La medida tiene carácter
preventivo ante el incremento de la tensión en la zona, como consecuencia de
las acciones de guerra llevadas a cabo en Mali, y para evitar tragedias como la
producida la pasada semana en la planta de gas de In Amenas, cerca de la
frontera argelina con Libia.
La repatriación de los
cooperantes no ha sido total y absoluta ya que se ha optado por mantener la
cooperación esencial y prescindir temporalmente de aquella ayuda necesaria que
no sea considerada imprescindible en estas circunstancias.
Esta decisión, destinada a
proteger la seguridad de los cooperantes y a prevenir posibles riesgos
potenciales ante la proximidad de un escenario de guerra, no es en absoluto
comparable a la que adoptó en su momento, con carácter autónomo, el Gobierno
español. La coyuntura actual es claramente diferente, por su mayor
peligrosidad, y la decisión afecta a los cooperantes de todas las
nacionalidades y no es una acción
improvisada y unilateral como la que, en su momento, supuso la forzada retirada
de los cooperantes españoles. Un suceso que consiguió la desestabilización y el
desconcierto, en favor del Reino de Marruecos, todo lo contrario de lo que se
busca en esta ocasión.
La resolución que se adopta no
implica cuestionar la necesidad ni el valor de una cooperación que la población
saharaui necesita para su propia subsistencia sino valorar, en primer término,
la seguridad de los cooperantes y la situación potencial de riesgo.
La existencia de los
campamentos de refugiados, objeto de la atención solidaria de la cooperación,
es una consecuencia de la falta de decisión política de la comunidad
internacional que sigue dilatando, ya por espacio de treinta y ocho años, la
autodeterminación de la sociedad saharaui como paso imprescindible para la
descolonización de su país. Una situación de la que es cómplice el Estado
español al no asumir su papel legal como potencia administradora, de iure, del
territorio.
De ahí que reiteremos la
necesidad de que la comunidad internacional proteja los derechos de los y las
saharauis y posibilite que expresen democráticamente su decisión libre y
soberana. Y que se impida el abuso judicial que se comete con los presos de
Gdeim Izik, más de dos años sometidos a detención preventiva, a quienes se
intenta criminalizar por su defensa de
los derechos del pueblo saharaui, reconocidos legalmente por la ONU e ignorados
por la ocupación militar de Marruecos, con un juicio militar el próximo 1º de
febrero.
Madrid, a 23 de enero de 2013
CEAS-Sáhara
EFE – Madrid 23/01/2013 -
La retirada de las ONG del
Sáhara es sólo temporal, según CEAS-Sáhara
La retirada de las ONG de los
campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia) "se ha realizado
por prudencia, pero es sólo una retirada temporal", ha declarado a Efe
Pepe Taboada, de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias del Sáhara (CEAS-Sáhara).
Tanto el Ministerio de Asuntos
Exteriores como el Frente Polisario han recomendado la salida de las
organizaciones humanitarias ante el conflicto que tiene lugar en Malí y el
asalto a la planta de gas en territorio argelino.
"El Polisario nos ha
evacuado para que no haya riesgos, pero nosotros mismos, los cooperantes, somos
los que no queremos poner en riesgo a nuestros compañeros ante la difícil
situación de la zona", aseguró Taboada.
Para las ONG, "se trata
sólo de una retirada temporal, sólo para ver cómo se desarrollan los
acontecimientos, pero sin olvidar que España no puede abandonar a los saharauis
porque sigue siendo responsable".
Los viajes proyectados a los
campamentos de refugiados se han cancelado "y ya están llegando a Madrid
muchos compañeros que se encontraban en la zona, pero ya les hemos dicho a los
saharauis que volveremos cuanto antes, porque es nuestra responsabilidad".
Taboada se ha mostrado
convencido de que el conflicto "puede desestabilizar aquella región y ya
es hora de que se arregle. No tendría que ocurrir, pero así ha sido", y ha
informado de que en los campamentos sólo han quedado dos médicos "por
cuestiones de urgencia".