jueves, 18 de noviembre de 2010

EE.UU. no ve indicios de terrorismo islámico en el Sahara Occidental

El Departamento de Estado reitera su preocupación por el pago de rescates a Al Qaida del Magreb Islámico


Frente a las acusaciones formuladas por Marruecos sobre la infiltración de Al Qaida en el Sahara Occidental, el Gobierno de Estados Unidos ha indicado que no existen ni pruebas ni razones estratégicas que respalden las insinuaciones utilizadas por Rabat para justificar su espiral de violencia y represión en El Aaiún.

El coordinador del Departamento de Estado para la lucha contra el terrorismo, el embajador especial Daniel Benjamin, considera que los sucesos de la semana pasada se encuadran dentro de la «tradicional violencia política que hemos visto desde hace tiempo».
A juicio de Benjamin, «siempre nos preocupa la posibilidad de que Al Qaida del Magreb Islámico (AQMI) pueda expandir sus operaciones, pero francamente no entiendo el que quieran expandirse a esa zona, no veo qué ventajas podrían obtener y, en cualquier caso, no hemos visto la prueba de que eso sea lo que está ocurriendo».

Financiación del terrorismo
Sin mencionar específicamente las actuaciones de España, país al que califica como un aliado vital, el responsable de contra-terrorismo del Departamento de Estado reitera las críticas de la Administración Obama ante los pagos de millonarios rescates que se vienen realizando a terroristas en el norte de África. Según el embajador Benjamin, AQMI está demostrando una efectiva capacidad para obtener «recursos sustanciales» a través del secuestro de occidentales, lo que multiplica la urgencia de acabar con esta vía de financiación terrorista que resulta tan peligrosa como desestabilizadora.

El responsable diplomático insiste en que un buen punto para empezar a combatir este problema sería extender a otros «países ricos» la política de no concesiones adoptada por Estados Unidos, Gran Bretaña, Argelia o Colombia.

«Lo siento por su ser querido»
Según reconoce Benjamin, esa negativa a pagar por la liberación de secuestrados tiene costes reales y no es nada fácil, ya que supone asumir el mensaje de que «no queremos alimentar a los animales salvajes porque volverán a por más, y lo siento por su ser querido». Pero con el tiempo, esta política se traduce en una reducción de este tipo de extorsiones.
De acuerdo a las estimaciones barajadas por el Gobierno de Estados Unidos, por cada rescate pagado se están financiando dos o tres secuestros adicionales. Además todo este cuantioso flujo de dinero resulta «profundamente preocupante» dado lo barata que puede resultar la financiación de actividades terroristas. Y presenta el riesgo de que AQMI obtenga cada vez más capacidad, seguidores y posibilidad de compartir sus recursos con otras partes de la red terrorista que sigue manteniendo a Europa en su punto de mira.

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