miércoles, 23 de noviembre de 2011

Jornada de solidaridad con el pueblo saharaui en la sede de la Central de Trabajadores de la Argentina- CTA-.



Sahara libre: causa y territorio

Un relato de décadas de resistencia. Una memoria acopiada en las voces de presentes y ausentes. La historia de un país que logró la independencia de España en 1976 pero que en un chasqueo de dedos ya había sido invadido militarmente por Marruecos y Mauritania. El pueblo saharaui levanta como un puño su grito de libertad. Y ayer un nuevo encuentro de quienes creen en esa causa y avanzan para que en la Argentina los seguidores se multipliquen.

Con la presencia del ministro para las Relaciones con América Latina de la República Saharaui, Hash Ahmed, se realizó ayer en la sede nacional de la CTA una jornada nacional para fijar estrategias y acciones en pos de que el derecho de autodeterminación de este pueblo del norte de Africa sea reconocido por la Argentina.

El encuentro de este martes era parte de los compromisos que la CTA viene sosteniendo desde hace años con la lucha independentista de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD); 36 años de ocupación sistemática, primero por parte de España y ahora de Marruecos. Se trata de un enclave colonial en el noroeste de Africa. Como señaló Adolfo Aguirre, secretario de Relaciones Internacionales de la central obrera, en el inició de la jornada: “La Central de Trabajadores de la Argentina es territorio saharaui en nuestro país y nuestro objetivo político es que la Argentina los reconozca como nación”.

Miembros de la Mesa Nacional de CTA y de sus organizaciones de base, representantes de organismos de derechos humanos, partidos políticos y organizaciones sociales, asistieron a esta jornada nacional por la causa del Sahara Occidental.

Hash Ahmed agradeció “este compromiso firme, incondicional de esta poderosa central sindical” más cuando se trata “de un conflicto distante geográficamente y que no ocupa la atención de los medios, lo que aprovecha Marruecos para desinformar” pero la “causa del Sahara Occidental además de ser justa, convergen temas como el derecho a la autodeterminación, independencia, derechos humanos”.

La RASD proclamó su independencia de España en 1976, pero luego, sendas ocupaciones de Marruecos y Mauritania (a quien logran expulsar en 1991), la obligaron a luchar por su derecho a la autodeterminación. En 1991 se produjo un alto el fuego y el ingreso de una misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Minurso, quien debía garantizar la realización de un referéndum para avalar el estatus de nación, sin embargo, en 20 años de presencia jamás la puso en práctica. Con una población de naturaleza nómada que no llega a los 300 mil habitantes los saharauis han sufrido hostigamientos y la violación flagrante de sus derechos humanos. Sin embargo “no se ha podido convencer a las Naciones Unidas para que protejan los derechos humanos de nuestro pueblo”, apuntó el diplomático saharaui, al tiempo que acusó como principal “responsable y cómplice a Francia, que se opuso en el Consejo de Seguridad de la ONU a investigar la masacre que se produjo contra nuestra población el año pasado” (se refiere al ataque de las fuerzas de ocupación marroquíes contra un campamento de refugiados en El Aaiún).

Al respecto no dudó en repudiar esta “doble vara que se ponen en práctica en resoluciones de las Naciones Unidas, que en algunos casos sirven para justificar guerras universales y en otros no pueden ni proteger los derechos humanos”.

Son 84 naciones las que ya han reconocido a la RASD, que además es miembro de la Unión Africana (UA), la organización supranacional del ámbito africano que incluye a todos los países, Marruecos está excluido justamente por la ocupación que somete al Sahara Occidental. La nación saharaui llegó a ocupar en dos ocasiones la vicepresidencia del organismo.

Donde también hay un reconocimiento masivo a la República Árabe Saharaui Democrática es en América Latina. El país tiene relaciones diplomáticas con Uruguay, Paraguay, Bolivia, Venezuela, Perú, Colombia, México, Ecuador, Panamá, Cuba, Nicaragua y El Salvador. “Deseamos que Argentina se sume al esfuerzo de estos países”, se esperanzó Ahmed. “En la historia argentina los derechos humanos es un tema tan conocido como el mate, las luchas que han librado y siguen librando contra las dictaduras, se asemejan a nuestras luchas por la independencia”.

Entre los presentes se destacó también la presencia de representantes de organismos de derechos humanos como Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea-Fundadora, y Nora Podestá de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH), que además es titular del Comité Argentino de Solidaridad con la Causa Saharaui. Y también de Horacio Tamburini, que reside desde hace 33 años en Catalunya y relató la experiencia de intercambio de ciudades españolas y del Sahara Occidental, en la que familias españoles reciben durante el verano europeo a 9.000 niñas y niños saharauis, que constituye una experiencia de intercambio solidario a destacar.

Este gesto es más elocuente aún cuando se conoce el cerco que la monarquía de Marruecos colocó sobre los 300 mil ciudadanos que constituyen el pueblo saharaui, mediante un muro (menos publicitado, por cierto, que el que Israel edificó en Cisjordania y el de los Estados Unidos en la frontera con México), que delimita las áreas de control de Marruecos (al oeste) y del Frente Polisario (al este). El muro alcanzó los 2.700 kilómetros de extensión, está sembrado por un campo de minas y custodiado por más de 100 mil soldados apoyados por carros de combate, artillería y aviones.

Cortiñas estuvo recientemente en Argelia en una conferencia de solidaridad por la causa saharaui: “Estar en Argel, en ese encuentro, me abrió los ojos de muchas cosas, hay mucha información que no nos llega y este tema tiene que meterse en el pueblo, en sus raíces para que se haga masivo”.

El representante saharaui en territorio argentino, Salem Bachir avaló que esta jornada sea “un compromiso cumplido y el pueblo saharaui es víctima de muchos años de promesas incumplidas” y por eso agradeció a la CTA “por sus sugerencias, ayudas y acciones”.

El cierre del encuentro se selló con una serie de compromisos a futuro, como la realización de un folleto de información básica sobre la causa y acciones de comunicación que masifiquen el conocimiento del tema; tomar el reconocimiento de Uruguay a la RASD como ejemplo que Argentina debe seguir; generar espacios de desarrollo dentro del movimiento de mujeres, incluida la Marcha Mundial de las Mujeres y el Encuentro Nacional de Mujeres; circular por las sedes de la CTA la muestra itinerante de fotos de la causa; profundizar los vínculos entre parlamentarios que apoyan la causa y comités de solidaridad en Argentina y el mundo, sumado a que un grupo importante de diputados vinculados a la CTA, como el caso de su fundador Víctor De Gennaro, asumirán en el Congreso el 10 de diciembre.

Entre los presentes también participaron los dirigentes Darío Perillo, Daniel Jorajuria, Claudia Baigorria, Julio Ortellado, Carolina Ocar, Jorge Portel, entre otros, también se destacó la presencia de Carlos Custer, Fernando Cardozo, Natalia Lobo, Salvador Hasan, Carlos Aznares, entre otros.

(Mariano Vázquez: 23.11.2011)

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