El informe de la exhumación de dos fosas en
el Sáhara se incorpora a la causa que lleva el juez
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Una vez recuperados los restos de dos fosas
comunes por un equipo de investigación español, las familias de los ocho
saharauis, entre ellos dos niños, ejecutados por militares marroquíes, quieren
justicia y la pedirán en España. “El último soldado español abandonó el Sáhara
el 26 de febrero de 1976 y estos asesinatos se produjeron el 12 de febrero. El
informe sobre esta exhumación es la prueba más sólida que tenemos”, explicó
Manuel Ollé, abogado de los saharauis que en 2006 presentaron una querella por
genocidio en la Audiencia Nacional. Baltasar Garzón se declaró competente para
investigar los hechos en 2007 y el juez Pablo Ruz heredó la causa, que sigue
abierta.
El informe que Ollé ha incoporado a la
querella, elaborado por el forense Francisco Etxeberria y el doctor en
psicologia Carlos Martín Beristain está hecho con la metodología de un texto
pericial — Etxeberria ha participado como perito, entre otros, en los informes
sobre la muerte de Pablo Neruda o Salvador Allende y Beristain ha sido
colaborador de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Penal
Internacional—.
El abogado confía en que sirva para que el
proceso avance y se cite a declarar a los responsables. “Esta querella habla de
torturas, desapariciones forzadas, asesinatos de familias enteras, atentados
contra la libertad sexual, envenenamiento de pozos de agua... No eran crímenes
ordinarios. Tenían una finalidad clara: exterminar al pueblo saharaui, un
genocidio. Son crímenes de obligada persecución por la comunidad internacional”,
aseguró en unas jornadas organizadas por la Asociación Pro Derechos Humanos y
el Consejo General de la Abogacía.
Etxeberria y Beristain expusieron sus
hallazgos el pasado 17 se septiembre ante la directora de la Oficina de
Derechos Humanos del Ministerio de Asuntos Exteriores, Cristina Fraile. “Nos
pidieron que le enviásemos más fotos de los DNI españoles que recuperamos entre
los huesos y así lo hicimos al día siguiente, pero no hemos vuelto a tener
noticias”, explica Beristain. “Hemos presentado pruebas muy contundentes que
merecen una respuesta de nivel. España debería abrir una investigación propia
sobre estos hechos, porque eran ciudadanos españoles y pedir a las autoridades
marroquíes que colaboren”.
Los análisis de ADN revelan, además, que
Marruecos mintió porque en el informe elaborado por la Instancia Equidad y
Reconciliación en 2006 aseguraron que cuatro de las víctimas recuperadas en las
fosas habían fallecido en un cuartel de Smara. “Se exhuman huesos, pero también
verdades. Y esta llevaba oculta desde 1976” , afirma Beristain.
En su último viaje a la zona, del que
acaban de regresar, el equipo de investigación español localizó otras tres
fosas comunes. El informe estima que hay más de 400 saharauis desaparecidos. “Tenemos
que volver. Esperamos poder hacerlo en seis meses. Ahora hemos agotado los
recursos. Cuando consigamos apoyo económico, volveremos”, asegura Etxeberria.
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