La Minurso es el único contingente de mantenimiento de la paz desplegado en África que no tiene competencias en Derechos Humanos
La ONU renovó su mandato a finales de abril, pero Francia se opuso a darle más fuerza sobre el terreno
EL MUNDO Raquel Quílez (Enviada especial a Dajla) |07/05/2011
"Hay que reconocer que con el conflicto del Sáhara Occidental, la ONU es una catástrofe. Un desastre de organización". Quien entona el 'mea culpa' es Francesco Bastagli, representante especial de la ONU para el Sáhara de 2005 a 2006.
Sabe de lo que habla, ha trabajado en la zona con los militares de la Minurso, la fuerza de paz de Naciones Unidas. Y reconoce sin complejos su "inoperancia".
"En 1992, después del alto el fuego entre el Frente Polisario y Marruecos, la ONU decidió crear la Minurso como una misión técnica para velar por la paz y elaborar un censo para el referéndum de autodeterminación de los saharauis. Se les dio un plazo de nueve meses, pero se complicaron las decisiones sobre quién tenía derecho a voto y pasaron los años. Al final asumimos que iba a ser imposible celebrarlo porque Marruecos no está dispuesto", explica.
Tanto lo asumieron que, en 1999, la misión de la ONU dejó de preocuparse por el referéndum.
Bastagli, italiano, habla desde el campo de refugiados de Dajla -en el desierto argelino-, donde ha sido invitado por el Polisario con motivo del festival de cine FiSahara.
Prosigue con unas clases prácticas de diplomacia: "En realidad, el tema es sencillo. Se trata de un proceso de descolonización abierto -España abandonó la colonia en 1975, cuando la ocupó Marruecos- y se debía celebrar un referéndum que nunca ha llegado. No es un problema de derecho internacional porque en ese terreno está todo claro: el pueblo sahararui tiene el derecho fundamental a la autodeterminación y a que entre las opciones se incluya la independencia, como se hizo con el resto de colonias africanas. Así lo ha reconocido la ONU en más de 100 resoluciones. Pero se está ignorando el derecho internacional por intereses políticos".
"Hay un monopolio de países de poder alineados con Marruecos y con derecho a veto en la Asamblea General de la ONU que impiden que el conflicto avance", añade.
Entonces, ¿qué puede hacer la ONU ? "Nada. Sólo se respeta el derecho internacional si resulta que coincide con los intereses de esos países poderosos". Precisamente ha sido uno de ellos, Francia, principal valedor de los intereses de Marruecos, quien ha impedido que la Minurso informe sobre el respeto a los Derechos Humanos: el mandato de la misión se renueva cada año y el Consejo de Seguridad lo prorrogó a finales de abril, pero sin atribuirle esa función como habían pedido algunas de las partes después de un año de duras manifestaciones y denuncias de represión en la zona del Sáhara Occidental controlada por Marruecos.
Y es que la Minurso es el único contingente de mantenimiento de la paz desplegado en África que no tiene competencias en este terreno.
'Nadie va a sacar su lucha adelante'
Pero están en la zona, son testigos de lo que ocurre, ¿actúan de alguna manera cuando perciben violaciones de los Derechos Humanos?
"No", reconoce Bastagli. Y a continuación, se excusa: "Son 260 militares desarmados que viven en nueve bases en el desierto. No están en las ciudades, ni siquiera pueden ver el día a día de los saharauis. Y cada vez que intentan investigar esa o cualquier otra cosa, Marruecos lo denuncia porque se sobrepasa el mandato de la MINURSO".
Sus argumentos no coinciden con algunos testimonios de activistas saharauis llegados de la zona, que aseguran que los cascos azules han sido testigos este año de cómo se perseguía y encarcelaba a los saharauis en la ciudad de El Aaiún.
Bastagli es crítico con la organización en la que ha trabajado aunque recalca que la principal responsabilidad tienen que asumirla los saharauis. "Yo creo que al fin se están dando cuenta de que nadie les va a dar lo que les deben, aunque sea lo justo. Están sólos, nadie va a sacar su lucha adelante. Van a tener que hacerlo ellos solos con acciones concretas y específicas. Ya no sirven más resoluciones de la ONU o el Consejo Europeo. Tienen que tomar medidas ellos sobre el terreno".
Ahí queda la advertencia de la diplomacia europea.
EFE, Campo de refugiados saharauis de Dajla (Argelia) 6 de abril de 2011
El ex representante especial del secretario general de la ONU para el mantenimiento de la paz en el Sahara Occidental Francesco Bastagli afirmó hoy que los saharauis son "un pueblo que paga cada día por el fracaso de la comunidad internacional".
"No es un problema de derecho internacional. En términos jurídicos no hay ningún país, incluido Francia, que no haya reconocido la ocupación ilegal de los territorios saharauis por parte de Marruecos", aseguró Bastagli en rueda de prensa en el campo de refugiados de Dajla, donde asiste como invitado al Festival de Cine del Sahara (FISAHARA).
En opinión de Bastagli, la disyuntiva reside en "los intereses de ciertos países que controlan las esferas de poder. Hay un monopolio sobre el conflicto del Sahara Occidental, dos o tres naciones que están muy alineadas con los intereses de Marruecos, y por parte de los demás actores internacionales hay demasiada indiferencia".
Las relaciones internacionales, según Bastagli, se rigen de acuerdo con grandes factores: "Por un lado el del derecho internacional, que son los asuntos sobre los que todos los países han alcanzado un acuerdo, y por otro la 'real politik', que son los intereses de los más fuertes".
"La relación de esas dos fuerzas es la que determina las relaciones internacionales y siempre es muy complicado inclinar la balanza a favor del derecho internacional. Cuando coinciden los intereses políticos de los que mandan, las cosas salen adelante; en caso contrario, prevalece la 'real politik'", explicó.
Al margen de cuestiones como "la violencia y los abusos marroquíes" o "los sufrimientos de los saharauis", Bastagli afirmó que "el derecho fundamental que se viola en este caso es de la autodeterminación", ya que "el resto de ignonimias se derivan de la negación de este derecho al pueblo saharaui".
"Francia no es la única barrera defensiva de los intereses de Marruecos; otros miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, como Estados Unidos o China, tampoco han hecho nada por extender los poderes de la (Misión de la ONU en el Sahara Occidental) MINURSO y encontrar una solución al problema", añadió.
"Francia es una causa perdida; niega todas las evidencias de una forma que, en ocasiones, se antoja casi irracional. El reto no es convencer a los franceses, porque eso no va a ocurrir, ni siquiera a España, sino que la solución de este conflicto pasa por conseguir el apoyo de otros países y actores", aseveró.
Las revueltas populares que han sacudido el mundo árabe durante los últimos meses pueden ser la punta de lanza de una nueva época, con dos posibles perspectivas:
"La positiva sería que se reconociera el derecho de los pueblos a decidir su futuro, mientras que la negativa sería que se utilice esta situación para favorecer las posiciones de Marruecos", manifestó Bastagli.
El papel desarrollado por la ONU ha recibido duras críticas por parte de los saharauis, pero Bastagli no vaciló en defender al organismo internacional.
La MINURSO se creó en 1991 para controlar el alto el fuego entre Marruecos y el movimiento independentista saharaui Frente Polisario y "para preparar un referéndum que debía realizarse en el plazo de nueve meses. Marruecos no cumplió este acuerdo y ha puesto toda clase de pegas a una ampliación de la misión", afirmó Bastagli.
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