sábado, 8 de octubre de 2011

Said Dambar. Diez meses en una morgue porque Rabat se niega a hacer la autopsia


El joven saharaui Said Dambar murió en El Aaiún por disparos de la Policía en diciembre de 2010. El juicio se ha pospuesto.

20 MINUTOS  REBECA QUEIMALIÑOS. 05.10.2011   Said Dambar era licenciado en Económicas e incondicional del Barça. El partido de la Copa del Rey que enfrentó al Barcelona y al Athletic de Bilbao fue el último que vio. Dos balas acabaron con su vida media hora después y nadie sabe qué ocurrió a las puertas del cibercafé de El Aaiún en el que había visto el fútbol.

La versión oficial marroquí es que a un agente se le disparó el arma accidentalmente y una bala atravesó los ojos de Said. Sin embargo, Rabat se ha negado a practicar la autopsia y el cuerpo del joven saharaui continúa en la morgue del hospital Hassan Ben el Mehdi de El Aaiún desde el pasado 22 de diciembre. El juicio aún no ha empezado –se ha pospuesto en varias ocasiones– y su familia se niega a darle sepultura hasta que una necropsia ratifique o desmienta la versión policial.

Tenía un tiro en el entrecejoLa hermana de Said, Yamila, mantiene que la Policía le disparó a quemarropa y que su asesinato ha quedado impune. La cronología de esa noche corrobora su teoría. El enfrentamiento con la Policía ocurre sobre las 23.00 horas, y hasta las 3.30 de la madrugada no se persona una patrulla policial en casa de Said. La Policía traslada a otro hermano al hospital y durante el trayecto le dicen que "ha sido un accidente, que el agente estaba borracho y que le perdonen", explica Yamila desde Lanzarote, donde vive con sus dos hijos desde hace diez años.

La familia de Said se traslada al hospital en el que está ingresado y nadie informa de su estado de salud hasta las 18.00 horas del día siguiente, cuando el equipo médico notifica su fallecimiento. "Solo pudimos ver su cabeza a través de un cristal. Tenía un tiro en el entrecejo. Después nos dieron una bolsa de plástico con sus pertenencias y solo estaban los pantalones".

La camiseta, clave

Yamila cree que hicieron desaparecer la camiseta porque la sangre demostraría que la Policía le disparó en el pecho y tumbaría la coartada del accidente. "Esa misma tarde, un grupo de policías ofrecieron al hermano de Said trabajo para los miembros de la familia en paro y dinero a cambio de silencio". Pero Yamila reclama justicia. "Tenía 26 años, hablaba 4 idiomas, trabajaba en el Cabildo y adoraba a mi madre. No podemos enterrar y olvidar".

"El padre de Said no es bienvenido"

El padre de Said murió en un hospital de Rabat el pasado 12 de agosto a los 85 años. Un avión médico trasladó su cuerpo a El Aaiún y el hospital Hassan Ben el Mehdi –donde está Said– vetó la entrada del cadáver. "Los vecinos nos prestaron aparatos de aire acondicionado y estuvimos dos días con el cuerpo en casa, hasta el entierro, porque el hospital vetó el acceso a la morgue por ser el padre de Said", matiza Yamila.

Es la lucha de David contra Goliat. Yamila tiene dos hijos, pero ha dejado su trabajo para poder dedicarse a tiempo completo a "vengar" la muerte de su hermano. Ha viajado dos veces a la sede de la ONU en Ginebra para exigir una investigación independiente y desde su jaima espera el juicio. El 12 de octubre comparecerá ante el juez el policía imputado como autor de los disparos contra Said.

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