*Fotos: EFE y Sahara Thawra
EL MUNDO Raquel Quílez | Agencias | Madrid 14/11/2010 19:16 horas
Silvia García y Javier Sopeña, dos de los activistas españoles prosaharauis que se encontraban escondidos en El Aaiún, han conseguido poner fin al calvario que han vivido los últimos días. Junto al periodista francés de Radio Exterior de RNE Guillaume Bontoux, han aterrizado en el aeropuerto de Gran Canaria, donde harán una breve escala antes de continuar viaje hacia Madrid. Bontoux, en el mismo lugar, declaraba que El Aaiún se encuentra "en estado de sitio" y la población saharaui tiene "mucho miedo de hablar".
Los dos activistas lograron salir esta mañana del escondite en el que se encontraban y llegar en condiciones de seguridad hasta la Casa de España de la ciudad, desde donde iniciaron el viaje hacia la península.
El ministerio de Asuntos Exteriores ofreció tanto a estas dos personas como a Isabel Terraza y Antonio Velázquez, los otros dos activistas que siguen en la zona, "protección y asistencia consular", desde el desmantelamiento del campamento, el pasado día 8. Según el comunicado a todos ellos se les han dado las facilidades para salir de El Aaiún en el día de hoy aunque en el caso se Terraza y Velázquez se sigue esperando una respuesta.
En los últimos días, el Gobierno de Marruecos había emitido un comunicado en el que les advertía de que iban a ser expulsados, caso similar al del enviado de RNE, que fue retenido primero y expulsado después. Ellos, junto a otros dos compañeros, Isabel Terraza y Antonio Velázquez, han servido de portavoces de lo que estaba ocurriendo en una ciudad prohibida para los medios de comunicación independientes.
'Los saharauis tienen miedo de hablar'
Bontoux ha asegurado, en esta línea, que "es muy difícil conocer la situación con exactitud porque existen grandes problemas", ya que "no hay libertad de movimientos para los periodistas y los saharauis tienen mucho miedo de hablar".
Por su parte, la activista Silvia García ha contado que estaban en el campamento Gdeim Izik cuando la policía marroquí "entró a saco" y ha indicado que desconoce con exactitud el número de personas fallecidas. "El ambiente allí está muy mal" y "las calles están totalmente militarizadas", explicó García a su llegada a Gran Canaria.
'La misión está completamente anulada'
Desde el colectivo Sahara Thawra al que pertenecen los dos españoles explican que sus compañeros han decidido abandonar el territorio por la vía diplomática tras constatar que no podían cumplir con su misión de contar lo que ocurre en la zona. Y es que en los últimos días habían tenido que permanecer ocultos y aislados, temiendo por su propia integridad física.
"Javier y Silvia valoran que la misión de observación y denuncia para la que fueron al territorio está completamente anulada por la alarmante situación de represión y violaciones de Derechos Humanos que está cometiendo Marruecos en todo el territorio", dicen sus compañeros.
Ambos estaban a la espera de una oportunidad segura para abandonar el lugar en el que se escondían. Ocasión que se ha presentado esta misma mañana. Desde Madrid, el colectivo Sahara Thawra ha gestionado su llegada a la Casa de España sin ayuda del Gobierno, aunque explican que la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, está en contacto con la familia de Sopeña para interesarse por la situación.
Isabel Terraza y Antonio Velázquez no han podido sumarse a la evacuación debido a su improvisación, por lo que siguen escondidos en algún lugar indeterminado de El Aaiún. Desde Sahara Thawra permanecen en contacto con ellos para buscar un momento seguro para su salida.
Imagen de las calles de El Aaiún. | Blog. Poemario por un Sáhara Libre
En la morgue del Tercer Hospital Militar había el sábado 36 saharauis muertos
'Se escuchan constantemente las patrullas de la policía y nos da pánico'
El sábado recibieron la primera llamada de Exteriores para buscarles una salida
EL MUNDO Raquel Quílez | Madrid 14/11/2010 12:45 horas
Isabel Terraza y Antonio Velázquez han vuelto a amanecer en El Aaiún con el estómago encogido de rabia y miedo. "Las noches aquí son terribles. Los escuadrones de policías y militares siguen la búsqueda de saharauis casa por casa. Tiran las puertas abajo y torturan y detienen a sus habitantes. Quieren exterminar al pueblo saharaui, lo que está ocurriendo es de terror".
La voz de Isabel llega muy débil a través del teléfono desde su escondite en la ciudad sitiada. No puede hablar más alto, ella y su compañero son dos de esas personas a las que buscan las brigadas por haberse convertido en portavoces de lo que ocurre en Marruecos. "Pasamos momentos de mucha angustia, pero lo que importa es que estamos siendo testigos de lo que está pasado", cuenta. En una ciudad carente de medios de comunicación independientes, a los que Marruecos niega la entrada, su voz permite conocer algo de lo que está pasando
Isabel Terraza y Antonio Velázquez.
Según el testimonio de esta española, continúan las torturas y detenciones masivas. "Ayer una de las personas con las que estamos fue al Tercer Hospital Militar de la ciudad para ver a su hermano fallecido en la represión y se encontró con que en la morgue había 36 saharauis muertos. A él le han propuesto enterrar el cadáver, pero se niega hasta que una investigación aclare lo ocurrido".
El número de presos también seguiría en aumento. "Nos han llegado noticias de que ayer salieron 10 autobuses llenos de presos de la Cárcel Negra para ser trasladados a otras prisiones del país y dejar así espacio a los saharauis que están deteniendo. Creemos que ya hay unos 70 en esa cárcel, algunos ya han sido trasladados a tribunales militares para ser juzgados sin garantías".
Primera llamada de España
En torno a la voz de Isabel se escucha un rotundo silencio. "Esta es una ciudad fantasma, se escuchan constantemente los sonidos de las patrullas de la policía y nos da pánico. La vida en las calles no es normal, los saharauis no se atreven a salir por si les cogen y si lo hacen, para comprar comida y cosas así, se mueven en coche, muy rápido. Salir a la calle es exponerte a la tortura. Por las noches todo está desierto".
Marruecos ha pedido a Isabel y su compañero que salgan de su escondite para "ayudarles a abandonar el territorio nacional". "A nosotros obviamente no nos han dicho nada, ¡si estamos huyendo de ellos! Estoy segura de que querrían matarnos, pero creo que a estas alturas, con toda la presión mediática, no se van a atrever a hacernos nada". Ayer, en torno a las 17.00 horas, recibieron por primera vez la llamada de la representante de Exteriores de España, Trinidad Jiménez -a pesar de que desde España se venía asegurando que estaban en permanente contacto con ellos-.
"La conversación fue muy tensa. Le dije que cómo estaba permitiendo esto, que ella tenían capacidad para pararlo, que viniese aquí a ver las torturas. Ella se puso también nerviosa y me dijo que eran cuestiones diplomáticas y que nos llamaría hoy para estudiar una salida segura. Pero no somos sólo nosotros, hay miles de saharauis que están en nuestra misma situación, escondidos por miedo a las torturas de Marruecos. Con muchos hemos perdido el contacto porque han desconectado sus teléfonos y no sabemos cómo y dónde están". Los silencios y las incógnitas han tomado un día más la ciudad de El Aaiún.
Además de Isabel Terraza y el mexicano Antonio Velázquez, los españoles Silvia García y Javier Arias Sopeña están también en El Aaiún, y han encontrado una vía de salida segura a través de la casa de España. Todos se encontraban allí como observadores el lunes, cuando las fuerzas militares y policiales marroquíes desmantelaron el campamento de protesta de Gdaim Izik, a 18 kilómetros de la ciudad, y desde entonces han estado denunciando lo que ocurría.
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