Los activistas prosaharauis han pedido a su regreso que la ONU intervenga en el Sahara Occidental para evitar "una masacre".
EFE | Las Palmas de Gran Canaria 1 de noviembre de 2010
Los activistas prosaharauis a los que Marruecos impidió bajar del barco en el que viajaron desde Las Palmas a El Aaiún para visitar el campamento saharaui instalado al este de esa ciudad han pedido a su regreso que la ONU intervenga en el Sahara Occidental para evitar "una masacre".
Así lo ha manifestado una de las integrantes de la expedición canaria, Silvia Mesa, a su llegada al Puerto de la Luz y de Las Palmas, donde los activistas fueron recibidos por una treinta de saharauis que portaban banderas y gritaban consignas como "Dónde están los desaparecidos en el Sahara Occidental", "Fuera Marruecos del Sahara" o "Justicia y Libertad en el Sahara Occidental".
Mesa relató que además de a sus siete compañeros de la Plataforma Canaria de Apoyo al Pueblo Saharaui, la policía marroquí impidió bajar del barco de Naviera Armas a otros siete turistas españoles, que fueron acusados de "terrorismo". Destacó que uno de ellos, una mujer que iba a encontrarse con familiares, se encuentra hospitalizada en el hospital militar de la ciudad marroquí tras sufrir un desvanecimiento en el buque por la ansiedad y la tensión que le generó la situación vivida a bordo.
Insistió en que "hay que seguir intentando entrar en los campamentos saharauis para que se sepa lo que está sucediendo allí" y explicó que este segundo viaje de la Plataforma tenía carácter solidario y el objetivo de solidarizarse con la familia del niño de 14 años "asesinado por parte de la policía marroquí" recientemente.
Silvia Mesa subrayó que en el barco en el que viajaron a El Aaiún iban 31 personas que acompañaban al vicecónsul de Marruecos en Canarias, grupo al que, según dijo, al llegar al puerto se le distribuyeron "vestimentas típicas saharauis, bocadillos, banderas marroquíes y la foto del rey de Marruecos para que bajaran y se manifestaran en contra" de los activistas.
Aseguró que a los españoles a los que sí se permitió desembarcar en El Aaiún "fueron agredidos e insultados" y obligados a "ondear bien alto la bandera marroquí", mientras que a los que, como el grupo de activistas, permanecieron retenidos en su interior, fueron sometidos a entrevistas por parte de "altos cargos de la policía marroquí", que, además de pedirles el pasaporte, les sacaron vídeos y fotografías con sus teléfonos móviles, pese a que el capitán del barco les pidió en varias ocasiones que no lo hicieran.
Según Mesa, la única autoridad española con la que han podido contactar durante este conflicto ha sido el gerente de la Casa de España, Mariano Collado, quien se acercó al puerto de El Aaiún para comunicarles que era "imposible" que bajaran del barco, la misma indicación que recibieron de la policía marroquí, que les advirtió de que si lo hacían les iban "a pegar". A juicio de estos activistas, la intervención de la ONU en el Sahara Occidental "es necesaria y precisa".
Así, Silvia Mesa afirmó que, de lo contrario, "no podemos lamentarnos después de que Marruecos haya cometido una masacre, bien por actuar contra los saharauis o bien por impedir que los saharauis sean capaces, como lo son perfectamente, de cubrir sus necesidades". A su juicio, "si los tienen sitiados, si no les permiten la llegada de agua y alimentos, va a ocurrir un desastre humanitario, si Marruecos no se anticipa y es capaz de cometer una masacre".
Aseguró que la Plataforma Canaria de Apoyo al Pueblo Saharaui "va a hacer todas las acciones que pueda para continuar denunciando y apoyando al pueblo saharaui y su libertad, allá, aquí, o donde sea necesario". Recordó que el martes se inaugura un campamento en la Universidad de La Laguna en el que se desarrollarán múltiples actividades para sensibilizar a la población y solidarizarse con el instalado en el Sahara Occidental.
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