ESTRASBURGO
(FRANCIA), 22 octubre 2013. (EUROPA PRESS) -
El pleno
del Parlamento Europeo ha expresado su "grave preocupación" por el
reciente informe de la ONU sobre Tortura que recoge "pruebas" de que
oficiales marroquíes han detenido a personas por motivos políticos, han
torturado y cometido violaciones contra presos saharauis y han secuestrado y
abandonado a manifestantes en el desierto "para intimidarles", en un
informe aprobado este martes sobre los Derechos Humanos en el Sahel. También ha
"condenado los abusos a los derechos humanos" principalmente a través
del acoso y la intimidación de mujeres saharauis como "mecanismo para
intimidar al pueblo saharaui en su lucha por su derecho legítimo a la
autodeterminación".
Los
eurodiputados también han criticado "las alegaciones generalizadas de
desapariciones forzosas y juicios injustos" especialmente en relación con
el desmantelamiento del campamento de protesta de Gdeim Izik en noviembre de
2010 que se cobró la vida de 13 personas y aunque han "tomado nota"
de "las conclusiones positivas de algunos observadores
internacionales" de los juicios en tribunales militares contra 25 de los
saharauis manifestantes, también han tenido en cuenta las acusaciones de
algunas ONG y algunos observadores de Derechos Humanos sobre la persecución
política del caso y condenas "excesivas". Una veintena de ellos
fueron condenados a penas de entre 20 años y cadena perpetua.
En el
texto, saludan que el Gobierno marroquí respalde la recomendación del Consejo
Nacional de Derechos Humanos de que los civiles no deben ser juzgados por
tribunales militares en el futuro e
instan al Gobierno de Rabat a que esto sea "realidad" aunque los
eurodiputados lamentan que la decisión no afecte a los ya condenados.
Los
eurodiputados han instado a las autoridades marroquíes a liberar
"inmediatamente" a todos los presos políticos saharauis, garantizar
la transparencia y justicia de los procesos judiciales y a investigar y
perseguir a las fuerzas de seguridad que
presuntamente han estado implicadas en "detenciones arbitrarias, torturas
y otros abusos de poder".
En su
informe, la Eurocámara lamenta "profundamente" la expulsión de
Marruecos el pasado 6 de marzo de cuatro eurodiputados entre ellos Willy Meyer
(IU) porque su objetivo era recabar información de la situación de Derechos
Humanos en el Sáhara occidental y exige a las autoridades de Rabat "acceso
libre y libertad de movimiento" en la excolonia española para los
observadores independientes, diputados, la prensa y organizaciones humanitarias.
Los
eurodiputados han reiterado su apoyo a las resoluciones de la ONU sobre el
Sáhara Occidental y han reclamado el "pleno respeto" de los Derechos
Humanos y libertades fundamentales del pueblo saharaui, incluidos sus derechos
de libertad de asociación, expresión y a manifestación pacífica.
También han
mostrado preocupación por la situación de pobreza en los campamentos de
refugiados en Tinduf y el riesgo de radicalización y que los jóvenes sean
reclutados por organizaciones terroristas o criminales y del riesgo de mayor
infiltración de grupos yihadistas en los campamentos procedentes del norte de
Mali. En este sentido, han condenado el secuestro de tres trabajadores
humanitarios europeos del campamento de Rabouni en octubre de 2001. Y han pedido
a Argelia que asuma su responsabilidad para aliviar la situación de los
Derechos Humanos en los campamentos y a Rabat que facilite contactos
"regulares" entre saharauis en los territorios ocupados y sus
familiares de campamentos de refugiados.
Los eurodiputados
han instado a la ONU a reforzar el mandato de su misión MINURSO "para
incorporar la dimensión de derechos humanos" o "que establezca otro
organismo de Derechos Humanos nuevo, permanente" para supervisar e
informar sobre la situación de los Derechos Humanos en la zona e investigar las
reclamaciones de individuales. El organismo debe cubrir en su opinión el Sáhara
Occidental controlado por Marruecos, los campamentos de Tinduf y otros
territorios controlados por el Frente Polisario.
Insisten en
la necesidad de abordar la situación de los Derechos Humanos en el Sáhara
Occidental y en los campamentos de Tinduf "incluso sin anticipar ningún
acuerdo político final" y recuerdan el "derecho de autodeterminación
es un derecho humano fundamental" recogido en el artículo 1 de la
Convención Internacional de la ONUN sobre Derechos Civiles y Políticos.
