sábado, 27 de noviembre de 2010

El español torturado en El Aaiún presentará una querella



Ahmed Yedu Salem Lecuara enseña su DNI español. | Carlos Márquez
Denuncia que no tuvo asistencia consular durante su detención
Fue torturado durante cinco días por la gendarmería marroquí
Volvió a Las Palmas el sábado, ayudado por un funcionario español


El español de origen saharaui detenido y torturado en una comisaría de la Gendarmería marroquí en El Aaiún, Ahmed Yedu Salem Lecuara, presentará una querella ante la Justicia española.

La querella se interpondrá por el delito de genocidio y crímenes de lesa humanidad contra los responsables de las torturas infligidas y por denegación de auxilio contra los servicios diplomáticos españoles en Marruecos.

Según precisa Lecuara, de 34 años, su familia se puso en contacto con la embajada de España en Rabat y con el cónsul en Agadir para que le asistieran mientras estaba detenido. Pero la ayuda no le llegó y fue torturado bajo custodia policial.

Lecuara fue arrestado el 8 de noviembre, cuando las fuerzas marroquíes desmantelaron por la fuerza el campamento de protesta de Gdeim Izik. Había llegado allí la noche anterior, procedente de Las Palmas (donde reside) para visitar a su familia.

Me golpeaban y me tiraban orina

En el cuartel de la Gendarmería permaneció retenido durante cinco días (del 8 al 12 de noviembre). En ese tiempo, fue sometido a torturas, insultos racistas y vejaciones. "Me golpeaban hasta que caía al suelo y me tiraban orina", dijo a esta periodista desde su casa de El Aaiún, pocos días después de salir de la cárcel.

Le golpeaban con porras,le colgaban boca abajo y no le dejaban dormir. Un equipo de la organización Human Rights Watch certificó los abusos que sufrió.

Lecuara pudo salir de El Aaiún el pasado sábado. Fue asistido entonces por Mariano Collado, el depositario de los Bienes Culturales españoles en El Aaiún (capital del antiguo protectorado español), que le acompañó en el laberinto burocrático.

El coche con el que había viajado a la ciudad fue quemado y destruido con toda su documentación durante el asalto de las fuerzas de seguridad marroquíes al campamento de protesta de Gdeim Izik. Cuando se entra en un país con un vehículo extranjero, hay que salir con él. Esto se convirtió en un problema más para Lecuara.

"Al final, las autoridades marroquíes me dejaron marchar porque encontraron la confesión falsa que me habían obligado a firmar. No había podido leerla entonces. El informe decía que la gendarmería marroquí me había salvado de las mafias saharauis, que me habían robado y pegado y que habían quemado mi coche", explica. "Con este papel, la aduana me dejó salir", señala.

'La ayuda llegó tarde'

"Mariano me ayudó, pero llegó tarde. Llegó ocho días después... Yo había denunciado a las asociaciones de derechos humanos saharauis y españolas y eso apretó al Gobierno español", se queja.

El Ministerio de Exteriores afirma que "desde que se tuvo comunicación de que fue detenido y puesto en libertad, se prestó asistencia consular y después de varias gestiones consiguió salir de El Aaiún el sábado".

Lecuara denuncia que ahora se encuentra "arruinado", después de que la propia policía marroquí le robara 1.500 euros, según ha contado. Su salud es aún frágil, pero podrá recuperarse. Más difícil será para él superar el trauma psicológico tras lo que ha pasado. Tendrá que vencer el miedo, pues toda su familia ha quedado en El Aaiún: allí viven sus padres, su mujer embarazada y su hijo pequeño.

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