La alcaldesa de Zamora, a quien el Gobierno
de Marruecos impidió el pasado viernes entrar en el Sáhara Occidental, acudirá
al Comité de Derechos Humanos de la ONU al considerar "un problema
internacional" la actitud del Gobierno de Marruecos ante el problema que
padece el pueblo saharaui.
La delegación castellanoleonesa que
pretendía reunirse en El Aaiún con las asociaciones y colectivos que defienden
los derechos humanos y las libertades del pueblo saharaui que vive en los
campamentos de Tinduf estaba encabezada por la alcaldesa de Zamora y por la
Presidenta de la UACYL solidarias con el pueblo saharaui, Inés Prieto. Ambas
volaron a El Aaiún para conocer de cerca la situación del pueblo saharaui y
establecer vías de colaboración social y humanitaria.
¿Cómo fueron los modos de tratar el
Gobierno de Marruecos a la delegación de Castilla y León?
Correctos, en el sentido de que físicamente
no hicieron nada pero fueron absolutamente intimidatorios. Esto es algo que yo
tengo como un compromiso personal, no es un compromiso del Ayuntamiento, sino
personal, pero mantengo una relación con la Federación de Asociaciones de
Castilla y León que, además, preside la zamorana Inés Prieto, una especial
vinculación por trabajar más allá de lo que se está haciendo. Con el pueblo
saharaui hay muchísimas familias en toda España y, especialmente, en nuestra
tierra que tienen niños acogidos, niños que vienen en el verano, niños que
vienen a estudiar, a tratarse de enfermedades, es decir, que hay una especial
sensibilidad. Pero había que dar un paso adelante y trasladar no solamente a
esos campamentos donde malviven esas familias, sino a los territorios ocupados
donde Marruecos, por las informaciones que nos llegan, está tratándolos de una
forma absolutamente inhumana. Sabemos que hay una vulneración de los derechos humanos.
Pensábamos entrevistarnos con muchas asociaciones que están allí, en el Sáhara
ocupado, y que lo único que siguen pidiendo es su libertad, no piden otra cosa.
Y, además, lo piden de una forma pacífica, justa y con todo el aval que tienen
sus argumentos, porque sus argumentos son los que tiene la ONU.
¿Cómo fue la llegada al aeropuerto?
Cuando hemos llegado, no solamente no nos
han dejado entrar sino que el trato ha sido muy tenso. Teníamos el aeropuerto
rodeado de policías, de coches, una comitiva con múltiples policías fue al
avión a buscarnos; entre otras cuestiones, desde el principio vimos que ya lo
tenían previsto porque, cuando han entrado, han preguntado por la alcaldesa de
Zamora y eso en el pasaporte no figura, es decir, nos habían estudiado desde el
día anterior, el comandante también nos lo confirmó, que así había sido, que
desde los días anteriores estudian a todos los pasajeros que van y cuando creen
que alguien va a apoyar de una forma u otra al pueblo saharaui, que es a lo que
íbamos, en plan humanitario pero a apoyarles, pues impiden la entrada. Su
obsesión son los periodistas, las autoridades marroquíes no hacían más que
preguntarnos que si había algún periodista en el avión, y los políticos porque
creen que son quienes pueden contar lo que de verdad pasa y eso, claro, no les
favorece a ellos.
El Gobierno marroquí será consciente de
la repercusión internacional que tendrá su acción.
Efectivamente pero, de todas las formas,
estos días, las horas que hemos tenido que permanecer en Las Palmas cuando nos
repatriaron, hemos hablado con las asociaciones y nos dicen que la situación de
Marruecos en este momento es tan hostil que saben que esto tiene muy mala
repercusión porque da a entender que no queremos ver pero es que si vamos e
hiciéramos imágenes, fotos, conversaciones o grabaciones con lo que cuentan de
verdad los saharauis que están allí sería muchísimo peor. Es decir, que puesto
en la balanza, esto tiene una repercusión que a Marruecos no le favorece pero
la otra es mucho peor en el sentido de que tendríamos hasta pruebas. De hecho,
íbamos con la conciencia de que mientras estuviéramos allí nos iba a seguir la
Policía, que si hacíamos fotos nos iban a requisar el teléfono, es decir,
sabíamos que el hecho de estar allí y todo lo que viéramos iba a ser malo. Por
eso, yo creo que han preferido esto y decir: Bueno, pues al menos no tienen
pruebas más que el decir que hemos llegado hasta allí y nos hemos dado la
vuelta. Fíjese que en algún medio de Marruecos ha salido la noticia en la que
se nos ve a Inés Prieto, la presidenta de la Federación, y a mí con el
presidente del Polisario y con un niño saharaui en el Ayuntamiento de Zamora,
en el programa de Vacaciones en Paz. Esa foto viene acompañada de un texto para
justificar su postura el Gobierno de Marruecos en el que dice que han expulsado
a una delegación de 42 personas, que casi es de risa porque éramos cuatro
mujeres, pues hablaba de 42 personas que quería llegar allí a… bueno, a
invadirles, entre comillas. Además, como teníamos muy claro que no teníamos
nada que ocultar que íbamos con nuestro pasaporte, les explicamos que nuestra
defensa del pueblo saharaui no quiere decir que tengamos que atacar a los
marroquíes, que nosotros íbamos a apoyar a unos amigos pero, desde luego, no
pensando en provocar ningún incidente pero no valió ninguna explicación que les
dimos y no nos dejaron bajar del avión, cosa que, por otra parte, es mejor
porque en el caso de que hubiéramos bajado habríamos perdido el control de la
situación y el propio comandante nos recomendó que dado que nos habían
expulsado deberíamos volver y no bajar del avión ni siquiera a negociar porque
el avión es territorio español.
¿Tiene pensado mover algún hilo para que
nuestro Gobierno, al menos, eleve una queja enérgica formal?
Eso vamos a hacerlo pero nos vamos a
dirigir directamente a la ONU, que tiene allí una delegación a la que, en
muchos casos, no están dejando actuar con tranquilidad, por lo que nos refieren
los saharauis, y vamos a ir directamente a la ONU y al Comité de Derechos
Humanos de la propia ONU porque creemos que esto es un problema internacional,
aunque es cierto que los españoles tenemos más vinculación, más afecto, más
responsabilidad, llamémoslo como queramos, pero es un problema internacional.
Al Gobierno de España, claro que se lo vamos a decir, al Gobierno de Marruecos
nos vamos a quejar, aunque sabemos que no sirve para nada pero, sobre todo, el
informe que estamos elaborando queremos mandarlo a los organismos
internacionales, que son los que deben buscar una solución pacífica al
conflicto. Nosotros no decimos el cómo, para eso están los organismos
internacionales, pero lo que es cierto es que son 39 años sobreviviendo
solamente a base de ayuda humanitaria en unos campamentos hostiles y con una
resolución de la ONU que reconoce al pueblo saharaui y reconoce su derecho a la
autodeterminación. Luego, ¿por qué no se cumple esa recomendación de la ONU?
Creemos que la ONU tiene que resolverlo y creemos que está en vías de hacerlo
pero el problema es que el tiempo pasa y mientras tanto, pues hay muchas
personas que malviven o que mueren.
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