martes, 16 de noviembre de 2010

"La Intifada ha parado, pero la gente de El Aaiún vive sitiada"


Dos activistas españoles critican la actitud del Gobierno


Los activistas españoles Javier Sopeña y Silvia García regresaron el domingo por la noche de El Aaiún, pero no esperaron ni 24 horas para convocar a la prensa y proseguir la misión que les llevó al Sáhara Occidental: denunciar la "represión brutal" que sufre la población saharaui. Ayer por la mañana comparecieron en Madrid para dar su testimonio sobre el "crimen de Marruecos" y criticar la actitud del Gobierno español. "Queremos denunciar la falta de posicionamiento del Gobierno", dijo García.

"La Intifada por las calles ha parado, pero la población vive en un estado de sitio", afirmaron. Los dos, que tan solo unas horas antes estaban escondidos en las casas donde encontraron refugio tras el asalto al campamento de Agdaym Iziz, el 8 de noviembre, eran los únicos activistas extranjeros, junto a la catalana Isabel Terraza y al mexicano Antonio Velázquez -que aún siguen en El Aaiún-, que estaban en el campamento cuando fue desmantelado.

"Sabíamos que iban a atacar porque la delegación del Polisario en Canarias había avisado a todo el mundo. El día anterior cortaron el camino entre El Aaiún y el campamento", contó Sopeña, informático, de 25 años. "Los militares atacaron con gases lacrimógenos y cañones de agua. No se veía nada. Solo un montón de polvo, agua, charcos, sangre y mierda. Los saharauis defendieron el campamento con lo que tenían. Palos, piedras, machetes y bombonas de gas", dijo.

Cuando empezó el asalto, él y Silvia, estudiante de periodismo de 24 años, se separaron y no se volvieron a encontrar hasta hace unos días. Ambos filmaron el asalto al campamento. Cuando lograron llegar a pie a El Aaiún enviaron la grabación a la asociación Sahara Thawra, a la que pertenecen, que la difundió.

"Pude ver cómo a varios saharauis les apaleaban con porras, recibieron golpes por todos los lados. A un chico se lo llevaron desmayado en un coche", relató García. Durante el enfrentamiento se refugió en casa de una pastora, donde había unas 50 mujeres, 15 niños y unos 10 jóvenes. Poco después las fuerzas de seguridad marroquíes sitiaron la vivienda. "Sacaron a los chicos y los metieron en un coche. Supimos dos días después que estaban en un cuartel del Ejército", contó García.

Ninguno de los dos habló de cifras de desaparecidos o de muertos, "ya que la información no se puede contrastar". Ambos denunciaron "la falta de contundencia" del Gobierno español y comentaron así la postura del PP: "El Sáhara siempre ha sido la moneda de cambio para ganar votos. Todos los partidos están con el Sáhara hasta que llegan al Gobierno".

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