domingo, 1 de julio de 2012

Seminario "Arte, conflicto y derechos humanos. Artifariti" en el Museo Reina Sofía de Madrid


*Fotos: ARTifariti y Poemario por un Sahara Libre  *Fuente: Poemario


Decenas de artistas y público en general se congregaron en la tarde del 29 de junio en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en Madrid para debatir sobre el "arte útil", en un acto organizado por ARTifariti, encuentros de arte en el Sahara Occidental, que celebrará este año su sexta edición.
Fernando Peraita dio la bienvenida a los asistentes afirmando que ARTifariti no es neutral, si no que está comprometida con la paz, los derechos humanos y con una causa justa, y reclama la autodeterminación del Sahara Occidental.
Isidro López-Aparicio, comisario de esta edición indicó que ARTifariti es un encuentro de arte, una plataforma donde se encuentran diferentes realidades en situaciones de apoyo. Hizo un detallado resumen de este proyecto que pronto encara su sexta edición y que definió como “complejo y con muchas líneas de acción”, pero con un objetivo fundamental, que se cumplan las resoluciones de Naciones Unidas sobre el Sahara Occidental, por lo que es, y es una herramienta de difusión de la causa saharaui. López-Aparicio destaco que el arte puede ayudar a pensar y a cambiar el mundo, y finalizó su intervención con “Paz y compromiso”.
Antes de la intervención de los participantes se mostró un vídeo dirigido por López-Aparicio y editado por Jan Bosowsky sobre las seis ediciones de Artifariti.
El escritor saharaui Bahia Mahmud Awah hizo un repaso sobre diferentes eventos culturales y artísticos (música, arte, literatura) que a lo largo de la Historia han apoyado causas justas, a partir de la pregunta que él mismo lanzó: ¿Hasta qué punto entonces el Arte puede ser útil para solucionar los problemas mediante el diálogo y la negociación entre las personas? Por su parte recordó dos obras de los escritores saharauis en español, comprometidas con la situación de sus compatriotas en los territorios ocupados: “Aaiun gritando lo que se siente”, sobre la Intifada de 2005, y “La primavera saharaui”, como homenaje al campamento de Gdeim Izik. Bahia recordó el proverbio saharaui “una mano sola no aplaude” y apeló al movimiento solidario pro saharaui a que “crea en el papel fundamental que desempaña la cultura, como un verdadero catalizador en estos procesos de liberación” y apoyarlo “como un frente difusor y mediático para que  entre todos podemos vencer el olvido”. Finalizó recordando que los Movimientos culturales deben tener presente que “el peor enemigo que ha conocido el proceso saharaui es el olvido”. La cultura, en opinión de Bahia, puede ser la respuesta más contundente.
El artista Pablo España respondió por su parte a los interrogantes lanzados por Isidro López-Aparicio. Reflexionó sobre si el arte es o no suficiente o si hay que pasar a la acción directa. Lanzó la pregunta “¿puede realmente hacer algo frente a la política? ARTifariti propone un campo de lucha amplio; en este caso el arte pasa a la acción, con un objetivo político muy claro. En este caso se da una utilidad al arte, por dar visibilidad al conflicto saharaui. Otra reflexión de Pablo España fue sobre arte y propaganda, llamando a hacer arte que sea propaganda contra la propaganda. Definió ARTifariti como un encuentro de arte y activismo. Por último lanzó una propuesta que tuvo mucha repercusión en el debate posterior, hacer un ARTifariti en Madrid para recordar al gobierno español la cuestión saharaui.
El artista murciano Isidoro Valcárcel Medina comenzó su intervención afirmando que no hay arte que no sea político. Expresó su apoyo anímico, sentimental y espiritual a los saharauis. A partir de lo mucho que se habla de resistencia en referencia a los saharauis Valcárcel dijo que lo que realmente es arte es la resistencia. Y de eso los saharauis saben mucho.
Durante las exposiciones se pudieron ver en una pantalla una seria de tweets del colectivo PENSART.



Madrid, 29 de junio de 2012 (EFE).- Casi de medio centenar de artistas, entre ellos el Premio Nacional de Artes Plásticas Isidoro Valcárcel Medina, debaten hoy sobre la utilidad del arte en el cambio social, en un encuentro presencial y virtual organizado por Artifariti, el festival que reclama la autodeterminación del Sahara Occidental.
La sexta edición del festival Artifariti, que tendrá lugar el próximo mes de octubre en el Sahara Occidental, se presenta hoy en el espacio REDES del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en un acto que incluye este seminario, titulado "Arte, conflicto y derechos humanos. Artifariti", y un posterior debate.
Así lo ha explicado a Efe el comisario del festival, Isidro López-Aparicio, que ha planteado las siguientes preguntas como eje vertebrador de este encuentro: ¿pueden los artistas promover la liberación de un pueblo?; ¿es posible un arte propositivo y a su vez transformador, que provoque un verdadero cambio social?
Isidro López-Aparicio cree que no hay que tener miedo a hablar del "arte útil", de primar el criterio de "utilidad" y cooperación por una "causa humana"; es decir, plantea sobre la mesa "no solo el arte como denuncia, sino el arte como compromiso".
Esta tarde, López-Aparicio tiene como invitados en la mesa de debate a Isidoro Valcárcel Medina, a Pablo España y al poeta Bahía M. Awah, además de otros artistas invitados en el auditorio (entrada libre) y de los que van a participar a través de twitter, en un debate convocado por el colectivo "Pensart", y que se proyectará en directo en la sala.
Además, el acto contará con la proyección de un vídeo dirigido por López-Aparicio y editado por Jan Bosowsky sobre las seis ediciones de Artifariti.
El festival, que ya se ha presentado en otras ciudades como Barcelona y Viena y que en su sexta edición contará con la participación de artistas de la talla de Miquel Barceló y Antoni Muntadas, es un encuentro anual dedicado a las disciplinas artísticas contemporáneas como herramienta de reivindicación.
El comisario ha mostrado su satisfacción por la "trascendencia" que ha cobrado esta "experiencia única", a pesar de estar "gestionado con presupuesto cero" y desarrollarse en un lugar remoto y olvidado.