viernes, 29 de octubre de 2010

Marruecos esconde al mundo su acoso a los saharauis. Expulsa al corresponsal de Al Yazira y carga contra los medios españoles


Marruecos carga contra la prensa española

Dice que los periodistas sólo tratan de hacer daño e intenta poner fin al campamento-protesta de miles de saharauis

ABC  LUIS DE VEGA / CORRESPONSAL RABAT  28/10/2010 -

La Prensa española trata de "hacer daño más que de informar" con la cobertura que está llevando a cabo de la muerte de un niño por disparos de agentes marroquíes en el Sahara Occidental, según ha manifestado en ministro marroquí de Exteriores a la cadena de radio Medi 1, según informa la agencia oficial Map.

"No se trata de una cobertura llevada a cabo por periodistas profesionales y objetivos" sino que se han puesto "en manos de los agresores de nuestra integridad territorial", ha dicho Tieb Fassi Fihri sin citar directamente al Frente Polisario.

El ministro añade que los periodistas españoles "ignoran de manera voluntaria" las declaraciones oficiales y el punto de vista marroquí.

Bloqueo a periodistas españoles
Las palabras del ministro tienen lugar después de que Marruecos impidiera viajar a El Aaiún el lunes al grupo de corresponsales acreditados que iba a embarcar en el vuelo que salía del aeropuerto de Casablanca.
Estos mismos periodistas pudieron viajar el martes, cuando el niño ya había sido enterrado sin ser entregado a la familia. Una vez en la capital de la ex colonia, las Fuerzas de Seguridad marroquíes desplegadas en el territorio les han impedido acceder al campamento donde miles de saharauis reclaman a Rabat mejores condiciones de vida.

El Ministerio del Interior marroquí trata de convencer al comité que comanda a los acampados de que pongan fin a la protesta. Ha habido varios encuentros en los últimos días, pero sin resultado. El ministro Taieb Cherkaui habría llegado en las últimas horas a El Aaiún, según fuentes no oficiales, para tratar de que se desmonten unas tiendas que llevan plantadas en medio del desierto tres semanas. Las negociaciones están llegando a su fin, según ha declarado Fassi Fihri a Efe.

El ministro de la Comunicación y portavoz del Ejecutivo, Khalid Naciri, ha insistido en que la protesta "denota la democracia y el clima de libertad de expresión".

  


El Gobierno aumenta su presencia alrededor del campamento a las afueras de El Aaiún e impide la entrada a extranjeros, periodista y activistas

PUBLICO JULIA GAS MADRID 28/10/2010 22:04 Actualizado: 29/10/2010

Impiden a siete periodistas españoles volar hacia El AaiúnLos saharauis alzan un mar de jaimas para pedir justiciaLa situación del campamento Gdeim Izi, ubicado a unos 18 kilómetros al Este de El Aaiún, la capital del Sahara Occidental, sigue siendo crítica. La información en cualquiera de las direcciones -tanto de dentro del campamento como desde fuera- es cada vez más confusa sobre los saharauis que resultaron heridos en el altercado donde murió el adolescente de 14 años.

"No se sabe nada de ellos, no se sabe si los han llevado a un hospital militar... Nada. La información es difusa". Así lo ha asegurado Javier Sopeña, un activista de la asociación defensora de los derechos saharauis Sahara Thawra y que está en el interior de Gdeim Izi.

El bloqueo por parte de la policía marroquí se mantiene "hermético", tal y como lo ha definido Raquel, miembro de la misma asociación y que informa desde Madrid. El hecho de enviar información sobre lo que ocurre en el interior del campamento se hace cada vez más complicado para los que están dentro. Raquel personaliza el problema en una compañera que salió para hacer llegar nuevos datos y no sabe si podrá volver a entrar porque, al parecer, todos los accesos están vigilados por las autoridades marroquíes.


Al hablar con Sopeña se le pregunta por su compañera y actualiza lo que previamente había previsto Raquel. "Sabemos que está en el primer control y que la devolverán a El Aaiún". Las únicas personas que consiguen entrar son aquellas que se identifican como saharauis, "ningún extranjero puede entrar".

