Los argumentos saharauis
Un vídeo muestra a los saharauis huyendo pacíficamente del campamento
Marruecos les acusó de utilizar tácticas similares a las de Al Qaeda
'El terrorismo no está en el Sáhara ni en el desierto', dice el Frente Polisario
EL MUNDO Ana del Barrio | Madrid 17/11/2010 13:08 horas
La batalla mediática ha comenzado. Si Marruecos emitía ayer un vídeo en el que se veían agresiones y vejaciones a sus policías, hoy, el colectivo Resistencia Saharaui difunde otro en el que se ve cómo los saharauis, en su mayoría mujeres y niños, salen huyendo del campamento de 'Gdeim Izik' tras la entrada del Ejército marroquí con gases lacrimógenos.
Ahí van los principales argumentos que han utilizado los colectivos prosaharauis, desde que estallara la crisis el pasado 8 de noviembre:
El vídeo de los saharauis
El grupo Resistencia Saharaui, al que pertenecen los dos activistas que salen hoy de El Aaiún con destino a Las Palmas, ha difundido un vídeo en el que se ve cómo hombres y, sobre todo mujeres y niños, salieron huyendo pacíficamente del campamento de protesta cuando los soldados marroquíes comenzaron a lanzar gases lacrimógenos.
Mientras las familias cruzaban el desierto hacia la ciudad del Aaiún, a unos 15 kilómetros de distancia, algunos jóvenes saharauis se quedaron a resistir en el campamento y se defendieron con palos, piedras, machetes y bombonas de gas.
Tras dos horas de lucha, el campamento fue arrasado y comenzó la represión contra todos los que participaron en él. Desde el colectivo Resistencia Saharaui desmienten que el Ejército marroquí no disparase con armas de fuego, como asegura la versión del Reino alauí. "Ha habido ejecuciones. Los saharauis han visto cadáveres tirados en el río de personas con tiros de gracia. También hay fosas comunes", explica Airy Mejia, miembro de Resistencia Saharaui.
¿Por qué se desalojó el campamento?
Marruecos argumentó que desmanteló el campamento para liberar a ciudadanos inocentes de "milicias armadas". Los colectivos prosaharuis desmienten completamente esta versión. Aseguran que el campamento estaba vigilado y cercado por el Ejército marroquí, que controlaba quién entraba y quién salía. De hecho, en un control de acceso los soldados marroquíes dispararon a un menor de 14 años, Nayem Elgarhi, que falleció en el incidente.
De hecho, el ministro del Interior, Taib Cherkaui, que ayer se entrevistó con Rubalcaba, fue quien negoció personalmente con el comité del campamento. Según la versión del Frente Polisario, el Rey Mohamed VI ordenó que se desalojasen las 7.000 jaimas para boicotear las negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario, auspiciadas por la ONU, que se celebraban ese mismo día en Nueva York.
Vinculación con el terrorismo
El titular del Interior marroquí indicó que los saharauis del campamento utilizaron métodos de violencia similares a los existentes en la zona sur del Sahel, donde opera Al Qaeda en el Magreb Islámico.
El delegado del Frente Polisario en España, Bucharaya Beyún, desmiente totalmente las acusaciones de Marruecos que intenta vincularles con grupos terroristas: "El terrorismo no está en el Sáhara ni en el desierto, sino en Casablanca y en las grandes ciudades de Marruecos. El terrorismo nunca ha estado en el Sáhara. Esto es una campaña de desinformación e intoxicación por parte de Marruecos", declaró Beyún a ELMUNDO.es.
Número de víctimas
El Reino alauí sólo reconoce doce víctimas, 10 de ellas, miembros de las Fuerzas de Seguridad y dos saharauis. El delegado del Frente Polisario en España ha manifestado que tienen constatado que Marruecos ya ha entregado cuatro cadáveres a sus familias.
Los colectivos prosaharauis hablan de un mayor número de víctimas, aunque el dato no ha podido ser confirmado. Destacan que un saharaui, al que se permitió entrar en un hospital en El Aaiún, pudo contar hasta 36 cadáveres.
El número de desaparecidos puede ser aún mayor. Los colectivos prosaharauis denuncian redadas masivas y hablan incluso de "limpieza étnica". Los detenidos están siendo torturados como es el caso de Salem Lecuara, español de origen saharaui, que tras ser liberado ha declarado: "Me pegaban y me orinaban encima".
De momento, no es posible saber con certeza el número de víctimas porque Marruecos no permite entrar a la prensa, ni facilita el número de heridos ni desaparecidos.
La muerte de un español
El ciudadano español Babi Hamadi Buyema murió cuando fue arrollado por un vehículo policial. Según la versión de la familia, Babi, que residía en El Aaiún junto a su mujer y sus dos hijos, regresaba del trabajo, una empresa de fosfatos en la que realizaba su trabajo como técnico eléctrico.
Según este testimonio, los policías marroquíes le ordenaron bajar del autobús en el que viajaba. Tras descender del autobús, Babi fue arrollado por un coche policial que circulaba a 140 kilómetros por hora. "Paró, dio marcha atrás y volvió a atropellarlo; hacia adelante y hacia atrás", señaló su hermano Lahmad.
La familia ha pedido al Gobierno que inste al Ejecutivo marroquí a abrir una investigación por "el asesinato" de esta persona para conocer "toda la verdad" y determinar si se ordenó su muerte.
La Liga Española pro Derechos Humanos ha presentado en la Audiencia Nacional una querella contra tres ministros marroquíes y el gobernador de El Aaiún por el "asesinato" del ciudadano español y ha pedido que la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, declare como testigo.
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