Los
eurodiputados recuerdan que la resolución 1754 del Consejo de Seguridad de la
ONU de 2007 insta a Marruecos y al Polisario a negociar de buena fe y sin
condiciones "con vistas a alcanzar una solución política duradera y
mutuamente aceptable" que permita la autodeterminación del Sáhara
occidental y les instan a continuar negociando de forma "pacífica",
insistiendo en todo caso en el derecho de los saharauis a la autodeterminación.
En su informe, los eurodiputados instan a la
UE a implicarse "más" y ser "más activa" para apoyar a la
ONU en sus esfuerzos para animar a ambas partes a reanudar las negociaciones
"directas" y en la resolución del conflicto en el Sáhara occidental
"empleando sus instrumentos de política exterior" para promover la
confianza entre las partes, por ejemplo reforzando la vigilancia de los
derechos humanos y apoyando las reformas democráticas, incluida la
descentralización.
También
instan a la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la
UE, Catherine Ashton, y al enviado especial de la UE de Derechos Humanos a
"ofrecer" a las autoridades marroquíes y al Frente Polisario
programas de formación en Derechos Humanos en el Sáhara Occidental y en Tinduf,
que cubrirían la Policía y otros organismos de seguridad, la judicatura,
administrativos locales y organizaciones de medios y de la sociedad civil
"sin prejuicio" de un acuerdo negociado entre las partes para resolver
el conflicto sobre el Sáhara Occidental.
Un informe
de la ONU da pruebas de detenciones políticas, abusos y violaciones contra
presos y hasta abandono de manifestantes en el desierto.
El pleno
del Parlamento Europeo ha expresado su «grave preocupación» por el reciente
informe de la ONU sobre Tortura que recoge «pruebas» de que oficiales
marroquíes han detenido a personas por motivos políticos, han torturado y
cometido violaciones contra presos saharauis y han secuestrado y abandonado a
manifestantes en el desierto «para intimidarles», en un informe aprobado este
martes sobre los Derechos Humanos en el Sahel, informa Europa Press.
También ha
«condenado los abusos a los derechos humanos» principalmente a través del acoso
y la intimidación de mujeres saharauis como «mecanismo para intimidar al pueblo
saharaui en su lucha por su derecho legítimo a la autodeterminación». Los
eurodiputados también han criticado «las alegaciones generalizadas de
desapariciones forzosas y juicios injustos» especialmente en relación con el
desmantelamiento del campamento de protesta de Gdeim Izik en noviembre de 2010
que se cobró la vida de 13 personas y aunque han «tomado nota» de «las
conclusiones positivas de algunos observadores internacionales» de los juicios
en tribunales militares contra 25 de los saharauis manifestantes, también han
tenido en cuenta las acusaciones de algunas ONG y algunos observadores de
Derechos Humanos sobre la persecución política del caso y condenas «excesivas».
Una
veintena de ellos fueron condenados a penas de entre 20 años y cadena perpetua.
En el texto, saludan que el Gobierno marroquí respalde la recomendación del
Consejo Nacional de Derechos Humanos de que los civiles no deben ser juzgados
por tribunales militares en el futuro e instan al Gobierno de Rabat a que esto
sea «realidad» aunque los eurodiputados lamentan que la decisión no afecte a
los ya condenados.
Los
eurodiputados han instado a las autoridades marroquíes a liberar
«inmediatamente» a todos los presos políticos saharauis, garantizar la
transparencia y justicia de los procesos judiciales y a investigar y perseguir
a las fuerzas de seguridad que presuntamente han estado implicadas en
«detenciones arbitrarias, torturas y otros abusos de poder».
Expulsión
de Meyer
En su
informe, la Eurocámara lamenta «profundamente» la expulsión de Marruecos el
pasado 6 de marzo de cuatro eurodiputados entre ellos Willy Meyer (IU) porque
su objetivo era recabar información de la situación de Derechos Humanos en el
Sáhara occidental y exige a las autoridades de Rabat «acceso libre y libertad
de movimiento» en la excolonia española para los observadores independientes,
diputados, la prensa y organizaciones humanitarias.
Los
eurodiputados han reiterado su apoyo a las resoluciones de la ONU sobre el
Sáhara Occidental y han reclamado el «pleno respeto» de los Derechos Humanos y
libertades fundamentales del pueblo saharaui, incluidos sus derechos de
libertad de asociación, expresión y a manifestación pacífica.
También han
mostrado preocupación por la situación de pobreza en los campamentos de
refugiados en Tinduf y el riesgo de radicalización y que los jóvenes sean
reclutados por organizaciones terroristas o criminales y del riesgo de mayor
infiltración de grupos yihadistas en los campamentos procedentes del norte de
Mali.