Una de las medidas que están empezando a realizar es la creación de "un censo"El activista detalla que la presencia marroquí en los alrededores se está expandiendo: "En 15 kilómetros, en la carretera hacia Smara, hay tres controles. El primero es de la policía, el segundo de la gendarmería y el tercero del ejército". Sopeña asegura que los accesos son más estrictos: "Los controles ahora obligan a descubrirse el rostro y a entregar la documentación", por lo que, a partir de ahora, el paso a extranjeros, periodistas y activistas es prácticamente imposible aunque asegura que "hay prensa extranjera inflitrada".

Sopeña cuenta que los coches que entran en el asentamiento están "apedreados", y si hay algún herido se le atiende "con primeros auxilios, atención primaria...".

Por otro lado, asegura que antes de que se tomaran estas nuevas medidas "sólo ha podido a volver a entrar uno de los tres periodistas que habían salido del campamento", y confirma que "hay medios canarios, españoles". Respecto a la presencia de medios internacionales en el campamento, la activista Raquel sentencia: "Marruecos tiene miedo de que entren medios extranjeros".

En cuanto a la estructura del asentamiento, Sopeña explica: "Se organiza por barrios, y cada barrio se encarga de repartir alimentos, de la recogida de basura...". Una de las medidas que están empezando a realizar es la creación de "un censo - se calcula que hay unas 20.000 personas en el asentamiento-, un registro de la población para saber quién es cada uno" ya que, él mismo afirma la presencia de "informadores marroquíes".

Detenciones e interrogatorios
En tanto, un juez de instrucción ha ordenado el encarcelamiento de uno de los supuestos implicados en el incidente del pasado domingo. El fiscal general ante el Tribunal de Apelación de El Aaiún, Abdelkebir El Baz, indicó a la agencia oficial MAP que sobre Said Asban Ben Lhusein recae el cargo de "constitución de banda criminal para cometer delitos contra personas y bienes", informa Efe.

Otros dos individuos, Rachid Nejmaui y Lak Yahdih, están siendo interrogados por su supuesta implicación en el altercado. Otro de los detenidos ha sido identificado como Ahmed Daudi, "Djija", que según las autoridades fue expulado el pasado viernes de ese lugar y pretendía regresar para "vengarse" con otros amigos.



Rabat acusa a la emisora de "perjudicar la cuestión de la territorialidad nacional".

EL PAÍS - Madrid - 29/10/2010

Marruecos ha retirado hoy la autorización para operar en el país a la cadena Al Yazira, según han confirmado fuentes de la cadena basada en Qatar a EL PAÍS.

El Ministerio de Comunicación marroquí, en una nota reproducida por la agencia de noticias MAP, acusa a la cadena de "falta de objetividad" y de "alterar seriamente la imagen de Marruecos y de perjudicar manifiestamente sus intereses superiores, encabezados por la cuestión de la territorialidad nacional". Así, Rabat expresa su disconformidad con los reportajes e informaciones emitidos por la cadena de información en relación al conflicto del Sáhara . La nota, en la que califica el trabajo periodístico de Al Yazira como "irresponsable", también acusa a la televisión de "minimizar los esfuerzos de Marruecos" en materias como el desarrollo, "de perjudicar los grandes proyectos y caminos de reforma y de minimizar conscientemente sus logros y avances en materia de la consagración de la democracia y el arraigamiento de los Derechos Humanos".

La cadena, según las mismas fuentes, "no ha recibido ninguna justificación directa sobre esta decisión" por parte de Rabat. La propia cadena informa que una fuente gubernamental marroquí les ha asegurado que se debe "a la manera que manejan los temas islamistas y del Sáhara Occidental". El equipo de cinco corresponsales, de los cuales cuatro son marroquíes, ya se vio mermado hace unos meses cuando dos de ellos no pudieron renovar su permiso para trabajar como informadores en Marruecos. Rabat actuó, en esa ocasión, de la misma manera que lo ha hecho hoy, sin justificar la medida.

