La primera sensación del viajero, tras un viaje que en tan sólo 30 horas te ha traslado desde Barcelona al extremo opuesto del globo terráqueo, es la necesidad imperiosa de reubicarte en el tiempo y en el espacio, para conseguir ponerte cuanto antes manos a la obra que nos ha traído desde tan lejos.
La gira, que durante quince días nos está llevando por escenarios y emisoras de Australia y Nueva Zelanda, empezó, en realidad, el 25 de febrero con la primera reunión del nuevo grupo de Mariem en un local de Barcelona para iniciar los ensayos y poner a punto el repertorio a utilizar en esas dos semanas.
Por fin Mariem, tras un largo paréntesis de más de dos anos, puede contar con dos guitarristas saharauis. Era absolutamente necesario recuperar el contacto pleno musical con el azawan y eso se ha hecho realidad con la incorporación de Lamgaifri Brahim y de Emhamed Mulai. Vadiya Mint el Hanevi sigue con sus percusiones, coros y baile, y se mantiene, completando el quinteto, Kepa Oses, bajista eléctrico que poco a poco va acercándose al territorio del haul.
Las 10 horas de intensos ensayos en Barcelona, los días 25 y 26 de febrero, dejaron claro que ahora Mariem dispone de un repertorio muy amplio y que puede diseñar sus actuaciones a la medida de las circunstancias que concurren en cada una de ellas. En Australia se enfrenta a dos grandes conciertos ante un público muy numeroso que desea conocerla y disfrutar de su música. El segundo, en el escenario grande del WOMAD, será además grabado por la ABC (Australian Broadcastin Corporation), la radio nacional australiana, para ser emitido posteriormente.
Pero también se enfrenta a una serie muy importante de actividades paralelas que le van a permitir definir con precisión los aspectos culturales, sociales y políticos que concurren en su propuesta artística. Conversaciones abiertas, no sólo con la prensa, sino también con el público presente en el festival; talleres de música, de baile y hasta de comida saharaui; escenarios compartidos con artistas de otras latitudes celebrando la posibilidad misma que ofrece ese encuentro improvisado, y la proyección del documental "MARIEM HASSAN, la voz del Sahara", con el coloquio abierto tras la misma, son oportunidades muy valiosas para mostrar de dónde viene, con qué bagaje cultural cuenta y qué le quiere transmitir al pueblo australiano esta cantante forjada en el largo exilio saharaui.
En la escala en Singapur conocimos la buena noticia de que Shouka, el disco que acaba de publicar NUBENEGRA, ha entrado directamente al primer lugar de la lista de marzo que elabora medio centenar de críticos europeos en el ámbito de las músicas del mundo. Una alegría que llena de orgullo a todo el equipo. Y tres días más tarde que Mondomix (Francia) lo ha declarado disco del mes.
Las canciones contenidas en este su segundo disco individual de Mariem van a ser la base de lo que se va a tocar en la gira. La mayoría se van a interpretar por primera vez ahora en un escenario. Sólo "Azzagafa" y "Baba Salama", estrenadas en el festival de música tradicional saharaui, celebrado en 2008 en la wilaya de Auserd y "Shouka" que lo fue en el homenaje a Aminetu Haidar celebrado en Rivas Vaciamadrid durante su huelga de hambre, habían sido cantadas en público.
Como no hay tiempo que perder, el mismo día del aterrizaje, el miércoles día 3 de marzo, conseguimos arrebatarle al jet lag unas cuantas horas para ensayar; por lo menos 5 o 6, en la habitación de Kepa. Con las guitarras desenchufadas y marcando el ritmo sobre los brazos de un sillón, comprobamos que sólo un par de canciones se resistían y que para ocupar su hueco había un buen montón de temas de "Deseos" pidiendo a gritos continuar en los escenarios.
