El sultanato retiró la acreditación al veterano periodista propiciando su expulsión de Marruecos
PERIODISTA DIGITAL Tatiana R. Brito, 15 de noviembre de 2010 a las 16:59
Como periodistas, tenemos la obligación de tratar de entrar [en el Aaiún] para contarlo, le guste o no le guste a las autoridades de Marruecos
¿Debe España intervenir en el conflicto del Sáhara tras el ataque del ejército marroquí al campamento saharaui de El Aaiún?
En entrevista telefónica con Periodista Digital, Luis de Vega describe la atmósfera de inseguridad y odio que vivió en sus últimos momentos en Marruecos.
Su acreditación como corresponsal en el territorio para el diario ABC le fue retirada por el régimen alahuí el día 12 de noviembre de 2010, bajo el alegato de "prácticas de animosidad y falsificación de los hechos". Una acreditación que el Gobierno español intenta rehabilitar. De Vega se muestra contundente:
[Me he sentido] desprotegido por la situación de violencia que reina contra los periodistas españoles en Marruecos.
Como periodistas, tenemos la obligación de tratar de entrar [en el Aaiún] para contarlo, le guste o no le guste a las autoridades de Marruecos.
Hay tal situación de odio contra nosotros [periodistas españoles] allí que está en peligro nuestra seguridad física, no solo nuestro trabajo. Hay micrófonos en el Palacio de la Moncloa, en los ministerios y hay una agencia oficial que es EFE por la que se puede hacer una declaración oficial [de condena]. La situación es insostenible.
Los que más sufrimos [el] acoso somos los corresponsales españoles que vivimos en Marruecos y estamos acreditamos frente a sus autoridades, pero hemos visto que el cerrojazo informativo afecta a todos los medios españoles.
Un veto informativo alucinante.
Luis de Vega llevaba ocho años ejerciendo la corresponsalía en Rabat cubriendo la zona del Magreb y el África subsahariana, informaba el propio diario ABC--Marruecos retira la acreditación al corresponsal de ABC en Rabat-- conocida la noticia de su inminente expulsión.
[La situación en el Sáhara] es muy complicada desde el punto de vista de las heridas que se han abierto, no solo por las víctimas, heridos y muertos de los disturbios, sino por la fractura social que ya existía y que ahora se ha agravado mucho. No sabemos cuando van a cicatrizar los incidentes de los últimos días.
En los últimos me han impedido [Marruecos] varias veces viajar a El Aaiún. La situación de los derechos humanos para los ciudadanos saharauis están hechos una piltrafa.
"No hay ni una sola queja oficial [española]. No hay una respuesta seria y pública que le haga ver a Marruecos que lo que está pasando allí [en El Aaiún] es una afrenta a un gobierno que califican de amigo. El Gobierno español debe reprender o pegar un puñetazo encima la mesa."
No creo [que se vaya a desatar una guerra civil], pero se va a dificultar la convivencia en la ex colonia, que nunca ha sido fácil, y ahora el odio se ha multiplicado. La violencia incontrolada que reina estos días es producto de un odio y una tensión que se ha ido conteniendo.
La Minurso [la misión de la ONU que desde hace dos décadas vigila el alto el fuego entre el Frente Polisario y Marruecos] está libre para lavarse las manos sobre todo lo que ocurre a nivel de derechos humanos [porque] ni Marruecos ni el Polisario entienden que los últimos disturbios supongan una ruptura del alto del fuego.
En el año 1975 España salió del Sáhara Occidental, pero eso no le quita responsabilidad de lo que está ocurriendo allí. El silencio de España y el silencio de la ONU es inadmisible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario