolución
y cuarenta y cuatro de estado.
L@s lector@s de HABLEMOS DEL SAHARA
y SAHARAUIS EN ACCIÓN, generalmente conocen la trayectoria de estos dos
fenómenos que impresionaron al mundo (modestia aparte).
Tal vez piensen que llevo mal
la cuenta. No. Lo que pasa es que para mí, la revolución saharaui empezó el día
17 de junio de 1970. Y por tanto estamos en 50 años de revolución.
Las personas que hicieron o
hacen la revolución para la liberación de lo que sea, son revolucionarios si
asumen que los resultados no son de un día para otro. Y los saharauis sabemos
mucho de lo duro y largo que es el proceso revolucionario; pues llevamos
cincuenta años luchando por nuestra TOTAL independencia y somos conscientes que
si aún no hemos logrado nuestros objetivos, es porque todavía no se han dado
las circunstancias para ello como se dieron para la revolución. Y no hay atajos
para la independencia, tal y como pretenden algunas voces dentro y fuera del
seno saharaui. Es una revolución de larga duración y sin vuelta atrás; pues los
resultados o logros son evidentes:
- un y único pueblo
- un pueblo unido
- un pueblo organizado
- un pueblo consciente y culto
- un pueblo capacitado
No voy a comparar; pero todo esto no se logra en cincuenta años,
en unos escenarios a nivel internacional y regional adversos y hostiles política y geográficamente; pero
Sobretodo HOSTILES.
La hostilidad de terceros hacia el pueblo saharaui,
ha marcado todas las etapas desde finales del siglo IXX hasta nuestros días y
las que siempre ha sabido sobreponerse superar y vencer.
Así pues, la Revolución del 20 de mayo es un
fenómeno de la capacidad del pueblo saharaui y un reto al colonialismo y el
neocolonialismo. Hombres y mujeres, unidos haciendo historia y poniendo en
valor la dignidad humana ante las inhumanas políticas y guerras de genocidio.
La confianza en sí mismo, su ciega fe en su
justa lucha y su paciencia son sus armas más letales y sus enemigos dan fe de
ello.
Los logros de la revolución
del 20 de mayo, en tan poco tiempo, superaron las expectativas de aquel puñado
de jóvenes que abrieron el camino de la independencia de su pueblo (Gloria
eterna a los mártires), y por supuesto que asombraron al mundo entero. No solo
por las victorias militares contra dos países agresores sino por otras tres
razones de peso:
-Los agresores no estaban
solos. Contaban con exageradas cuantías de armamento americano, francés,
español, israelí y del apartheid, pagado (como no podía ser de otra manera) por
varios países de la zona petrodólar.
-Es una revolución de
verdaderos procesos socioculturales y políticos. La revolución del 20 de mayo,
no cayó del cielo. No llegó en bandeja de ningún metal precioso. Llegó porque
un puñado de jóvenes se lo han currado (así, vulgarmente dicho) y la hicieron
posible y porque el pueblo y el país la necesitaban y deseaban. Y así los
jóvenes y su pueblo determinaron que el Sahara tenía que ser independiente y
ante la intransigencia y negativa del colonialismo, desencadenaron la gloriosa
revolución del 20 de mayo, que hoy después de cincuenta años todavía hay
algunos derrotistas que cansados, piensan que hemos perdido la contienda cuando
en realidad, es ahora que la estamos ganando.
La República Árabe Saharaui Democrática,
es quizás el logro más vistoso de la revolución; y aunque no se mira y valora
en toda su dimensión y alcance, por parte del derrotismo, es una obra del arte
de la política soberana, independiente y firmeza de la revolución saharaui,
erigida en Bir Lehlu el día 27 de febrero de 1976 y en plena guerra.
Precisamente hoy, cumple 44
años.
No creo que necesitemos
destacar aquí, todo el recorrido del joven estado y el desarrollo político y
social que ha supuesto, dentro del espíritu de la revolución (entendida como
transformación), para el pueblo por una parte y el dinamismo diplomático activo
por otra.
Con el permiso de nuestros
lectores y aprovechando el aniversario, recordamos, deseándoles gloria eterna,
a los y las que dieron su vida porque la revolución cumpla 50 años y la
república 44 y felicitar a las y los saharauis y personas del movimiento
solidario que siguen vivos y vivas al " pie del cañón " manteniendo
su indefectible compromiso con nuestra justa lucha por la independencia total.
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