La policía marroquí ha expulsado en lo que
va de año a al menos a 97 ciudadanos extranjeros por su activismo prosaharaui,
la mayor parte (87) desde el territorio del Sáhara Occidental y el resto desde
Marruecos, dijeron hoy a Efe fuentes independentistas saharauis.
Las cifras de expulsados fueron recopiladas
por la Asociación saharaui de víctimas de violaciones de derechos humanos
(ASVDH), único grupo independentista con existencia legal), y no pudieron ser
contrastadas con fuentes oficiales, ya que habitualmente ni la policía ni el
gobierno informan sobre esas expulsiones.
Los expulsados son en su mayoría de países
europeos, y 23 de ellos son concretamente españoles, y entre ellos hay
juristas, periodistas, profesores universitarios y políticos de instancias
nacionales, regionales o municipales.
Se cumple siempre un mismo patrón, y es que
todos ellos habían llegado al Sáhara (o estaban a punto de embarcar en un vuelo
hacia el Sáhara) con el fin de participar en alguna actividad organizada por la
ASVDH o por otros grupos independentistas ilegales otras asociaciones saharauis de derechos humanos.
La mayor parte de las veces, es en el mismo
aeropuerto de El Aaiún donde se produce la expulsión: la policía marroquí
penetra en el avión, detiene al activista y lo retiene en el aeropuerto hasta
obligarlo a tomar un vuelo de regreso, sin permitirle salir del aeropuerto ni
presentarle ninguna orden escrita de expulsión.
En muchas ocasiones, la noticia no
trasciende más que a la vuelta de los expulsados y en sus propios países, y
excepcionalmente, como sucedió el pasado abril tras expulsar a ocho juristas de
la ciudad de Rabat, la justificación oficial es que habían "entrado en
Marruecos para sembrar la discordia y atentar contra el orden público",
como dijo entonces la Wilaya (gobierno civil) de Rabat.
Hace pocos meses, el Gobierno marroquí
aseguró por boca de su portavoz, Mustafa Jalfi, que durante todo 2015 un total
de 20.000 extranjeros habían visitado la ciudad de El Aaiún (capital del
Sáhara) "por motivos comerciales, turísticos y culturales", sin hacer
la menor alusión a los expulsados por razones políticas.
El Gobierno marroquí siempre presenta el
Sáhara Occidental (que llama "provincias del sur") como un territorio
más del país que vive en total normalidad, pero lo cierto es que las entradas
de extranjeros en ese territorio, ya sean por tierra o por aire, están
severamente restringidas, y los que consiguen llegar son estrechamente
vigilados. [Expulsados]
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