El expresidente del Gobierno José Luis
Rodríguez Zapatero se trajo de su estancia en el Sáhara Occidental ocupado por
Marruecos, donde asistió al Crans Montana Forum de Dajla, un desmentido del
Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, y el rechazo generalizado en España,
incluido el del Gobierno.
La celebración del Foro en Dajla fue
denunciado por las autoridades de la República Árabe Saharaui Democrática
(RASD) y del Frente Polisario como un intento de dar legalidad internacional a
la ocupación marroquí del Sáhara Occidental, con la complicidad de la
organización suiza Crans Montana y en especial de su presidente, Jean-Paul
Carteron. La ONU, Unión Africana, Unión
Europea, UNESCO y otras instituciones internacionales vetaron el Foro por
celebrarse en un Territorio No Autónomo pendiente de descolonización.
El anuncio de Crans Montana y de las
autoridades marroquíes de que el Foro iba a reunir del 12 al 14 de marzo a
“jefes de Estado y de Gobierno, ministros…” se quedó en responsables de países
como Macedonia, Guinea, Mali, Dominica y
las Islas Salomón. Entre las altas “personalidades de innegable prestigio internacional”
a las que Mohamed VI dio la bienvenida en su discurso leído por Jefe de
Gobierno marroquí, Abdelilah Benkirane, ya que el rey no acudió a Dajla, se
encontraban el expresidente español José
Luis Rodríguez Zapatero, el expresidente chileno Ricardo Lagos, el reverendo
estadounidense Jesse Jackson o el asesor personal del secretario general de la
ONU para las formas innovadoras de financiación del desarrollo, Philippe Douste
Blazy.
Ante las múltiples críticas a Zapatero por
acudir a Dajla, con lo que supone de respaldo a Marruecos, la presencia del
francés Philippe Douste fue aprovechada por el expresidente socialista para
justificar su estancia en la antigua Villa Cisneros diciendo que se trataba de
un foro de “pluralidad evidente” , en el que había intervenido “el secretario
general adjunto de la ONU en nombre del secretario general” y que “por tanto no
hay más que decir; aquí, como es muy notable, hay representantes de todo el
mundo".
La respuesta de Ban Ki-moon fue rápida y
contundente. La intervención de Philippe Douste, sobre el que matizo no es
secretario general adjunto, solo asesor para temas financieros, era “privada” y
no le representaba ni a él ni a Naciones Unidas. Aprovechó para decir que Dajla no es una
ciudad de Marruecos como la presenta el Foro, es “una ciudad del Sáhara
Occidental bajo control marroquí” y su
estatuto definitivo “objeto de un proceso negociador desarrollado bajo
los auspicios del secretario general partiendo de las resoluciones de Naciones
Unidas".
En España las protestas contra Zapatero,
además de la condena de las asociaciones solidarias con el pueblo saharaui,
fueron numerosas. Desde Izquierda Unida
se denunció una actitud "cómplice y vergonzosa" con la
"ocupación militar e ilegal" al asistir al foro de Crans Montana, un
"lobby pro-marroquí", y simpatizantes de la causa saharaui se congregaron el 13 de
marzo ante la sede del PSOE en Madrid, en la calle de Ferraz. El portavoz
adjunto socialista en la Comisión de Exteriores del Congreso, Alex Sáez, evitó
el día anterior apoyar el viaje e insistió en que no había cambiado la posición
de su partido. Más concreto fue el presidente de la Diputación Provincial de
Ciudad Real, el socialista Nemesio de Lara, quien dijo no compartía la
presencia de Zapatero en el Foro.
No se quedó fuera el Gobierno de España.
Además de su habitual declaración oficial
sobre la “necesidad de una solución política urgente, justa y definitiva
a este conflicto en el marco del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, de
acuerdo a la legalidad”, aprovechó para recordar que la Unión Africana solicitó
la cancelación del foro por ser ilegal
conforme al derecho internacional. La vicepresidenta y portavoz del Gobierno,
Soraya Sáenz de Santamaría, pidió "prudencia" a Zapatero y criticó
que no hubiese sido consciente de las
implicaciones de un viaje "de esa naturaleza".
El objetivo marroquí al patrocinar la 26
reunión del Crans Montana Forum en Dajla quedó patente en el discurso de Mohamed
VI al dar la bienvenida a los asistentes “a Marruecos y de modo muy particular
a la ciudad de Dajla, perla del Sur del Reino”,
así como al referirse a “la tierra del Sáhara marroquí” y a un modelo de desarrollo que emana de una
visión política “basada en la regionalización avanzada”.
La intervención de Rodríguez Zapatero en el
Foro, con un gran retrato de Mohamed VI y un mapa en el que el Sáhara
Occidental forma parte de Marruecos, estuvo “llena de lugares comunes
(solidaridad, paz, religión, el papel de la mujer, derechos humanos) y vacío de
contenido, según el blog Poemario por un Sáhara Libre del poeta Bahia Mahmud
Awah. “Un vergonzoso discurso en un territorio ocupado ilegalmente,
militarizado, donde los observadores internacionales tienen muchas dificultades
para hacer su trabajo, están prohibidas las asociaciones saharauis, las
manifestaciones, se expolian los recursos naturales y la población civil
saharaui sufre todo tipo de abusos y violaciones de derechos humanos, con
especial violencia contra las mujeres (esas que tanto “preocupan” a Zapatero),
con más de 500 desaparecidos, fosas comunes y con cerca de ochenta presos
políticos saharauis sufriendo las cárceles marroquíes”.
Para el Gobierno de la RASD el Foro ha sido
un rotundo fracaso, después de tanto esfuerzo financiero y despliegue
diplomático “dada la escasa participación y el boicot masivo de un
acontecimiento exagerado por la prensa y que no puede ocultar una propaganda
grotesca y un dispositivo represivo militar o policial desplegado con esta
ocasión”, según el ministro de Asuntos Exteriores saharaui, Mohamed Salem Ould
Salek. La agencia oficial saharaui SPS publicó que “ningún jefe africano o personalidad de
primer plano participó en esta mascarada cuyo propósito es desafiar a la comunidad
internacional”.
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