El padre de Naama Asafari, el señor Abdi
Moussa Asfari fue uno de los muchos ex-desaparecidos saharauis. Estuvo preso 16
años en la cárcel secreta de Mguna, víctima de malos tratos, torturas y hambre
a manos de las autoridades marroquíes desde 1976 hasta 1991
En los más de 5 años de prisión ilegal de los
presos de Gdeim Izik ya son varios los familiares cercanos que mueren, sin que
sus hijos o hermanos puedan despedirse de ellos ni participar en los funerales.
Esto viola claramente los artículos del
standard mínimo con respeto a los presos de las Naciones Unidas.
Generaciones de saharauis sufren debido al
silencio de la comunidad internacional y la complacencia de las Naciones Unidas
que no implementan las resoluciones aprobadas para la realización del referendo
de la autodeterminación.
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