*Fuente: Sahara Thawra
Aaiún, 15/10/2010.
Llegamos al campamento de Gdeim Izik sobre las cuatro y media de la tarde. Unas 17 personas marchamos por el desierto en un LandRover, evitando los controles. Aunque el ejército y los gendarmes mantienen sitiada la zona, no se interponen entre nosotros y nuestro objetivo. Los saharauis han formado su propia guardia, que controla la entrada y vigila los movimientos de las fuerzas de ocupación. La dirección del campamento se ocupa, entre otras cosas, del abastecimiento y del transporte. Calculan que en el día de hoy, en el asentamiento hay 1256 haimas, y viviendo en ellas unos 10580 saharauis.
Los habitantes cuentan que la policía interviene las gasolineras para que los LandRovers no puedan repostar. La misma situación se da con el agua, e incluso impiden la entrada de médicos.
La gendarmería anota la matrícula de todos los coches que llegan. Mucha gente llega a pie desde la ciudad.
A las 17:00, se celebra una concentración, en protesta por la discriminación laboral en detrimento de la población autóctona.
Hoy por la tarde, en el barrio de Lauda, la policía ha detenido a Gueshnula Bueirkat, Moulud Lnanuar, Lfen Fueresh, Yahia Lnauar, Laisa Lnauar (niña de 1 año) y Mariam Lnauar (niña de dos años), que se disponían a venir al campamento. Sobre las nueve de la noche, miembros de las fuerzas de ocupación rebasan la zona de seguridad establecida por la dirección del campamento, lo que provoca la alerta entre los que allí nos encontramos.
Todos tenemos presente el reciente ataque al campamento de Boujadour. Finalmente, los marroquíes retroceden y vuelven a sus posiciones.
Al día siguiente, 16/10/2010, sobre las tres y media de la tarde, tres coches de la MINURSO intentan acceder al campamento y son interceptados por la policía, impidiéndoles la entrada.
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