No es la primera vez que Al Yazira tiene problemas para informar en Marruecos. En junio de 2008, el director de la cadena en Rabat, Hassan Rachidi, se le retiró la autorización para trabajar y fue condenado a pagar unos 4.000 euros de multa por difundir una falsa noticia sobre la muerte de dos manifestantes.

La cadena Al Yazira, especializada en información, tiene una audiencia estimada de unos 50 millones de espectadores en todo el mundo. Los reportajes, debates y entrevistas (muchas veces a los opositores a los gobiernos árabes), no ha dejado indiferente a las autoridades, y ha tenido múltiples problemas para trabajar en países como Irán, Arabia Saudi, Bahrain O Irak.




Marruecos no autoriza a la prensa a ver de cerca la mayor protesta saharaui desde 1975

EL PAIS   IGNACIO CEMBRERO | El Aaiún 29/10/2010

La protesta saharaui erigiendo jaimas (tiendas nómadas) en el desierto demuestra, según el portavoz del Gobierno marroquí, Khalid Naciri, "el clima de libertades que prevalece en Marruecos". Pero Rabat se debe de avergonzar de ese "clima" porque no permite a los periodistas observarlo de cerca mientras arremete contra la prensa española que "manipula" a su opinión pública.

Muy pocos periodistas han logrado hasta ahora ver de cerca la mayor protesta saharaui, desde que España entregó el territorio a Marruecos en 1975. A 15 kilómetros al este de El Aaiún unas 20.000 personas acampan en Agdaym Izik desde hace tres semanas para exigir una vivienda y un puesto de trabajo y denunciar de paso el "expolio" que supuestamente hace Marruecos de las riquezas del Sáhara.

Para introducirse allí hay que recurrir a todo tipo de subterfugios. Primero hay que librarse de la "escolta" policial que sigue al periodista en sus desplazamientos; después unos saharauis le vestirán con ropas locales y hasta le maquillarán para oscurecer su piel.

Por último, intentarán franquear con él los tres controles de la policía, la Gendarmería y el Ejército que dan acceso al campamento. Pero si en uno de ellos el gendarme pide la documentación o hace una pregunta al pasajero disfrazado, la "aventura" acaba ahí mismo.

En el primer control, el policial, los agentes explican que se necesita un permiso del Ministerio de Comunicación para franquearlo y llegar así hasta el campamento, pero ese departamento nunca la da. Tampoco proporciona a las televisiones las autorizaciones para rodar imágenes en la ciudad. Los periodistas de televisión entran en directo desde los balcones de las habitaciones de sus hoteles. Los vídeos caseros que se ruedan dentro del campamento y se cuelgan en múltiples webs suplen, en parte, las carencias de la prensa convencional.

Nunca desde que hay revueltas en la antigua colonia española la labor de la prensa extranjera ha sido tan cercenada como ahora en el Sáhara Occidental. En 2005, cuando se produjo en El Aaiún la revuelta que el Frente Polisario describe como la "intifada" saharaui, los periodistas trabajaron con algunos impedimentos y el wali (gobernador) dio incluso una rueda de prensa y concedió entrevistas. Su sucesor guarda silencio.

Su mutismo contrasta con las embestidas de varios ministros contra la prensa. Tras recordar que se expresaba "en nombre del Gobierno de Su Majestad" Mohamed VI, el titular de Exteriores, Taieb Fassi Fihri, se declaró "chocado" por el "enfoque sesgado" de los medios españoles "que amplifican las tesis de los agresores de nuestra integridad territorial" (la pertenencia del Sáhara a Marruecos).

Es precisamente por haber "perjudicado los intereses superiores [de Marruecos] empezando por la integridad territorial" que el Ministerio de Comunicación tomó la decisión de suspender las actividades de la cadena de televisión pan árabe Al Jazeera, según anunció. Al Jazeera ha emitido, durante años, un telediario para el Magreb desde Rabat, pero ante las crecientes dificultades para trabajar en Marruecos lo realiza, desde 2009, desde su sede central en Qatar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario