EL MAMI AMAR SALEM ACTIVISTA SAHARAUI Y VICEPRESIDENTE SEGUNDO DE CODESA
EL DIA J.R. HERNÁNDEZ, Tenerife 13/dic/10
Igual que Ceuta y Melilla, Canarias está en el punto de mira de Marruecos y aunque ahora el reino alauí se ha centrado en reclamar la soberanía de las ciudades autónomas, no sería ninguna sorpresa que a continuación se lanzara a por las Islas, según asevera el activista saharaui, El Mami Amar Salem, que en los últimos días ha visitado Tenerife.
Salem, que preside el Comité contra la Tortura de Dajla (antigua Villa Cisneros) y es vicepresidente primero del colectivo saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (Codesa), que lidera Aminatou Haidar, recalca que el Archipiélago está a menos de 100 kilómetros de la costa marroquí y de hecho hay formaciones como el Istiqlal o Partido de la independencia que aún defienden que Canarias y parte de Mauritania son de Marruecos.
Asimismo, recuerda la fotografía que en su día desató la polémica cuando el rey Mohamed VI recibió al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en una estancia con un mapa que incluía a Ceuta, Melilla y el Archipiélago como territorios marroquíes.
A su vez, recalca que Marruecos es un estado con constantes problemas de fronteras con sus vecinos como Mali, Argelia, etcétera. De hecho, subraya que los conflictos que se han desatado las últimas semanas en las ciudades autónomas demuestran que Rabat no piensa dar un paso atrás en sus pretensiones.
Por contra, el activista saharaui sostiene que "España está dando una imagen de gran debilidad" ante las presiones del Gobierno marroquí, algo, a su juicio, incomprensible cuando "a pesar de que el Ejecutivo español tiene intereses en Marruecos, éste no deja de ser un país del tercer mundo, con un 70% de su población inmersa en la pobreza y, por tanto, necesita más del otro".
En esta línea, Salem arguye que "Rabat tiene pocas cartas para poder presionar a Madrid, pero lo está consiguiendo". Así, apunta que las bazas de Marruecos son el control del terrorismo, la inmigración y el tráfico de drogas, pero España, como miembro de la UE y de la OTAN tiene fuerza suficietne para controlar sus fronteras, pero se somete a la política de amenaza constante de Marruecos".
A su vez, señala que "el pronunciamiento del Congreso de los Diputados español fue muy importante, pero el hecho de que el Gobierno no quiera condenar las violaciones de los derechos humanos como las que están sucediendo en estos momentos en El Aaiún, le hace cómplice de Marruecos". Incluso, agrega que, parece que olvida que uno de los muertos es de nacionalidad española, a lo que se le suma que hay ciudadanos de España que han sido torturados y los numerosos ataques a la prensa".
Igualmente, asegura que, a nivel internacional está sucediendo algo similar, ya que "aunque organismos como la ONU y el Parlamento Europeo se han manifestado en contra, prácticamente se han limitado a emitir comunicados y lo que hace falta mucha más presión para que cambie su actitud".
En este sentido, enfatiza que "el Gobierno marroquí prosigue con su política de detenciones arbitrarias contra activistas saharauis". No en vano, argumenta que "desde el asalto al campamento Gdeim Isik, el pasado 8 de noviembre no pasa un día en el que no arresten a cuatro o más personas". El miembro de Codesa, puntualiza que las autoridades tienen una lista de activistas y militantes de grupos pro derechos humanos que están bajo orden de busca y captura y por las noches se dedican a asaltar las casas de los saharauis en su busca".
Según sus cálculos, "hasta la fecha hay más de 180 detenidos, de los cuales 18 se enfrentan a un tribunal militar". Del mismo modo, recalca que en El Aaiún y otros territorios ocupados ahora mismo impera un clima de miedo y los saharauis están sometidos al toque de queda, por lo que no pueden salir a la calle por la noche, mientras que si pueden hacerlo los colonos marroquíes".
Por todo ello, insiste en que la comunidad internacional ayude a romper el actual "muro de silencio" que se cierne sobre el Sahara y que se pueda investigar lo que allí está pasando.
En otro contexto, Salem esgrime que no tiene suficientes esperanzas en la nueva ronda de negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario auspiciadas por Naciones Unidas, que se retomarán el próximo día 16, porque "Rabat no parece dispuesto a respetar nuestros derechos fundamentales y nuestra libertad para exigir la independencia".
Sin embargo, concluye que "esta es la última oportunidad para solucionar el conflicto de una forma pacífica".
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