El jueves por la mañana repartimos tareas. Kepa, asistido por Enhamed, se dedicó de lleno a la ingrata, pero imprescindible, tarea del mantenimiento de las guitarras eléctricas, mostrándole al saharaui lo que hay que hacer de tiempo en tiempo para que den el máximo rendimiento.
Mariem, con Zazie en la traducción, fue entrevistada por una periodista de la ABC con el fin de disponer de recursos con los que complementar la transmisión del concierto del día 7. Fueron dos horas intensas en las que salieron a la luz aspectos muy diversos de la trayectoria de Mariem.
La periodista estaba muy interesada en conocer el papel de la mujer saharaui en los campamentos de refugiados y las impresiones de Mariem sobre los instantes cruciales de la invasión marroquí y el inicio del exilio. Mariem recordó la inquietud de los primeros momentos, cuando España se retiraba sin dar explicaciones. La falta de noticias y el pavor, cuando la agresión se confirmó. Salir huyendo con lo puesto en la fría noche preinvernal. Refugiarse en las montanas y escuchar los bombardeos sin saber qué va a pasar. También la esperanza de los camiones argelinos que acudieron en ayuda de los saharauis y el refugio seguro de la Hamada, a pesar de las durísimas condiciones que conllevaba.
Explicó también Mariem, los dos años transcurridos hasta su incorporación al grupo El Uali. De cómo las mujeres se habían puesto a hacer música sin más instrumentos que las garrafas de agua a modo de tebales. Y de cómo fueron organizando la vida en los campamentos mientras los hombres partían a la guerra.
Sobre el blues del desierto y su comparación con el blues norteamericano, Mariem dejó muy claro que mientras los negros esclavizados se lamentaban por su situación en las plantaciones y campos de trabajo, la música de los saharauis en el exilio, más que recurrir al lamento, explicaba la rabia de un pueblo ante una situación injusta y sobre todo era una música llena de esperanza para dar ánimo tanto a la población de los campamentos como a los soldados en el frente.
Muy divertida fue la historia a propósito de "Ragsat naama", el baile del avestruz, incluido en su nuevo disco e incorporado al nuevo repertorio en directo. Explicó la existencia de avestruces en el Sahara Occidental -encontrando por ahí una relación con la fauna australiana- y el gusto de los saharauis por escenificar sus bailes. Dado que el grupo de Mariem es muy pequeño, el baile, que en los campamentos reúne a una docena de bailarinas y un par de bailarines, y en el que se explica cómo un avestruz macho intenta robarle unas cuantas hembras al otro macho, se transforma en un baile solista de Vadiya en el que, imitando los movimientos de las imponentes aves, dibuja una coreografía que Mariem, mientras toca los tebales, va contando con su voz y sus jaleos.
También hubo espacio para los poetas saharauis. De su papel preeminente en la cultura saharaui, de su conexión íntima con el canto en el haul, y hasta de las intervenciones de ellos en medio de la ejecución del canto de Mariem transmitiéndole versos improvisados con los que ella lo enriquece.
En fin, del largo aprendizaje que Mariem ha mantenido desde sus inicios en El Uali, con Kaziza, Brahim, Mahfud y otros músicos. Y del descubrimiento en su juventud de poetas como y a los que han seguido tantos y tantos a lo largo de más de tres décadas de exilio.
No dejó escapar la ocasión Mariem para hablar de la represión en los territorios ocupados tal y como denuncia en la canción "Tefla madlouma" sobre el caso de una niña saharaui maltratada por los marroquíes, ni de su labor, dando a conocer la cultura saharaui y la situación de su pueblo por los escenarios de todo el mundo.
A continuación, acompañada por Lamgaifri y Vadiya, grabó "Abeina u manna" para la televisión regional de South Australia que se emitirá el viernes coincidiendo con el inicio de festival WOMAD en Adelaida.
En la fiesta de bienvenida a los participantes al festival WOMADelaide, del 6 al 8 de marzo en el Jardín Botánico de la ciudad de Adelaida, Mariem se mostró especialmente comunicativa con la cantante palestina Amal Murkus y con el argelino Kamel el Harachi, hijo del célebre Dahmane el Harachi.
La gira, que durante quince días nos está llevando por escenarios y emisoras de Australia y Nueva Zelanda, empezó, en realidad, el 25 de febrero con la primera reunión del nuevo grupo de Mariem en un local de Barcelona para iniciar los ensayos y poner a punto el repertorio a utilizar en esas dos semanas.
Por fin Mariem, tras un largo paréntesis de más de dos anos, puede contar con dos guitarristas saharauis. Era absolutamente necesario recuperar el contacto pleno musical con el azawan y eso se ha hecho realidad con la incorporación de Lamgaifri Brahim y de Emhamed Mulai. Vadiya Mint el Hanevi sigue con sus percusiones, coros y baile, y se mantiene, completando el quinteto, Kepa Oses, bajista eléctrico que poco a poco va acercándose al territorio del haul.
Las 10 horas de intensos ensayos en Barcelona, los días 25 y 26 de febrero, dejaron claro que ahora Mariem dispone de un repertorio muy amplio y que puede diseñar sus actuaciones a la medida de las circunstancias que concurren en cada una de ellas. En Australia se enfrenta a dos grandes conciertos ante un público muy numeroso que desea conocerla y disfrutar de su música. El segundo, en el escenario grande del WOMAD, será además grabado por la ABC (Australian Broadcastin Corporation), la radio nacional australiana, para ser emitido posteriormente.
Pero también se enfrenta a una serie muy importante de actividades paralelas que le van a permitir definir con precisión los aspectos culturales, sociales y políticos que concurren en su propuesta artística. Conversaciones abiertas, no sólo con la prensa, sino también con el público presente en el festival; talleres de música, de baile y hasta de comida saharaui; escenarios compartidos con artistas de otras latitudes celebrando la posibilidad misma que ofrece ese encuentro improvisado, y la proyección del documental "MARIEM HASSAN, la voz del Sahara", con el coloquio abierto tras la misma, son oportunidades muy valiosas para mostrar de dónde viene, con qué bagaje cultural cuenta y qué le quiere transmitir al pueblo australiano esta cantante forjada en el largo exilio saharaui.
En la escala en Singapur conocimos la buena noticia de que Shouka, el disco que acaba de publicar NUBENEGRA, ha entrado directamente al primer lugar de la lista de marzo que elabora medio centenar de críticos europeos en el ámbito de las músicas del mundo. Una alegría que llena de orgullo a todo el equipo. Y tres días más tarde que Mondomix (Francia) lo ha declarado disco del mes.
Las canciones contenidas en este su segundo disco individual de Mariem van a ser la base de lo que se va a tocar en la gira. La mayoría se van a interpretar por primera vez ahora en un escenario. Sólo "Azzagafa" y "Baba Salama", estrenadas en el festival de música tradicional saharaui, celebrado en 2008 en la wilaya de Auserd y "Shouka" que lo fue en el homenaje a Aminetu Haidar celebrado en Rivas Vaciamadrid durante su huelga de hambre, habían sido cantadas en público.
Como no hay tiempo que perder, el mismo día del aterrizaje, el miércoles día 3 de marzo, conseguimos arrebatarle al jet lag unas cuantas horas para ensayar; por lo menos 5 o 6, en la habitación de Kepa. Con las guitarras desenchufadas y marcando el ritmo sobre los brazos de un sillón, comprobamos que sólo un par de canciones se resistían y que para ocupar su hueco había un buen montón de temas de "Deseos" pidiendo a gritos continuar en los escenarios.
El jueves por la mañana repartimos tareas. Kepa, asistido por Enhamed, se dedicó de lleno a la ingrata, pero imprescindible, tarea del mantenimiento de las guitarras eléctricas, mostrándole al saharaui lo que hay que hacer de tiempo en tiempo para que den el máximo rendimiento.
Mariem, con Zazie en la traducción, fue entrevistada por una periodista de la ABC con el fin de disponer de recursos con los que complementar la transmisión del concierto del día 7. Fueron dos horas intensas en las que salieron a la luz aspectos muy diversos de la trayectoria de Mariem.
La periodista estaba muy interesada en conocer el papel de la mujer saharaui en los campamentos de refugiados y las impresiones de Mariem sobre los instantes cruciales de la invasión marroquí y el inicio del exilio. Mariem recordó la inquietud de los primeros momentos, cuando España se retiraba sin dar explicaciones. La falta de noticias y el pavor, cuando la agresión se confirmó. Salir huyendo con lo puesto en la fría noche preinvernal. Refugiarse en las montanas y escuchar los bombardeos sin saber qué va a pasar. También la esperanza de los camiones argelinos que acudieron en ayuda de los saharauis y el refugio seguro de la Hamada, a pesar de las durísimas condiciones que conllevaba.
Explicó también Mariem, los dos años transcurridos hasta su incorporación al grupo El Uali. De cómo las mujeres se habían puesto a hacer música sin más instrumentos que las garrafas de agua a modo de tebales. Y de cómo fueron organizando la vida en los campamentos mientras los hombres partían a la guerra.
Sobre el blues del desierto y su comparación con el blues norteamericano, Mariem dejó muy claro que mientras los negros esclavizados se lamentaban por su situación en las plantaciones y campos de trabajo, la música de los saharauis en el exilio, más que recurrir al lamento, explicaba la rabia de un pueblo ante una situación injusta y sobre todo era una música llena de esperanza para dar ánimo tanto a la población de los campamentos como a los soldados en el frente.
Muy divertida fue la historia a propósito de "Ragsat naama", el baile del avestruz, incluido en su nuevo disco e incorporado al nuevo repertorio en directo. Explicó la existencia de avestruces en el Sahara Occidental -encontrando por ahí una relación con la fauna australiana- y el gusto de los saharauis por escenificar sus bailes. Dado que el grupo de Mariem es muy pequeño, el baile, que en los campamentos reúne a una docena de bailarinas y un par de bailarines, y en el que se explica cómo un avestruz macho intenta robarle unas cuantas hembras al otro macho, se transforma en un baile solista de Vadiya en el que, imitando los movimientos de las imponentes aves, dibuja una coreografía que Mariem, mientras toca los tebales, va contando con su voz y sus jaleos.
También hubo espacio para los poetas saharauis. De su papel preeminente en la cultura saharaui, de su conexión íntima con el canto en el haul, y hasta de las intervenciones de ellos en medio de la ejecución del canto de Mariem transmitiéndole versos improvisados con los que ella lo enriquece.
En fin, del largo aprendizaje que Mariem ha mantenido desde sus inicios en El Uali, con Kaziza, Brahim, Mahfud y otros músicos. Y del descubrimiento en su juventud de poetas como y a los que han seguido tantos y tantos a lo largo de más de tres décadas de exilio.
No dejó escapar la ocasión Mariem para hablar de la represión en los territorios ocupados tal y como denuncia en la canción "Tefla madlouma" sobre el caso de una niña saharaui maltratada por los marroquíes, ni de su labor, dando a conocer la cultura saharaui y la situación de su pueblo por los escenarios de todo el mundo.
A continuación, acompañada por Lamgaifri y Vadiya, grabó "Abeina u manna" para la televisión regional de South Australia que se emitirá el viernes coincidiendo con el inicio de festival WOMAD en Adelaida.
En la fiesta de bienvenida a los participantes al festival WOMADelaide, del 6 al 8 de marzo en el Jardín Botánico de la ciudad de Adelaida, Mariem se mostró especialmente comunicativa con la cantante palestina Amal Murkus y con el argelino Kamel el Harachi, hijo del célebre Dahmane el Harachi.
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