EL MUNDO Erena Calvo | Rabat martes 09/08/2011 13:14 horas
De los casi dos centenares de saharauis que fueron detenidos tras el desmantelamiento del campamento de protesta saharaui de Gdeim Izik, un grupo de 23 sigue encarcelado desde hace ya ocho meses en la prisión de Sale –a pocos kilómetros de Rabat- a la espera de ser juzgados ante un tribunal militar.
El Colectivo de Defensores Saharauis de Derechos Humanos (Codesa) –que preside la activista Aminatu Haidar- ha denunciado esta semana que los presos se encuentran "confinados" y "son víctimas de malos tratos por parte de la dirección del penal".
Codesa tacha a los saharauis detenidos en Sale de "presos políticos" y señala que algunos de ellos estaban dentro del comité negociador de Gdeim Izik que mediaba con las autoridades locales de El Aaiún, capital administrativa del Sahara Occidental, y los responsables del Ministerio del Interior marroquí para exponer sus demandas y alcanzar una solución para desmantelar pacíficamente el campamento.
El colectivo de Haidar ha reclamado un "juicio justo" para los saharauis detenidos y asegura que éstos se han negado a declarar en los interrogatorios celebrados por "la ausencia total de garantías".
El campamento
Desde el desalojo y desmantelamiento por la fuerza del campamento de protesta social saharaui que se estableció a pocos kilómetros de El Aaiún a finales del año pasado, ya han sido 130 las personas liberadas por Marruecos.
Este conflicto –según las autoridades marroquíes- dejó tras de sí 13 muertes, de las que 11 formaban parte de los cuerpos de seguridad del Estado.
El campamento de protesta saharaui se levantó a mediados de septiembre del año pasado y fue desmantelado a principios de noviembre. Allí convivían más de 25.000 saharauis llegados de distintos puntos del Sahara Occidental, Marruecos e incluso de países como España, en 7.500 jaimas.
Sus reivindicaciones eran socioeconómicas, aunque muchos de sus habitantes no escondían sus vínculos con la causa saharaui y las reivindicaciones independentistas.
Las autoridades marroquíes y el Frente Polisario se baten por el territorio del Sahara Occidental desde hace más de tres décadas. El reino alauí propone en el seno de Naciones Unidas (ONU) un Plan de Autonomía para la zona que rechaza de plano el Polisario, que pide la celebración de un referéndum para “elegir libremente el destino de nuestro pueblo”.
EFE 08/08/2011
Un grupo de 23 saharauis permanecen en prisión preventiva en Marruecos, a la espera de ser presentados ante un tribunal militar, desde hace ocho meses, tras el desalojo por la fuerza del campamento de Gdaim Izik, en las cercanías de El Aaiún.
Según denuncia hoy en un comunicado EL Colectivo de los Defensores Saharauis de los Derechos Humanos (CODESA), que preside Aminatu Haidar, los 23 presos saharauis están "sometidos a confinamiento y malos tratos por parte de la administración penitenciaria".
Otros 130 militantes independentistas saharauis han sido liberados progresivamente por los órganos de justicia civil en los ochos meses transcurridos desde el desmantelamiento de Gdaim Izik, que se saldó oficialmente con la muerte de 13 personas, 11 de ellas policías marroquíes.
CODESA, que califica a los saharauis (de entre 22 y 56 años, aunque la mayoría ronda la treintena) de presos políticos, proporciona la lista completa de los 23 detenidos, en la que detalla las torturas que alegan haber sufrido y las secuelas que todavía padecen.
Varios de ellos, según CODESA, formaban parte incluso de los interlocutores elegidos por los acampados en Gdaim Izik para dialogar con las autoridades marroquíes en los días previos al desalojo.
La organización, que asegura que los saharauis se han negado a declarar en los interrogatorios por falta de garantías para la defensa, exige un "juicio justo"
El desmantelamiento del campamento de Gdaim Izik supuso el conflicto más grave sufrido en la ex colonia española en los últimos veinte años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario