Naciones Unidas, 10 de diciembre de 2010 (EFE).- Marruecos y el Polisario volverán la próxima semana a Nueva York para retomar sus negociaciones auspiciadas por la ONU sobre el Sahara Occidental, con las críticas por lo ocurrido en el Aaiún como telón de fondo y con la decisión de buscar vías "innovadoras" para desbloquear la situación.
"Las partes explorarán acercamientos innovadores para tratar de crear un mejor ambiente y progresar", explicó hoy Martin Nesirky, portavoz de la ONU al anunciar las fechas de la próxima ronda de negociaciones, que comenzará el jueves 16 en Manhasset (Nueva York) y se prolongará hasta el sábado.
Nesirky detalló que ambas partes se reunirán con el enviado especial de Naciones Unidas para el Sahara Occidental, Cristopher Ross, y que también estarán presentes Argelia y Mauritania.
La celebración de esta nueva ronda ya se acordó en las reuniones informales que las delegaciones mantuvieron en noviembre, en las que, según el portavoz, "cada una de las partes negó de nuevo la propuesta de la otra como base para futuras negociaciones".
En Rabat, el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Taib Fasi Fihri, también reclamó hoy la necesidad de dar "una nueva dinámica" a las negociaciones a través de "una metodología innovadora".
Según explicó, Rabat quiere, "no sólo garantizar la continuidad (de las reuniones), sino activarlas en función de unos medios y una metodología innovadores para llegar a la solución política esperada".
Por su parte, el representante del Frente Polisario ante la ONU, Ahmed Bujari, confirmó hoy a Efe que su delegación "vendrá a la reunión, pero no sabemos cuáles son las perspectivas de éxito" e hizo alusión a "las implicaciones y consecuencias" que tendrán "los acontecimientos de las últimas semanas" en el Sahara Occidental.
Aún así, dijo que el Polisario quiere "mantener abierta al máximo la vía diplomática" y lamentó que "se siga diciendo que se busca una vía pacífica en un momento en que hay un nuevo grado de represión" en el territorio, después del desmantelamiento violento por Marruecos del campamento de Gdaim Izik.
Rabat defiende que en los disturbios de El Aaiún murieron once agentes de la seguridad marroquíes, varios degollados, mientras que perdieron la vida dos civiles saharauis de forma accidental.
Organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional o Human Rights Watch han validado las cifras de víctimas mortales ofrecidas por Marruecos, pero han denunciado detenciones masivas contra saharauis, acompañadas en muchos casos de tortura y abusos en comisaría.
"Persiste la inseguridad y la desconfianza y hay una persecución sobre el elemento saharaui. La dimensión de la tragedia que ha ocurrido necesita una investigación independiente como ha pedido el Parlamento Europeo", aseguró a Efe Bujari, quien denunció "la inacción de Naciones Unidas y el bloqueo de Francia al envío de una misión de investigación".
A su juicio, "esos elementos ponen ciertas dudas sobre las perspectivas de un progreso en esta ronda de negociaciones", que previsiblemente será sucedida por otra similar en enero, tal y como acordaron las partes.
El ministro marroquí también destacó en Rabat que la situación ha dado un "viraje peligroso" tras el desmantelamiento del campamento de Gdaim Izik junto a El Aaiún y los posteriores disturbios en la capital administrativa del Sahara Occidental.
Marruecos defiende su iniciativa de autonomía para la antigua colonia española como única solución al conflicto, mientras que el Polisario aboga por un referéndum de autodeterminación que contenga la opción de la independencia, calificada hoy por Fasi Fihri de "inaplicable".
El representante del Polisario defendió hoy que la única novedad llegaría si "el Consejo de Seguridad cogiera el toro por los cuernos y se implicara de una forma más profunda para que el proceso de paz no naufrague, que es en el fondo el profundo deseo de Marruecos".
Además, defendió que "Marruecos siempre ha sido intransigente al no querer tratar nada más que la opción de la anexión contra el espíritu y la letra de la resolución 1.514", un texto adoptado en diciembre de 1960 para reconocer a los pueblos colonizados su derecho a la autodeterminación e independencia.
Con motivo del 50 aniversario de esa resolución, el Polisario remitió hoy una carta al Comité de Descolonización de la ONU en la que pone de manifiesto la "frustración" del pueblo saharaui ante la "ocupación ilegal de un Estado miembro de la ONU" y la "continua pasividad" de Naciones Unidas al respecto.
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