*Fuente: Lecturas Iletradas. Por BasilioPujante. Junio de 2019. Reseña publicada en El Noroeste
Las acacias del éxodo, Conchi Moya, Sílex,
2019, 120 págs., 12€.
Pocos pueblos han sufrido más en el último
medio siglo que el saharaui. Quizás los kurdos sean una de las pocas naciones
que hayan vivido tanta represión como los habitantes de este país del norte de
África. Tras el abandono español de la zona, Marruecos se apropió del Sáhara
Occidental e inició una ocupación que dura hasta nuestros días. En las últimas
cuatro décadas los esfuerzos diplomáticos y bélicos del pueblo saharui han sido
estériles y hoy en día sus habitantes malviven en campos de refugiados, en el
exilio o bajo la dominación marroquí. A pesar de ser un conflicto tan cercano
geográfica y culturalmente, existe una importante literatura saharaui escrita
en español, el Sáhara Occidental raramente ocupa titulares en la prensa de
nuestro país, lo que provoca que el desconocimiento de la situación de este
pueblo se sume al oprobio por el comportamiento de nuestros gobernantes.
Esta primera razón extraliteraria, ese
abandono de una injusticia tan flagrante como olvidada, justifica ya de por sí
la lectura de Las acacias del éxodo, ya que el libro de Conchi Moya es una
manera estupenda de conocer de primera mano la historia, la cultura y los
problemas de este pueblo. Y es que esta autora madrileña es una gran conocedora
del país y de sus gentes, autora de otros libros sobre el tema, uno de ellos
junto al activista saharaui Bahia Mahmud Awah. Pero, al contrario de volúmenes
anteriores, Moya opta por la ficción para mostrar, de una manera tanto o más
eficaz que en un ensayo, la realidad del Sáhara Occidental.
El libro está compuesto por veinticuatro
relatos de diferente extensión que se alejan en su mayoría de la estructura
narrativa más clásica. La autora opta por fragmentos de historias, por
anécdotas o por semblanzas que buscan conformar un mosaico que acerque al
lector español a la realidad saharaui. Aunque con un estilo cuidado, en Las
acacias del éxodo percibimos cierta tendencia a la oralidad, como si la
escritora quisiera desaparecer y otorgarle el protagonismo a aquellas personas
que le contaron las historias que ella reproduce. Moya acierta al evitar ese
egocentrismo tan habitual del escritor contemporáneo y ofrecer al lector las
peripecias de los saharauis desde su propia perspectiva y no desde esa
perspectiva exótica tan propia del europeo.
Por supuesto, el hecho de que la autora sea
española hace que el libro esté pensado para los lectores de nuestro país. Así,
la presencia de personajes peninsulares es habitual en los relatos, desde los
activistas que apoyan la causa saharaui, hasta los antiguos habitantes de la
colonia, pasando por algún político real como Felipe González que no sale bien
parado por su traición a la causa con la que se comprometió antes de ser
presidente. Además, el libro es rico en referencias a la cultura, a las
tradiciones y la lengua de este pueblo, que llevan a la autora a incluir medio
centenar de notas a pie de página y un completo glosario.
En cuanto a la temática de los textos que
integran Las acacias del éxodo, podemos citar el recuerdo (casi siempre
positivo) de la época colonial, las batallas de la guerra contra los marroquíes
y las penurias sufridas durante el exilio. Moya toma claramente partido a favor
de la causa saharaui y termina el amargo volumen con un canto a la esperanza a
modo de relato sobre un futuro Sáhara independiente y próspero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario