*Fotos: ARTifariti y Poemario por un Sahara Libre *Fuente: Poemario
Decenas de artistas y público en general se congregaron en la tarde del 29 de junio en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en Madrid para debatir sobre el "arte útil", en un acto organizado por ARTifariti, encuentros de arte en el Sahara Occidental, que celebrará este año su sexta edición.
Decenas de artistas y público en general se congregaron en la tarde del 29 de junio en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en Madrid para debatir sobre el "arte útil", en un acto organizado por ARTifariti, encuentros de arte en el Sahara Occidental, que celebrará este año su sexta edición.
Fernando Peraita dio la
bienvenida a los asistentes afirmando que ARTifariti no es neutral, si no que
está comprometida con la paz, los derechos humanos y con una causa justa, y
reclama la autodeterminación del Sahara Occidental.
Isidro López-Aparicio,
comisario de esta edición indicó que ARTifariti es un encuentro de arte, una
plataforma donde se encuentran diferentes realidades en situaciones de apoyo.
Hizo un detallado resumen de este proyecto que pronto encara su sexta edición y
que definió como “complejo y con muchas líneas de acción”, pero con un objetivo
fundamental, que se cumplan las resoluciones de Naciones Unidas sobre el Sahara
Occidental, por lo que es, y es una herramienta de difusión de la causa saharaui.
López-Aparicio destaco que el arte puede ayudar a pensar y a cambiar el mundo,
y finalizó su intervención con “Paz y compromiso”.
Antes de la intervención de
los participantes se mostró un vídeo dirigido por López-Aparicio y editado por
Jan Bosowsky sobre las seis ediciones de Artifariti.
El escritor saharaui Bahia
Mahmud Awah hizo un repaso sobre diferentes eventos culturales y artísticos
(música, arte, literatura) que a lo largo de la Historia han apoyado causas
justas, a partir de la pregunta que él mismo lanzó: ¿Hasta qué punto entonces
el Arte puede ser útil para solucionar los problemas mediante el diálogo y la
negociación entre las personas? Por su parte recordó dos obras de los
escritores saharauis en español, comprometidas con la situación de sus
compatriotas en los territorios ocupados: “Aaiun gritando lo que se siente”, sobre
la Intifada de 2005, y “La primavera saharaui”, como homenaje al campamento de
Gdeim Izik. Bahia recordó el proverbio saharaui “una mano sola no aplaude” y
apeló al movimiento solidario pro saharaui a que “crea en el papel fundamental
que desempaña la cultura, como un verdadero catalizador en estos procesos de
liberación” y apoyarlo “como un frente difusor y mediático para que entre todos podemos vencer el olvido”. Finalizó
recordando que los Movimientos culturales deben tener presente que “el peor
enemigo que ha conocido el proceso saharaui es el olvido”. La cultura, en
opinión de Bahia, puede ser la respuesta más contundente.
El artista Pablo España
respondió por su parte a los interrogantes lanzados por Isidro López-Aparicio.
Reflexionó sobre si el arte es o no suficiente o si hay que pasar a la acción
directa. Lanzó la pregunta “¿puede realmente hacer algo frente a la política? ARTifariti
propone un campo de lucha amplio; en este caso el arte pasa a la acción, con un
objetivo político muy claro. En este caso se da una utilidad al arte, por dar
visibilidad al conflicto saharaui. Otra reflexión de Pablo España fue sobre
arte y propaganda, llamando a hacer arte que sea propaganda contra la
propaganda. Definió ARTifariti como un encuentro de arte y activismo. Por
último lanzó una propuesta que tuvo mucha repercusión en el debate posterior,
hacer un ARTifariti en Madrid para recordar al gobierno español la cuestión
saharaui.
El artista murciano Isidoro
Valcárcel Medina comenzó su intervención afirmando que no hay arte que no sea
político. Expresó su apoyo anímico, sentimental y espiritual a los saharauis. A
partir de lo mucho que se habla de resistencia en referencia a los saharauis
Valcárcel dijo que lo que realmente es arte es la resistencia. Y de eso los
saharauis saben mucho.
Durante las exposiciones se
pudieron ver en una pantalla una seria de tweets del colectivo PENSART.
Madrid, 29 de junio de 2012
(EFE).- Casi de medio centenar de artistas, entre ellos el Premio Nacional de
Artes Plásticas Isidoro Valcárcel Medina, debaten hoy sobre la utilidad del
arte en el cambio social, en un encuentro presencial y virtual organizado por
Artifariti, el festival que reclama la autodeterminación del Sahara Occidental.
La sexta edición del festival
Artifariti, que tendrá lugar el próximo mes de octubre en el Sahara Occidental,
se presenta hoy en el espacio REDES del Museo Nacional Centro de Arte Reina
Sofía, en un acto que incluye este seminario, titulado "Arte, conflicto y
derechos humanos. Artifariti", y un posterior debate.
Así lo ha explicado a Efe el
comisario del festival, Isidro López-Aparicio, que ha planteado las siguientes
preguntas como eje vertebrador de este encuentro: ¿pueden los artistas promover
la liberación de un pueblo?; ¿es posible un arte propositivo y a su vez
transformador, que provoque un verdadero cambio social?
Isidro López-Aparicio cree que
no hay que tener miedo a hablar del "arte útil", de primar el
criterio de "utilidad" y cooperación por una "causa
humana"; es decir, plantea sobre la mesa "no solo el arte como
denuncia, sino el arte como compromiso".
Esta tarde, López-Aparicio
tiene como invitados en la mesa de debate a Isidoro Valcárcel Medina, a Pablo
España y al poeta Bahía M. Awah, además de otros artistas invitados en el
auditorio (entrada libre) y de los que van a participar a través de twitter, en
un debate convocado por el colectivo "Pensart", y que se proyectará
en directo en la sala.
Además, el acto contará con la
proyección de un vídeo dirigido por López-Aparicio y editado por Jan Bosowsky
sobre las seis ediciones de Artifariti.
El festival, que ya se ha presentado
en otras ciudades como Barcelona y Viena y que en su sexta edición contará con
la participación de artistas de la talla de Miquel Barceló y Antoni Muntadas,
es un encuentro anual dedicado a las disciplinas artísticas contemporáneas como
herramienta de reivindicación.
El comisario ha mostrado su
satisfacción por la "trascendencia" que ha cobrado esta
"experiencia única", a pesar de estar "gestionado con
presupuesto cero" y desarrollarse en un lugar remoto y olvidado.