miércoles, 12 de agosto de 2009

No buscamos venganza- sólo paz. Mohammed Khadad entrevista en The Guardian


No buscamos venganza- sólo paz

El pueblo del Sahara Occidental está preparado para comprometerse con Marruecos y a entablar discusiones sobre nuestro futuro común. Mohammed Khadad

Fuente: The Guardian (UK)

Original: We seek no revenge – only peace, Mhamed Khadad, The Guardian, UK, 10/08/2009, Traducción: M. Limam Mohamed Ali para ARSO

Una nueva ronda de conversaciones se está llevando a cabo, entre el Reino de Marruecos y el Frente POLISARIO, en Viena, Austria. Estas conversaciones, calificadas de informales por parte del Enviado Personal del Secretario General de la ONU, Christopher Ross, es el último intento para traer paz y seguridad al Sahara Occidental y de forma más extensa a la región del Magreb. Nos unimos a las mismas con un firme y sincero compromiso para encontrar una solución justa, mutuamente aceptable y democrática. ¿Adoptarán nuestros homólogos el mismo enfoque?

En cada circunstancia, la paz se alcanza a un precio. De algún manera, en algún lugar, debe haber un compromiso y alguien, generalmente todos, deben estar preparados para buscar un terreno común y ceder ante ideales superiores que pudieran hallarse allí. Para el pueblo del Sahara Occidental, el precio de la paz es elevado. Hemos estado ocupados por más de tres décadas, tras una ilegal anexión del Reino de Marruecos. Hemos visto como nuestros recursos naturales se convierten en un comercio poco ético que es de gran beneficio para la economía marroquí mientras nuestro pueblo languidece en campamentos de refugiados, incapaz, o con mucho miedo, de regresar a casa.

Sin embargo, más que pedir ejercer un sentido de venganza o frustración, estamos preparados a comprometernos con Marruecos y entablar discusiones abiertas sobre nuestro futuro común. Ésta es una política arraigada. En nuestra declaración ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en 2007, declaramos que garantizaríamos “los derechos y obligaciones de la población marroquí en el Sahara Occidental”. También dejamos constancia públicamente de nuestra disponibilidad a “participar con Marruecos y los países de la región en el mantenimiento de la paz, la estabilidad y la seguridad para toda la región.”

El pueblo del Sahara Occidental continúa comprometido con el proceso de autodeterminación iniciado por la ONU hace cerca de 50 años, y que ha sido respaldado desde entonces mediante varias resoluciones y declaraciones. Por ejemplo, recordamos que el Consejo de Seguridad resolvió en 2002 expresar “su disponibilidad a considerar cualquier enfoque que asegure la autodeterminación”. No está nada claro cómo o dónde la propuesta de autonomía dentro del Estado marroquí se amolda a esta agenda básica. Una solución unilateral a un conflicto de tres largas décadas, como está proponiendo Marruecos, no es solamente absurda, es una opción que la comunidad de naciones democráticas no puede consentir.

El pueblo del Sahara Occidental ha dejado muy claro que estamos dispuesto a trabajar con la monarquía marroquí a comportarnos sin recriminación alguna en nuestra relación hacia los marroquíes que viven actualmente en el Sahara Occidental. Ésta es una forma de Realpolitik que tiene sentido a todos los niveles. Así que no buscamos ninguna victoria sobre Marruecos, solamente buscamos igualdad. Tenemos por objetivo colaborar en asuntos económicos y de seguridad, como se espera que hiciese cualquier vecino decente.

Para Marruecos, los beneficios de unas buenas relaciones con un Sahara Occidental libre y democrático son incalculables. Los enormes costes de su ocupación militar han sido estimados en un 3% del PIB de Marruecos. Los analistas insinúan que solo el coste militar de mantener 150.000 soldados en los territorios ocupados supera los 150 mil millones de dólares (92,3 mil millones de libras esterlinas) desde 1975, o alrededor de 12 millones de dólares por cada día que ha estado ocupando el Sahara Occidental. Como consecuencia de estos gastos extraordinarios, Marruecos tiene el quinto mayor gasto del mundo en sus militares. Es más, la Unión del Magreb que se ha pregonado desde hace tanto tiempo, que ha vacilado por décadas a espaldas de la disputa del Sahara Occidental, se desembarazaría por fin de este considerable obstáculo en pro de mejores relaciones.

Aparte del daño moral que supone para la posición que Marruecos mantiene en el Sahara Occidental, poner término a esta sangría de dinero debe ser sin duda una prioridad para Rabat y su empobrecido pueblo, como debería ser la posibilidad de que despertase de ese sueño para convertirse en el gigante de la unidad económica norteafricana. El camino de la ONU es el único camino que permite avanzar. Un referéndum sobre autodeterminación, un mecanismo fundamental para todas las colonias bajo mandato de las Naciones Unidas- como es el Sahara Occdental- es el único medio viable para engendrar algo como un terreno común sostenible. El futuro del pueblo saharaui debe estar en sus propias manos, no en una institución y desde luego no en el derecho de una potencia invasora, que mantiene un ilegal e injusto régimen.

Puesto que entablamos estas conversaciones, [huelga decir que] que estamos a favor del enfoque de mano tendida del Presidenta Barack Obama. Estamos dispuestos a pagar el precio de la paz como una inversión en nuestro futuro. Esta es la agenda declarada que vamos a llevar a las conversaciones de Viena. El pueblo del Sahara Occidental no se merece menos de nosotros, para su paz y libertad que anhelamos más que nada.

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