*Fuente: EM,
El Aaiún Sahara Occidental ocupado / 22 de octubre de 2013
El sábado 19
de octubre de 2013, el enviado especial del Secretario General para el Sahara
Occidental, Sr. Christopher Ross, recibió, en la sede de la Minurso en El Aaiún
ocupada, a asociaciones y comités de derechos humanos no reconocidos por las
autoridades marroquíes de ocupación.
A las 9 h.,
Christopher Ross se reunió con los miembros de CODESA a propósito de las
violaciones de derechos humanos en los territorios desde su última visita. CODESA
aprovechó la oportunidad para pedir la ampliación del mandato de la MINURSO en
el sentido de incluir el control de los derechos humanos. Presentaron
igualmente una carta al Sr. Ross en la que se pide la liberación de todos los
presos políticos saharauis.
A las 10,30
h., el Sr. Ross mantuvo una reunión con la ASVDH. Esta asociación presentó
igualmente una actualización detallada en cuanto a las violaciones de los
derechos humanos.
El Sr. Ross
declaró que el Secretario General de las Naciones Unidas está muy interesado en
la cuestión de los derechos humanos en el Sahara Occidental, y que aprovecha
siempre las visitas de los responsables marroquíes para pedirles
insistentemente el respeto de los derechos humanos en el Sahara Occidental.
En lo que
respecta a los recursos naturales, el Sr. Ross subrayó que la opinión jurídica
del Consejero jurídico del Secretario General está clara. Según el Sr. Ross, y
en virtud del informe de Hans Corel, la Minurso se pone en contacto con cada
una de las empresas implicadas en los recursos naturales de nuestro país para
informarlas, o recordarles el estatuto jurídico del territorio.
Interpelado
sobre el problema de la libertad de los medios saharauis, y sobre todo de la
violencia perpetrada contra los periodistas del Équipe Média, el Sr. Ross
aseguró estar interesado en recibir informes detallados sobre la cuestión, y
que este punto quedaría incluido en el informe que publicará el 30 de octubre.
A las 12h.,
el Sr. Ross recibió a un colectivo formado por los representantes de todas las
demás asociaciones y comités saharauis de defensa de los derechos de los
saharauis : Codapso, Asociación saharaui de difusión de la cultura y del
patrimonio, CSPRON, Liga de los presos políticos saharauis, Organización
justicia y dignidad, Grupo de personas que rechazan la nacionalidad marroquí, Foro
porvenir de la mujer saharaui (FAFESA), Observatorio de la mujer y del niño
saharaui, Comité de familias de 15 desaparecidos saharauis, Coordinadora de
Gdaim Izik, Grupo de los saharauis supervivientes de las cárceles secretas (Agdez
y Kal’aat Magouna), CSTS de Ahmed Eddaia.
En el
ámbito de los derechos humanos, las asociaciones y los comités subrayaron el
deterioro de la situación en los territorios ocupados tras la adopción de la
resolución 2099, e insistieron en que los presos políticos fueran liberados en
tanto Marruecos no presentase prueba alguna de su culpabilidad.
La
Confederación sindical de los trabajadores saharauis (CSTS) puso sobre la mesa
el problema de los trabajadores saharauis del fosfato contratados bajo el
colonialismo español, y de sus condiciones de vida y sus jubilaciones, así como
el problema del tremendo paro actual entre los saharauis, mientras que los
empleos que atañen a los recursos naturales del territorio se desvían a favor
de los colonos.
El Sábado 19
de octubre de 2013, a
las 17 h. GMT, y tras una convocatoria de manifestación hecha por las
asociaciones y comités saharauis de derechos humanos que debería tener lugar en
la calle de Smara, en El Aaiún ocupada, las autoridades marroquíes de ocupación
rodearon las calles y callejuelas que llevasen al lugar de la manifestación. Ni
los coches 4x4 de los saharauis ni los pequeños taxis pudieron circular por el
bulevar.
Para
intentar superar estos cordones policiales, 40 activistas saharauis reunidos en
una casa de la calle Chawia se dirigieron juntos hacia la calle de Smara. Este intentó fracasó ya que las fuerzas de
ocupación les frenaron y les pegaron.
Al oeste de
la calle de Smara, otros activistas de derechos humanos intentaron acceder al
lugar de la manifestación. Unos cuarenta policías de paisano les atacaron, hiriendo
a numerosos activistas. Los que tuvieron que acudir al hospital no consiguieron
recibir ningún tipo de certificado ni de volante de su estancia.
Otros
activistas se presentaron en la sede de la MINURSO para informar al Sr. Ross y
al Representante Personal del Secretario General y Jefe de la MINURSO, Sr. Wolfgang
Wiber, lo que acababa de ocurrir. Como reacción a la omnipresencia policial y a
los acontecimientos, los ciudadanos saharauis se manifestaron en las calles cercanas
a la calle Smara.
En el
barrio de Maatala, más de 150 saharauis salieron con banderas del Polisario. Protegidos
y animados por la policía, unos indeseables marroquíes les atacaron, les
persiguieron y llegaron a entrar en algunas casas para saquear los muebles.
En los
bulevares Al Quds, Mezouar, en los barrios El Matar, Lina'ach, Hchaicha, El
Aaouda –apartamentos rojos-, y calles Jiratoria y Skaikima, los ciudadanos
salieron con sus banderas del Polisario y cantaron eslóganes por la
independencia del Sahara Occidental.
La
represión policial marroquí provocó más de 100 heridos, entre ellos, menores, ancianos,
y periodistas de Équipe Media.
Según
numerosos testimonios, los golpes eran violentos y arbitrarios.
El domingo 20
de octubre, los ciudadanos saharauis del barrio de Maatala cuyos bienes fueron
destruidos por la policía se manifestaron para protestar por los ataques, y
fueron de nuevo atacados por la policía, que provocó nuevos heridos.
En Smara
ocupada, la Coordinadora local de asociaciones y comités de derechos humanos
convocó una manifestación, en el bulevar Ennasr, el domingo a las 17 h., con
motivo de la visita del Sr. Ross.
Las fuerzas
de ocupación intervinieron violentamente contra los manifestantes, que salieron
a la calle con banderas del Polisario. Les echaron hacia el barrio de Taqadoum,
donde los edificios rojos.
Más de 50
personas fueron heridas, y la mayoría de entre ellas son mujeres y menores.
Las
autoridades de ocupación en Smara cerraron el bulevar y obligaron a las tiendas
a cerrar sus puertas.
Por lo
tanto, sólo quedaban en el bulevar los coches de la policía y de las fuerzas
auxiliares, que circularon sin cesar para intimidar a los ciudadanos.
El hospital
de Smara no tiene ni posibilidades ni medios de curar a los heridos.