Instan a que se "ponga fin al acoso y persecución" de saharauis
Solicitan indemnizaciones y una "investigación independiente"
La ruptura entre saharauis y marroquíes tras los sucesos de El Aaiún es cada vez más evidente. Pero estos días se evidencia por el pulso que algunos jefes de tribu saharauis ('chiuj') mantienen contra las autoridades.
Personalidades destacadas de El Aaiún y 'chiuj' de las principales cabilas saharauis se han rebelado en contra de la impunidad con la que Marruecos actúa en el territorio.
Este grupo, formado aproximadamente por 30 personas, ha constituido un Comité de Diálogo que demanda al gobernador de El Aaiún, Mohamed Jelmous, que se investiguen los disturbios, que se libere a todos los detenidos y que se abra la vía para una solución dialogada.
Hasta ahora, sus reivindicaciones no han sido escuchadas. Las autoridades marroquíes se han negado a reunirse con este Comité, según afirmó a EL MUNDO.es uno de sus portavoces, que no quiso facilitar su nombre para evitar ser represaliado. "El simple hecho de hablar con usted me puede acarrear muchos problemas. Aquí hay mucho miedo", se excusa.
«Hemos pedido un encuentro con el gobernador para poder llegar a una solución, pero ellos nos han rechazado. No aceptan la vía del diálogo y no quieren negociar», explicó vía telefónica desde El Aaiún.
Comité de Diálogo
Una treintena de personas se reunió el pasado 15 de noviembre en casa de Bishr Uld Haidar, tío de la activista pro derechos humanos saharaui Aminetu Haidar e importante personalidad en la capital de la ex colonia española. Erigidos en un Comité de Diálogo, emitieron un comunicado reivindicativo.
Uld Haidar es la única persona que aparece citada por su nombre en el documento en árabe al que ha podido tener acceso ELMUNDO.es. El domingo, hicieron público el segundo comunicado, donde se reafirman en sus reivindicaciones.
Instan a que el Estado marroquí se haga "responsable de todo lo ocurrido" en los disturbios de los últimos días, piden que se inicie una "investigación independiente", denuncian la «irresponsable operación de asalto» contra el campamento de Gdeim Izik y exigen que se «ponga fin a la campaña de acoso y persecución» a la población saharaui.
También piden que se indemnice a los saharauis por los destrozos en sus casas y que se "lleve a los tribunales" a los que instaron a los colonos marroquíes a "participar en el maltrato, destrucción, incendio y robo" de saharauis y de sus hogares.
Amenazas del gobernador
Entre los que suscriben el comunicado hay 'chiuj' de la cabila Erguibat (la más importante entre los saharauis) y de otras tribus. También participan algunos miembros del comité organizador de Gdeim Izik y jóvenes estudiantes.
Según el portavoz, Uld Haidar ya ha recibido amenazas del gobernador Jelmus para que no vuelva a organizar reuniones en su casa. Uld Haidar es un notable saharaui y su notoriedad le protege, presumiblemente, de represalias. Nombrado alcalde de Tarfaya en los años 80, cuentan en El Aaiún que fue cesado tras una disputa con el gobernador. Además, mantiene una guerra fría con el alcalde de la capital de la ex colonia española, hermano del presidente del Consejo Real Consultivo para el Sáhara (CORCAS, un organismo creado por el rey, Mohamed VI), Jalihenna Uld Rashid.
Pese a las amenazas y el clima de terror que reina en la ciudad, el Comité piensa «seguir adelante» con sus reivindicaciones. «Hemos entrado en una nueva época de las relaciones entre ciudadanos saharauis y marroquíes y de autoridades saharauis y marroquíes, porque lo acontecido en El Aaiún ha sido muy grave», explica el portavoz. "Hay una separación total".
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